Capítulo 21.

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- ¡Debe haber algo que pueda hacer!.- grito desesperado al hombre uniformado frente a mi.

- Señor, le advierto que cualquier tipo de ofensa hacia un oficial puede ser sancionado. ¿Quiere pasar la noche en la cárcel?.- dice amenazante.

- Vámonos Amanda, no nos van a ayudar.

- Pero Jake...- dice Amanda asustada.- ven aquí.- dice llevándome a otro lado de la habitación.- creo que debería quedarme. Sólo por si acaso.

- Ya lo escuchaste, no vamos a hacer nada aquí. No comenzarán a buscar a nadie sino después de 3 días. ¿Quién sabe que pueda pasar en todo ese tiempo? Katie debe estar en algún lugar sola y abandonada con quién sabe, no voy a perder más tiempo.

Me doy la vuelta y salgo de la estación de Policía, escucho a Amanda llamarme pero no le presto atención. Si quiere quedarse que lo haga, yo saldré a buscar a Katie. Me pongo a pensar dónde buscar primero. Cuando la vi esta mañana ella me dijo que iría a la biblioteca, no le creí, aún no creo que haya ido a la biblioteca pero tengo que intentarlo.

Tomo un taxi para que me lleve de vuelta al campus y en el camino sólo puedo pensar en esa llamada. Su voz se escuchaba cansada y triste. Estaba llamándome, estaba pensando en mi, lo que sea que le esté pasando, ella pensó que yo era el único que podía ayudarla y ya han pasado 4 horas desde ese momento.

Bajo del taxi preocupado, consternado, exasperado y con el ritmo cardíaco por las nubes. La biblioteca ya está cerrada, siento tanta rabia, ¿cómo no pude darme cuenta de la hora? ¡Por supuesto que está cerrada! Son las 11 de la noche, ¡y yo aquí perdiendo el tiempo! Mis piernas me traicionan y caigo al suelo mientras las lágrimas salen de mis ojos.

- Dios...¿qué hago?.- digo entre lágrimas.

Pidiendo ayuda a Dios porque yo no se que más hacer. De repente recuerdo algo, algo estúpido que debí haber pensado antes, el club. Con ayuda de las muletas corro hasta la autopista en busca de un taxi, o cualquiera. Esto está desierto, no pasa ni un solo carro. Por un momento me siento tentado a volver, pero por alguna razón siento que debo ir al club. Sigo caminando y el dolor de mi rodilla es cada vez más intenso. No se si es mi imaginación o de verdad veo las luces de un auto. Cada vez se hacen más grandes y brillantes.

- ¡Hey! ¡Para! ¡Por favor!.- grito agitando una de las muletas.

El auto se detiene casi de inmediato. Es un taxi. Me acerco a éste cuando una puerta se abre.

- ¿Jake?

De todas las personas en el mundo, tenía que ser él.

- ¿Chase?

- ¿Qué estás haciendo aquí en el frío?

¿Hace frío? No había sentido nada.

- Necesito ir al night club.- digo.- ahora.

- ¿Por qué?.- pregunta extrañado.

¿Me está tomando el pelo? El sabe que ella trabaja ahí, ¿cierto?

- No tengo tiempo de explicar.

Me subo al auto y Chase entra detrás de mi. Después de darle la dirección al taxista Chase comienza a hacer preguntas.

- Jacob ¿qué sucede? ¿Por qué estás tan desesperado por ir a ese club?

No se si debería decirle. Pero tal vez el sabe algo de Katie.

- ¿Has visto a Katie hoy?.- pregunto.

Me mira confundido y con el ceño fruncido.

- ¿Qué tiene que ver Katie?.- pregunta.

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