Capítulo 3

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Emily ya se había instalado en la mansión, la había visto entrar con una maleta rosa enorme y un bolso lleno de cosas, las ruedas hacían ruidos insoportables sobre el suelo de mármol y dejaban huellas de suciedad por donde pasaban.

Afortunadamente no la volvió a ver hasta horas de la tarde, se había encerrado en la habitación de Sofía junto a ella apenas había llegado y parecían muy entretenidas allí dentro. 

Emily, en cambio, era una chica bastante activa y pesé a las indicaciones de su amiga decidió salir de la habitación con la cámara en mano a buscar algo de comer, era costumbre suya grabar o fotografiar todo lo que podía para luego tener recuerdos, captaba a menudo las acciones de Sofía y Siwon acariciándose o haciendo algo digno de retratar, ese día, grababa en vídeo el camino hacia la cocina, enfocando bien la casa recién remodelada y narrando sus acciones.

La cocina se encontraba en el primer piso pero se vio obligada a detenerse unos segundos en cuanto escuchó una voz ronca y conocida en la oficina que le solía pertenecer al padre de Sofía. Donghae hablaba en voz alta con alguien por teléfono. Sin apagar la grabadora de vídeo caminó hasta donde estaba, quedando petrificada con lo que dijo a continuación.

-Ya te lo he dicho Kevin, Jaqueline está de viaje en China por cuatro días, aprovecha este tiempo para inventarte el nombre de una fundación o hacer que nos deposite dinero –silencio, al parecer la otra persona tras el auricular hablaba- Esta vez tiene que ser una cantidad fuerte, mucho mayor a la de la primera vez, tuvimos mucha suerte, estuvimos a un poco de que nos descubriera –silencio otra vez- Ya lo sé, me estoy portando bien, estoy haciendo todo lo que me pide y estoy quedándome en casa, he mandado a remodelarla, me estoy ocupado de eso para no aburrirme –un suspiro enojado, Emily escuchaba tras la puerta, incluso se había olvidado de enfocar bien la cámara- Para ti es muy fácil, no tienes que aguantarla todo el día y sobre todo en las noches –no lo vio pero supo que estaba haciendo un gesto de asco- tiene celulitis y estrías, además, cuando se quita el maquillaje es... ¡Cielo santo! tienes que apresurarte, me gusta vivir bajo la buena vida pero a ella no la soporto. Entre más rápido mejor, la tonta de su hija empieza a cansarme, hacer el papel de padrastro comprensivo me tiene hasta las narices. Apresúrate, me estoy volviendo loco al lado de la momia –como solía llamar a Jaqueline cuando nadie lo escuchaba-

Emily respiró hondo dándose cuenta de la gravedad del asunto, tal vez, Donghae solo era hermoso por fuera y no por dentro. El sonido de la cámara apagándose a causa de la batería baja resonó en casi todo el piso.

-Espera –susurró Donghae a la persona con la que se estaba hablando- Creo que alguien está escuchando.

Ella se asustó, respiró hondo y pensó apresuradamente en que podía hacer para no ser descubierta. Donghae imaginaba que era una de las sirvientas o en el peor de los casos, Sofía, esa mocosa lo vigilaba día y noche para encontrar algo que lo pudiera perjudicar. Caminó lentamente hasta la puerta, cuando la abrió encontró el lugar vacío, al parecer solo había sido una falsa alarma, quizá el sonido provenía de uno de los nuevos relojes costosos que había mandado a traer desde Italia solo para decorar el despacho. Cerró la puerta nuevamente asegurándola esta vez y se prometió ser más cuidadoso con lo que hablara, no podía fiarse de su hijastra, por mucho que estuviera entretenida con la loca de su amiga.

Emily corrió de regreso a la habitación de Sofía, ella empezaba a despertar de la siesta que tomaba y se sorprendió bastante al verla agitada con el aparato en las manos como si tratara de protegerlo de alguien.

-¿Y a ti? ¿Qué te sucede? –Preguntó Sofía con desdén-

-He escuchado a Donghae hablar por celular con alguien... -se recostó sobre la puerta cerrada tratando de serenarse- hablaba de tu mamá y de lo mucho que le costaba estar casado con ella.

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