Capítulo 11.

494 50 3
                                        


Miro el reloj otra vez, 5:23 am. No he dormido nada desde que llegamos, algo me está molestando y no se qué es. Quisiera dormir con Katie pero ella obviamente no quiere dormir conmigo y no la culpo. ¿Quién querría dormir con un degenerado que tiene sueños húmedos contigo? El chirrido de la puerta que une nuestras habitaciones me desconcierta, tengo que arreglar eso.

- Jake, ¿estás dormido?.- la escucho decir en un susurro.

- No.- digo.

- Ahm, ¿te importaría si me acuesto contigo por un rato?.- dice.

Mi corazón comienza a latir con rapidez y me siento un poco nervioso.
¡Contrólate Jake!

- Si, claro.

Se acerca a mi cama y se mete dentro de las sábanas. Los dos estamos distantes y me atrevo a decir que incómodos. Esto nunca había pasado entre nosotros, no se si debería abrazarla o darle su espacio o ¿qué?

- ¿No puedes dormir?.- pregunto.

- No, ¿y tu?

- No.

- ¿Por qué?.- pregunta ahora mirándome.

Es de mañana pero la cortina de mi habitación no deja entrar ni un rayo de sol, es por eso que apenas puedo ver su rostro.

- No lo sé.- digo después de soltar un suspiro.

Pasamos unos minutos en silencio, no se si está dormida. Con mucho cuidado me fijo a ver si está dormida y en efecto lo está. Respiro profundo, es mejor cuando está dormida, no me siento tan nervioso. Pero ¿por qué ella puede dormir tan rápido y yo no?

Tal vez si...

Con cuidado de no despertarla, rodeo su cintura con mi brazo. Siento como su abdomen sube y baja con tranquilidad. Un deseo incontrolable de besarla se apodera de mis labios que se dirigen sin pensarlo a los suyos. Deposito un beso en ellos, pero en vez de sentirme mejor, me siento peor. ¿Qué estoy haciendo?

(...)

Katie

Despierto con el sonido molesto de la alarma de Jake.

- ¡Dios! ¡Apaga esa cosa!.- digo tapando mis oídos.

La alarma se apaga y finalmente puedo seguir durmiendo.

- Es hora de despertar Katie.- lo escucho decir.

- No quiero.- digo.

Y lo digo en serio, no puedo, necesito descansar, casi no duermo. Todos los días me despierto a las 6:30 am para ir a ver clases, luego vuelvo al dormitorio a estudiar y a las 10 vuelvo al club en el cuál no dejo de bailar hasta que llego a casa a las 4:30 am. Es demasiado, necesito dormir por lo menos 25 horas seguidas.

- ¿Vas a perder clases?.- dice Jake.

- Si, no me importa, después me prestas tus apuntes. Necesito dormir.

- Bien, me quedaré contigo por otro rato.- dice.

No respondo, trato de volver a dormir pero no puedo. Saber que el está despierto y no se si me está mirando o qué está haciendo me molesta. Abro los ojos y veo que tiene los suyos cerrados, se ve pacífico. Mi mirada se dirige a su entrepierna y no está como la última vez, está normal esta vez. Me siento un poco incómoda así, no se si anoche me abrazó, no creo que lo haya hecho, se siente muy avergonzado por las últimas veces.

Como en los viejos tiempos, lo rodeo con mis brazos acercándome a su pecho, en el cual deposito un beso. Es algo que siempre hago, no se por qué. Se siente un poco incómodo y rígido, así que abro los ojos y miro su expresión de sorpresa.

En SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora