Donghae salió de la ducha con el cabello goteando de la humedad, dispuesto a colocarse el pijama tendido sobre la cama. Alcanzó a ponerse el pantalón recordando la llamada con Emily momentos antes, hasta que de pronto unas manos rodearon su abdomen por detrás apretándolo a su cuerpo cariñosamente, se quedó quieto después de sentir el frió y el vacío de aquellas caricias, respiró hondo y cerró los ojos tratando de pensar un poco en como librarse de la situación sin que Jaqueline sintiera el rechazo y lo poco que quería estar a su lado.
-Te vez tremendamente guapo así –Cortó el silencio con voz ronca, apegándose a la espalda aún mojada de su esposo-
-¿A si? –Preguntó, intentando disfrazar la poca satisfacción-
-Por supuesto que sí, no sabes cómo te extrañe en estos días –sus manos empezaron a juguetear sobre la piel de su definido abdomen rozándolo una y otra vez-
-También yo.... No sabes cuánto amo que me acaricies de manera - >> Por supuesto que no, ¡Por todos los cielos! claro que no me gusta el sentir como tus manos me rodean<< se contradijo a sí mismo para sus adentros-
-Creo que es tiempo de una noche solo para nosotros –el miedo de Donghae volvió a ser real una vez más. Cuando Jaqueline se puso delante de él mirándolo con un creciente deseo, supo que ya no tenía salida-
No era por que fuera fea, todo lo contario, Jaqueline era una mujer hermosa y bastante bien cuidada para una mujer de su edad, a pesar de sus sentimientos frívolos y su gran amor por la riqueza aún le era difícil acostumbrarse a tener momentos así junto a ella y no sentir el rechazo que su cuerpo sentía al estar con el suyo. Todavía debía superar el hecho de que se había casado solo por dinero, fingiendo amar a una mujer cruel y seca como ella. Jaqueline no era buena y por supuesto que lo sabía, por alguna razón extraña se le había concedido el milagro de que se fijara en el dándole la oportunidad de abusar de su dinero y poder mientras ella le mendigaba un poco de amor. Supo que sería difícil desde la noche de bodas, cuando se vio obligado por cuenta propia a convertirla en su mujer a todas cuestas >> Esta mujer vale millones<< se repitió durante toda la noche mientras la llenó de besos y roces falsos para consumar el "Matrimonio" que se había llevado a cabo entre ambos.
Ahora se enfrentaba a la dura realidad, había construido una buena fortuna propia a espaldas de ella, utilizando su dinero y aprovechándose de lo ciega que se encontraba por él, empezado a llevar la vida de millonario que tanto había soñado desde la adolescencia al ver la pobreza en la que se habían sumergido sus padres.
Por su puesto que había logrado acumular una gran riqueza no solo a costas de ella, si no por muchas otras mujeres ricas, con las que había salido en su vida de soltero. Su ambición lo había llevado a ser un gran estratega para acumular dinero gracias a su clara belleza y a su astucia para lograr todo objetivo que se propusiera. >> Y si esto sale mal ¿Si algún día Jaqueline te descubre? <<- Pues, ya no quería más de eso, ahora estaba seguro de que tenía el dinero suficiente para vivir bien el resto de su vida y ser feliz. >> Por un lado estarías desecho de ella, pero por otro también dejarías de ganar dinero<< volvió a pensar ambicioso.
>> Podrías irte con la mocosa<< aconsejo su subconsciente. La mocosa, si bien Emily había sido diferente a todas las mujeres con las que se había rodeado, ella traía consigo algo más que pura tentación. Su juventud e inexperiencia la hacían lucir aún más deseable, despertando en él un interés muy aparte del económico. Por primera vez había fijado su vista en alguien sin fines lucrativos o sabiendo que no iba a obtener algo a cambio, aquella mocosa había traído hacia él un interés natural, el de un hombre real hacia una mujer real, con ella se acostaba porque quería, porque le apetecía, no era obligado a hacerlo por el dinero de por medio. Emily tenía la sonrisa más bonita de todas, lo supo admitir mentalmente después de que el vestido de pijama de Jaqueline resbalara hasta el suelo mientras se besaban >> ¿Y si imaginas que ella es Emily? ¿Si recuerdas la grandiosa tarde en el hotel estando con ella? << Cerró los ojos con fuerza concentrando todos sus pensamientos en el rostro de la mocosa, cuando los abrió vio a la misma Emily, cándida y libre frente a él retándolo a besarla un poco más, aceptó gustoso besándola con más anhelo, sin embargo, esos labios gélidos no eran los de ella, ese aroma tan artificial no era el de su mocosa. Cerró los ojos y los abrió una vez más con el recuerdo de manera fugaz, la imagen de Emily se desvaneció para dejar simplemente a su esposa >> No, Jaqueline jamás podrá ser como Emily, jamás se le comparará<< concluyó internamente después de recostarla en la cama sin dejar de besarla para empezar con la larga noche.
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La Mocosa
FanfictionEmily es un alma L I B R E, Donghae esta A T A D O a su amor por el dinero. Emily tiene 17 y Donghae 27. No hay problema, ella cumplirá 18 el año que viene y ya no será una mocosa. Escrito por: HaeKat* ~ Romance ~ Comedia