Estaba tirando mucho de su suerte y lo sabía. Emily podía ser considerada como una adolescente bastante loca e inestable pese a tener perfecta conciencia acerca de la realidad en la que vivía; estaba jalando mucho de los hilos con Donghae y hasta ese momento desconocía exactamente por qué lo había invitado al Mcdonlads a cenar, y por qué ni siquiera le había contado a Sofía aquella cita a la que había llegado con chantajes. Se miró frente al espejo una vez más, lucia unos jeans rasgados color blanco y una blusa de color rosa bastante corta que dejaba al descubierto su cintura y el percing en el ombligo que se había hecho al mismo tiempo que su mejor amiga como parte de una apuesta. Terminó de colocarse una gargantilla brillante que apenas había obtenido el día anterior y se devolvió la seguridad por la que siempre se caracterizaba.
Donghae caminaba de lado en su habitación pensando detenidamente en el problema; debía ser muy estúpido como para dejarse chantajear por una chiquilla de 17 o 16 años. Suspiró rendido en cuanto repaso por quinta vez las consecuencias que traerían consigo la llegada de esa grabación a manos de Jaqueline, si bien podía excusarse en que esa no era su voz y que solo era un truco barato para hundirlo, la realidad era una, esa era su verdadera su voz y aunque Jaqueline le creyera estaría muy alerta, dificultándole aún más la extracción de dinero que hasta el momento ya era bastante difícil. Se colocó la gorra negra deportiva y se dijo a si mismo que acabaría con ese estúpido juego de una buena vez.
Emily llegó con veinte minutos de anticipación al lugar, Donghae llegó diez minutos después de la hora pactada, >>Un punto menos para él<< se dijo ella para sus adentros. En cuanto lo vio en la puerta buscándola con la mirada levantó el brazo agitándolo de lado a lado para llamar su atención, Donghae maldijo su falta de disimulo antes de acercarse. Ella enarcó una ceja y se mordió los labios descaradamente en cuanto lo vio más de cerca, traía un buzo negro a juego con letras blancas y zapatillas del mismo color junto a una gorra que se suponía cubriría su identidad.
-Hola Donghae –sonrío- luces bien hoy, veo que eres adicto a la marca Adidas –dándole un vistazo general. La miró fijo antes quitarse la gorra y se sentó en el asiento de enfrente para tener una buena perspectiva de su figura, el pequeño crop top rosa que traía dejaba al descubierto su cintura, odiaba que se viera tan bien incluso en esas circunstancias, odiaba que fuera una mocosa tan sexy y tan odiosa a la vez- ¿Qué has estado haciendo? ¿Aburrido mientras te deje solo?
-Emily, para ya –gruñó cortándole en seco todas las preguntas que tenía- solo vine aquí por una cosa y tú sabes perfectamente por qué, quiero que elimines ese maldito vídeo y me dejes en paz.
-¡Que aguafiestas eres! Apenas nos estamos conociendo –fingiendo estar ofendida- deberías estar feliz, estas saliendo con alguien joven y no con la momia –usando sus propias palabras-
-Deja de llamar a Jaqueline así...
-Oye, no vengas a hacerte el digno ahora cuando tú mismo dijiste que ella era una momia, además, me gusta estar aquí compartiendo la cena contigo, Siwon y Sofía salieron en una cita y me han dejado sola, siempre es así desde que se volvieron pareja –suspiró- creo que ese es el precio que debo pagar por estar soltera.
-Y el que también yo debo pagar –comentó irónico, refiriéndose al chantaje que le estaba haciendo-
-Que gracioso eres –rio mostrándole una perfecta dentadura blanca, si no hubiera estado tan enojado, habría llegado incluso a compararla con un ángel de Victoria Secret, pero no, los ángeles de Victoria Secret no te jodian, por lo menos, no de esa manera- ¿Qué pedirás? –Preguntó mirando el tablero de ofertas- Se supone que no debería estar comiendo chatarra como esta, pero, tengo mucha hambre.
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La Mocosa
FanfictionEmily es un alma L I B R E, Donghae esta A T A D O a su amor por el dinero. Emily tiene 17 y Donghae 27. No hay problema, ella cumplirá 18 el año que viene y ya no será una mocosa. Escrito por: HaeKat* ~ Romance ~ Comedia