Capítulo 22.

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Voy llegando al parque en mi patineta y mi mirada se dirige al mismo lugar de siempre. Ahí está ella, leyendo. ¡Diablos! Es la chica más hermosa que he visto en mi vida.

- ¡Piensa rápido!.- dice Daniel lanzando un balón que va directamente a mi cara.

- ¡Demonios Daniel!.- digo lanzando el balón de vuelta a donde está él, muerto de risa.- ¿por qué hiciste eso?

- Sólo quería despertar a la bella durmiente. Estabas embobado viendo a la chica. No entiendo por qué no le hablas y ya.- dice mientras hace algunos trucos con su patineta.

Miro a la chica tan ensimismada en su libro, pareciera que todo el mundo a su alrededor desapareció. No se despegaría de ese libro ni porque hubiera un mono disfrazado de botones tocando unos platillos justo a su lado.

- ¿Qué se supone que diga?.- digo mirando a Daniel.

- No lo sé. Podrías decirle "Hola, me llamo Jacob, te he estado acosando desde hace semanas y me decidí a hablarte hoy".

- ¡Cállate! No la he estado acosando.- digo en mi defensa.

- Si, claro.- dice incrédulo.- sólo ve a hablar con ella idiota.- dice golpeando mi nuca y se aleja en su patineta, dejándome solo.

Mi corazón comienza a latir con rapidez. Tal vez hoy sea el día en el que por fin le hable. ¿Qué podría salir mal? No creo que haya algo de malo en decir hola.

Tomo un respiro profundo y con mi patineta me voy acercando a ella. Creo que el color ha dejado mi cara, me estoy comenzando a arrepentir de esto, oh no ya estoy casi ahí, mejor me devuelvo. Trato de dar la vuelta pero una grieta en el camino se traba con una de las ruedas y sucede lo inevitable.

- ¡Mierda!

Esto no está sucediendo. No puedo creer que haya caído encima de ella. Parece tan desconcertada como yo. Debería levantarme pero he quedado hipnotizado con sus ojos y ese olor a chocolate, delicioso.

- ¡¿Qué demonios te sucede?!.- grita mientras trata de quitarme de encima de ella con sus manos.

- Lo siento.- digo avergonzado.- me caí.

- ¡Que conveniente!.- dice con el ceño fruncido.

- ¡Lo juro! ¡Fue un accidente!

Me mira directamente a los ojos. Esta chica es muy especial, no es como las demás. Se nota.

- Lo siento, te compraré un helado para compensarlo.- digo con la esperanza de salir bien de esta.

Me mira ahora con ojos entrecerrados. Luego cierra su libro y se cruza de brazos.

- Que sea de chocolate.- dice aún con el ceño fruncido. Y una sonrisa gigante se forma en mi rostro.

(...)

- Jake, despierta.

La voz de una mujer me despierta y me levanto inmediatamente con Katie en mi mente. Miro a mi alrededor y veo a Amanda parada junto a mi.

- ¿Qué pasó? ¿Qué hora es?.- digo desesperado.- me quedé dormido.

- Jake, Jake.- dice ella atrayendo mi atención.

- ¿Qué?.- digo.

- La policía...- dice y puedo notar como su voz se quiebra.

- ¿Qué? ¿Qué pasó Amanda?.- digo al borde de un colapso mental.

- Decidieron comenzar a buscar.- sus ojos se humedecen y le tiemblan las manos.

- Dios...por favor no.- digo sin querer escuchar lo peor.- por favor...

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