Especial 2: Una oportunidad para amar.

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Cuando (t/n) tenía 4 años, ella y su madre vivían en la región nevada de Drum, vivían apartadas de la ciudad principal, una tarde la niña jugaba con un pequeño conejo de nieve, corría por todos lados, para atraparlo, pero en su trayecto choco con algo que la hizo caer.

-¡Auch!- se quejó.

-¿Estas bien...?- preguntó la voz de un hombre, la niña levantó la vista para ver aún hombre muy alto, de cabellos rubios, quien estaba vestido de manera casual, con abrigo de plumas negras y gorro, mientras sostenía un cigarro.

La niña sólo se asusto, su mamá le había dicho que nunca hablara con extraños o dejaran que la tocaran.

-¿Quieres que te lleve al doctor?- cuestionó preocupado al no recibir respuesta.

-¡¡Aléjese!!- gritó asustada retrocediendo.

-Tranquila...- levantó las manos en son de paz. –No te quiero hacer daño...- en ese momento salió (n/m) sosteniendo un arma, apuntando al desconocido.

-¿Quién eres?- preguntó sería, sin dejar de apuntar.

-¡No vengo a hacerles daño!- estaba nervioso, sabía que si hacía algo le dispararían.

-Entonces ¡¿por qué estás aquí?!- exigió la mujer.

-Mi... nombre es Rocinante...- aclaró, sin embargo observó mejor a la mujer. –¡¿Tú eres... (n/m)?!- sonó un tiro, la niña se encogió sobre si misma, asustada, el disparó fue cerca del hombre.

-Sólo el bajo mundo conoce mi nombre porque desea mi cabeza y a mi hija... con mayor razón no puedo dejarte ir...- exclamó, mientras la pequeña se refugiaba detrás de ella. –Antes de que te mate, dime ¿quién te envió?-

-Por favor, tranquilízate, no tengo deseos de ser tu enemigo... al contrario, quiero ayudarte a escapar de Jocker...- dijo, sorprendiendo a la mujer. –Cree en mi, no traigo armas o comunicador...- seguía con las manos arriba.

-Mamá... créele...- susurró la niña.

-¿Estas segura?- cuestionó sin perder del vista al hombre.

-No siento maldad en él...- sonrió levemente, la mujer bajo el arma, siempre los presentimientos de su hija eran correctos.

Lo dejo pasar, vivían en una cabaña pequeña, bien escondida entre el bosque, la mujer preparaba algo caliente, la niña se acercó al hombre.

-¡Rocinante es un nombre largo!- dijo con una sonrisa, la cual fue devuelta por el hombre.

-¿Cómo me dirías?- le preguntó.

-¡Roci-san!- el hombre sonrío por el sobrenombre. –¿Puedo llamarlo así?-

-Si... y ¿cuál es tu nombre?-

-¡(t/n)!- exclamó.

-Es un bonito nombre...- acaricio la cabeza de la niña, revolviendo sus cabellos.

-¡Si! Mi papá lo escogió para mí... eso dice mi mamá...- decía muy feliz, por alguna razón se sentía bien hablar con aquel hombre, el despedía un aura de confianza pura.

Ambos hablaban de cosas triviales, cuando la mujer llegó con tazas de café y una chocolate, Rocinante aceptó gustoso, (t/n) tomó la suya quemándose, sin pensarlo el hombre se ofreció a templar la bebida, la mujer no pudo evitar sonreí, aquel hombre era amable con una niña que acaba de conocer, ¿qué clase de conexión tendría con Jocker?

Después de la bebida, la niña tenía sueño, así que su mamá fue a arroparla, besando con amor su frente, esperando a que se durmiera, posteriormente salió de la habitación, tomando asiento frente al hombre, quien ya había terminado su café.

Hechizo de Amor. (One Piece. Law y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora