Capítulo 01: Cacería.

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Era una noche fría y oscura, iluminada únicamente por las estrellas, una mujer corría por el bosque, estaba cansada, pero debía huir de ahí, traía a su hija de 7 años en sus brazos, de cabellos (t/c) y ojos (c/o).

-¡Mamá!- dijo asustada, pues detrás de ellas árboles caían, su madre estaba lastimada, su pierna sangraba, además de tener rasgada parte de sus prendas.

-Tranquila hija... hace 2 años pudimos huir de él, otra vez podremos hacerlo...- dijo con una sonrisa, tratando de calmarla, sin embargo ella sabía muy bien que ahora no tenía escapatoria, llegaron a un lago, era extenso y no sabia por donde irse, escuchó un ruido y volteo, había un joven de 14 años, de cabellos negros y ojos grises, quien la miraba fríamente.

-No tiene escapatoria...- dijo mientras extendía su mano. -Entregue a la niña y podrá seguir viva...- sentenció, la mujer abrazo con fuerza a su hija, quien tenía miedo.

-Si Jocker usa niños para sus cacerías, con mayor razón no le entregaré a mi hija...-

-Cómo quiera... ¡ROOM!- creo un ligero campo, lo que preocupo a la mujer, en un instante un gran hombre rubio de gafas y llamativo abrigo de plumas, portaba un traje elegante.

-Jocker...- dijo en un susurro ante la arrogante sonrisa del más alto. –No... todo el mundo te conoce como Donquixote Doflamingo...- dijo enojada.

-Ha pasado mucho tiempo (n/m)... vamos entrégame a tu niña, bajo mi cuidado estará más segura... fufufu...- la mujer abrazó con más fuerza a la pequeña.

-Ni loca...- exclamó, enojando a Jocker, quien cambio su sonrisa por una expresión de fastidio.

Él comenzó a usar su habilidad, (n/m) sentía como su cuerpo comenzaba a moverse sólo, eso la asusto, pasó a pasó sé dirigía hacia Jocker.

-¡Mamá!- la niña cerró los ojos, aferrándose más a la mujer.

-No me sueltes... no te dejaré ir...- llegaba frente al rubio, quien comenzó a sonreír con triunfo. –Detente... por favor... no me la quites...- luchaba por detenerse.

-Deberías agradecer que soy amable contigo...- carcajeo, con sus poderosos hilos comenzó a separar a madre e hija, quienes se aferraban la una a la otra.

-¡Mamá!- gritó la pequeña, la mujer comenzaba a entregársela.

-Detente...- comenzó a llorar. –Te lo suplico...-

-Pero yo no estoy haciendo nada, tú misma me la estas entregando...- respondió con burla, comenzando a tomar a la pequeña, quien luchaba por no soltarse de su madre.

-¡¡Suéltame!!- gritaba la menor con lágrimas en los ojos, Jocker la cargo en brazos, paralizando sus movimientos. –¡Mamá!-

-No llores hija... se fuerte...- Doflamingo no la soltaba, elevándola.

-¡Mamá!- estaba asustada, no sabia que le haría. –Deje a mi mamá... ya me tiene a mi...- suplicaba.

-Si dejo viva, a tu mami...- el rubio dirigió su vista a la pequeña, quien estaba aterrada, pero no podía moverse. –No dudaría en volver por ti...- movía sus dedos, comenzando a tensar los hilos que sostenía a la mujer, quien no pudo evitar gritar.

-¡Mamá!- la niña lloraba de horror.

-De... detente...- suplicaba la mujer con dolor, no quería que su hija viera eso, ella era demasiado noble para presenciar una muerte. –S... si vas a matarme... no quiero que mi hija lo vea...- el rubio se regocijaba, tenso un poco un hilos, haciéndola gritar.

-Crees que estás en posición de pedir...- volvió a tensar los hilos, haciéndola gritar.

-¡Deténganse!- gritó la niña. –¡Iré con usted!... pero... pero ¡deje a mi mamá! Por favor...-

-Tú tampoco estás en posición de pedir pequeña... pero cumpliré su última voluntad...- bajo lentamente a la niña, quien seguía llorando. –Law... llévatela...- el joven se acercó a la niña, tomándola bruscamente de la mano.

-Camina...- ordenó el ojigris.

-Espera... mi mamá...- se jaló al lado contrario, quería abrazar a su mamá.

-Mi pequeña... (t/n)...- la mujer levantó la vista con una sonrisa, pero lágrimas en los ojos. –Estarás bien...-

-Mamá...- sollozó.

-Vete por favor...- bajo la mirada. –Recuerda que te amo...-

-¡Ya váyanse!- gritó Doflamingo, asustando a la niña, Law chasqueo la lengua y jaló a la pequeña, quien lloraba.

-¡¡Mamá!!- fue el último grito que la mujer escucho de la voz de su hija, ella lloraba con mucho dolor y amargura, Doflamingo con sus habilidades hizo que levantara la vista.

-Desgraciado...- dijo furiosa.

-He ganado...- exclamó con júbilo.

-No estaría tan seguro...- el rubio cambio su expresión por una de intriga.

-¿A qué te refieres?- cuestión, la mujer sonrío con cierta soberbia.

-El futuro que deseas conocer... nunca lo sabrás...- Doflamingo se sorprendió. –Mi hija... tiene una venda...-

-¡¿Usaste hechizos prohibidos...?!- dijo, y ella no cambiaba su expresión.

-Tal vez...- el mayor se molestó y con sus hilos comenzó a torturar a la mujer, quien no podía evitar gritar de dolor.

-¿Dime que hiciste?- se detuvo un momento.

-Vete... al diablo...- él furioso, termino con la vida de la mujer.

Dejo el cuerpo ahí, con sus habilidades se trasladó a la carretera, dónde estaba Law con la niña, cuidados por Diamante y Giolla, lo esperaban cerca de una camioneta.

-Joven amo... ¿está bien?- cuestionó la mujer, sin embargo él se dirigió a la niña, quien retrocedió hasta topar con el vehículo.

-Dime mocosa... ¡¿qué hechizo uso tu madre?!- gritó y ella asustada cerró los ojos encongiendose.

-No sé que habla...- dijo en voz baja, Doflamingo se enojó, tomando a la pequeña por el cabello.

-¡No te pases de lista... quieres morir igual que tú madre!- la niña soltó a llorar, desesperándolo, abofeteándola.

-¡Joven amo! Tranquilícese...- la mujer se acercó a la niña.

-Vámonos a la residencia... te encargarás de revisarla y dar con algo que nos indique que uso esa mujer... usualmente los hechizos prohibidos se hacen con una marca...-

-Si...- la mujer ayudo a levantarla y a meterla al vehículo.

Doflamingo se acercó a Law, quien sólo se mantenía al margen y de brazos cruzados.

-Buen trabajo Law, gracias a ti he dado un paso importante...- acaricio la cabeza del joven, quien bajó la mirada.

-Lo hice por Cora-san... esa mujer fue la causa de su muerte...- Doflamingo se puso serio, pero no dijo nada.

-Como sea... vayamos a casa...- el joven subió al vehículo.

Diamante subió al lugar del chofer y Doflamingo subió al de copiloto, el vehículo arrancó y se perdió en el horizonte, dirigiéndose a la ciudad.

Hechizo de Amor. (One Piece. Law y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora