Capítulo 6.

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Esta mañana encontré a Katie en la cocina haciendo su desayuno, no sabía exactamente como actuar.

- Ahm...buenos días.- dije algo incómodo.

- Buenos días.- me dijo con una sonrisa fugaz.

Hice mi propio desayuno y me senté en la mesa. Ninguno de los dos sabía que decir sobre lo que pasó anoche. De repente ella rompió el silencio.

- Necesitamos hablar.- dijo mirándome a los ojos.

- Si.- le dije.

- No creo que sea buena idea que sigas yendo conmigo al club.

- ¿Por qué?

- Sabes por qué. Lo que pasó anoche no puede pasar otra vez.- me dijo casi regañándome.

- No actúes como si no lo hubieras querido.- me miró ofendida.

- No tendré esta conversación contigo.- dijo levantándose de la mesa.

- ¿Qué significa eso? ¿Vamos a actuar como si nada pasó?.- pregunté  levantándome de la mesa.

- Jacob, fue sólo una cosa del momento, nos dejamos llevar, eso es todo.- dijo mirándome a los ojos.

- ¿De verdad piensas eso?

Me mira, luego se voltea, dándome la espalda, esa es la respuesta que necesitaba.

Ahora estoy sentado en la cafetería, sin poderme sacar a Katie de la cabeza. ¿Cómo puede ser tan fría? ¿No sintió lo mismo que yo cuando nos besamos? No se que debería hacer, podría decirle que me gusta pero corro el riesgo de que yo no le guste y luego se mude y deje de ser mi amiga. No, no quiero eso, hay sólo dos soluciones:

1. No digo nada y actúo como si nada hubiera pasado, Katie sigue siendo mi amiga, sigue siendo striper, nos graduamos y paso el resto de mi vida preguntándome que hubiera pasado si hubiera dicho algo.

O nro 2. Le digo que me gusta y sin importar lo que diga, hago lo imposible para hacer que le guste. Porque, seamos honestos, no puedo vivir sin Katie.

Creo que me voy por la segunda opción, voy a hacer que le guste, cueste lo que cueste. Pago por mi café y salgo a comprar unas flores, le gustan los lirios. Llego a la puerta del dormitorio y comienzo a sentirme nervioso. Abro la puerta con la llave y entro.

- ¿Katie?.- digo al entrar.

- Estoy aquí.- escucho su voz desde su habitación.

¿Debería entrar y decirle directamente que me gusta? O a lo mejor debería hablarle sobre lo de anoche, decirle lo que sentí, y ver si ella sintió lo mismo. Si, dejaré las flores afuera un momento.

- Knock knock.- digo mientras abro la puerta.

Esta acostada boca abajo, estudiando. Con sus lentes y ese maldito pedacito de tela que ella llama pijama.

- Hola.- dice sonriendo.

- Hola.- le digo de brazos cruzados en el marco de la puerta.

- Puedes pasar.- dice.

- Lo sé.- es que tengo una buena vista desde aquí...

Entro y me siento a su lado, en su cama, recuerdos de anoche llegan a mi cabeza.

- ¿Qué estudias?.- pregunto.

- Historia contemporánea.- dice viendo el libro.

- Mmmm...

Un silencio se crea entre los dos.

- Katie, tenemos que hablar sobre lo que pasó anoche.- cierra el libro y suelta un suspiro.

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