XIII. Sangreal

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La carmesí luz de la luna iluminaba con delicadeza a cada humano y monstruo que había en el campo de batalla. Humanos de negro con las armas de plata en mano cargando hacia los licántropos de dos manadas distintas, y los lobos se movían con la velocidad y la gracia de un cazador, mordiendo, rasguñando y gruñendo tanto a los cazadores como a los mismos hombres lobos.

Era una lucha sin cuartel.

Todos contra todos.

Con el tétrico baño de sangre, tanto de la luz de luna como la real, cubriendo la tierra en su totalidad.

Y aun así, ellos se adentraron por voluntad propia.

Dennis corría con su espada corta en mano, esta parecía vibrar con más fuerza y el rumor blanco perla que emitía subió en intensidad. Parecía estar reaccionando a la batalla que se estaba librando. Miró a los lados, constatándose de que Winnie y Tiana estuvieran junto a él, y luego de verificar, fijó su vista al frente, justo donde se unían Muspel y la manada de Valken.

No hubo necesidad de decir algo, con solo una mirada ambas comprendieron que él quería ir hacia allí; las dos asintieron al tiempo y siguieron corriendo.

El mar de monstruos y humanos pareció abrirles campo y tragarlos por completo, en un momento estaban con libertad de movimiento y maniobrabilidad y en otro apenas podían moverse a sus anchas sin recibir un zarpazo, mordida o corte. Un licántropo lo notó y se lanzó contra Dennis, pero este dio un mandoble con su espada y le dio un corte en el pecho, ocasionando que se consumiera con un suave brillo blanco.

«Nota mental: La espada de verdad quema todo lo que no es puro.»

Sin dejarse impresionar mucho, continuó repartiendo mandobles, cortes y estocadas a todo lo que se le atravesara por el medio; tenía que admitirlo, ser vampiro, o medio vampiro, tenía sus ventajas. No sentía cansancio, la fuerza de cada golpe y la resistencia para volver a dar otro parecían nunca acabarse. Sin embargo, lo negativo de serlo era que tanto los de Muspel como los hombres lobos de la manada de Valken lo fijaban como objetivo, y parecían querer abalanzárseles todos a la vez.

Por el rabillo del ojo se percató de que Winnie estaba no muy lejos de él, entre la marea de cazadores, moviéndose con gracia, esquivando las estocadas de las espadas, dagas y armas de plata, mientras a su vez daba de baja a los que se le atravesaran, humanos o monstruos por igual; un zarpazo a la garganta si era cazador y una puñalada al pecho con su cuchillo de hoja negra si era un licántropo. Dennis sonrió, no había quien la parara.

No muy lejos de Winnie, aunque a una distancia mayor que la de la loba y él, estaba Tiana, que parecía un tornado con los dos cuchillos de plata; su cabello negro ondulado hasta los hombros se movía como una sombra de acá para allá, cortando sin dar cuartel. Un lobo se acercó por la derecha y ella lo detuvo en seco con un tajo al cuello. Otro por la izquierda y le clavó el cuchillo en el pecho, sacándole un chillido ahogado. Cuando dos lobos vinieron por el frente ella lanzó ambos cuchillos al aire, girando como monedas, se agachó, los lobos mantuvieron la mirada en ambas armas en el aire, pero no en la cazadora de metro y medio de altura que les propinó dos golpes al estómago con el impulso al erguirse. Los lobos se doblegaron sobre sí mismos del dolor, y cuando los cuchillos descendieron lo suficiente Tiana dio un pequeño salto, los tomó y los clavó uno al costado del cuello de cada lobo. Los dos monstruos cayeron al suelo, inertes.

—Hija de cazadores de vampiros —murmuró Dennis para sí, esquivando un zarpazo y cercenando de un tajo una mano de un cazador que sostenía una cimitarra, que luego se consumió en un brillo blancuzco—, hermana de un vampiro... —Esquivó a un lobo y de un corte en la espalda, este se consumió también. Los enemigos parecían no disminuir— y movimientos de demonio. —Sonrió—. Una Berserker en toda regla.

Zing DiscordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora