C18 - Si pudiera

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Narra Lauren


Estiré un poco la frazada hacía mi cuerpo que en un principio sólo me cubría hasta media cintura, estaba haciendo mucho frío a pesar de que la calefacción estaba funcionando, miré hacía ambos lados y vi que se nos olvidó cerrar el ventanal de nuestra habitación, me senté un poco desorientada y me coloqué mis tenis al ser lo que más cerca había encontrado, miré por el vidrio y la ciudad de Nueva York estaba húmeda debido a la fuerte lluvia de anoche.

La gente había empezado con su rutina, los automóviles transitaban por las calles y los citadinos caminaban en diferentes direcciones esperando a que el color de los semáforos cambiara, esperando un taxi o dirigiéndose al metro subterráneo.

Suspiré oliendo la frescura del rocío que había dejado el agua de lluvia, esto pasaba muy pocas veces en Miami...cerré el ventanal y tomé el teléfono, marqué para pedir servicio al cuarto y opté por dos licuados de plátano con fresa y pan francés, colgué y fui al baño.

Mientras terminaba de lavar mi cara escuché que alguien tocaba la puerta, fui a abrir y era el chico de servicio con los desayunos.

¿Se le ofrece algo más señorita? – negué sonriendo.

Es todo, muchas gracias – el chico sonrió de vuelta y se fue empujando el carrito donde llevaba otras cosas para diferentes habitaciones.

Dejé la bandeja con el desayuno en la mesita de centro que estaba junto a la pequeña sala de entretenimiento y fui nuevamente hasta la cama.

Seguía con mi pantalón de pijama puesto y una camiseta deportiva negra, me quité los tenis y me acosté al lado de mi novia, me cubrí con la frazada y abracé a la chica bajita que estaba cubierta y hecha una pequeña bolita entre todas las cobijas, suspiré el aroma de su cabello y comencé a acariciarlo, pasando mis dedos entre el para desenredarlo, le di un beso en la frente y ella sonrió.

Te ves muy guapa con esa pijama – sonreí y la abracé más.

¿Desde cuando estás despierta? – volví a besarla.

Desde que sentí que te habías levantado, te vi muy concentrada mirando por la ventana y no quise interrumpirte. Estaba tan despierta que pude ver como observabas todo lo que hay allá afuera, te vi lavando tus dientes y tu cara, te escuché pidiendo el desayuno – me apoyé sobre mi codo y mi brazo para poder levantarme un poco y verla bien.

¿Por qué no me hablaste, me hubiera regresado contigo? – me dio un beso rápido en la comisura de los labios.

Es que verte despreocupada y siendo solamente tú es una de mis cosas favoritas desde que te conocí – esta vez la besé yo y me subí sobre ella quedando a horcajadas entre su cintura y su pelvis - ¿sabes? Me gusta más este hotel, es más cálido y no hay tanta gente que se siente superior a los demás – asentí y apoyé mis brazos sobre la cama para quedar a pocos centímetros de su cara.

El color de su cara fue cambiando, se estaba sonrojando y la sonrisa que se formaba en sus labios era la cosa más bonita que había visto al despertar.

Miré sus ojos y recordé cada uno de estos 5 días que habíamos pasado solas en Nueva York, mi día favorito sin dudarlo había sido el de navidad, por la mañana habíamos llamado a nuestras familias y a nuestras amigas.

Taylor estaba emocionada por verme, me dijo que me extrañaba y que dormía todos los días en mi habitación abrazada a su gatito de peluche, Cris nunca perdió la oportunidad de hacerme enojar, provocando con celos al hablar de lo bonita que era Ally, claro que mi mamá lo castigo y le dio un par de golpes en la cabeza por ser tan idiota. Papá habló poco pero se veía feliz de poder hablar conmigo y con Ally, recordándole que debía cuidarme y no abusar de la confianza que le habían dado conmigo, aun así sabía que todo lo decía de broma, o al menos eso lo esperaba.

La Cura - Fanfic AlrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora