C19 - Promesa

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Narra Ally

El aire frío de esta mañana no era peor ni mejor que el de los últimos 10 días en los que habíamos estado vacacionando en la ciudad de Nueva York, el viento era ligero pero frío, de ese tipo de vientos que dejaban tu piel tan sensible que cualquier pequeño golpe podría dejar una gran marca roja.

Las mejillas de mi novia eran rojas haciendo un gran contraste con su piel blanca, se veía realmente tierna, algo raro en ella.

Llevaba pantalón de mezclilla, botas de piso negras y un sweater con capucha acolchada que cubría toda su cabeza, el color verde de sus ojos resaltaba demasiado, se veía feliz, entusiasmada y totalmente perfecta.

Hoy sería nuestro último día en la gran ciudad, después de 10 días llenos de grandes experiencias teníamos que volver a nuestra realidad y nuevamente estaríamos un poco separadas debido a nuestros diferentes horarios en la preparatoria.

Yo tenía que regresar al voluntariado en el hospital, y si, efectivamente yo era una voluntaria y podía ir los días que quisiera pero de verdad que lo que me dejaban hacer en esa clínica era una de las mejores cosas que podía hacer, por eso es que mi voluntariado se había convertido en una bonita rutina.

Caminábamos tomadas de las manos rumbo al puente de Brooklyn, ese sería nuestro último destino antes de prepararnos para irnos al aeropuerto y regresar a Miami.

Oye tengo hambre, acompáñame a comprar unos hot-dogs - Lauren me guío hasta uno de los puestos.

Recuerdo haber escuchado hace algunos días la frase "La comida de los aeropuertos no me gusta, prefiero comer en restaurantes", no recuerdo muy bien quien lo dijo, oh no espera...fuiste tú – Lauren rodó los ojos y suspiró.

Vamos no me delates de esa manera, además es diferente, aquí con esos deliciosos hot-dogs podemos vivir la experiencia completa de un buen turista, en serio, no me culpes – suspiré al mismo tiempo que le sonreía.

Está bien amor, vamos por esos grasientos hot-dogs – nos acercamos a uno de los tantos carritos de comida rápida y un señor de aproximadamente 40 años nos saludó.

Buenos días señoritas, ¿qué van a pedir? Tenemos Hot-dogs, hamburguesas, papas fritas y diferentes bebidas – Lauren pasó su mano por mi espalda y me acercó a ella, el señor nos miró y sonrió.

Van a ser 2 hot-dogs jumbo, 2 órdenes de papas, un café y un té de limón – el señor asintió y comenzó a preparar las cosas.

Creo que pediste mucha comida, acabamos de desayunar en el hotel – Lauren sonrió.

No es mucha comida, además, tenemos aproximadamente 40 minutos para caminar y esperar a que la comida nos haga digestión, te apuesto a que vas a querer comer en el aeropuerto – vi que el señor seguía mirándonos y riendo.

Sigo pensando que es mucha comida, pero creo que no podía esperar menos de una idiota enamorada de la comida – mi novia me abrazó y me dio un beso en la frente.

Y aunque no lo creas a pesar de lo mucho que amo la comida, siempre te voy a amar más a ti – la abracé muy fuerte, no había ninguna duda, Lauren era la novia perfecta.

10 minutos después el señor del puesto de comida rápida nos entregó lo que habíamos pedido, tomamos algunos sobres de cátsup, mayonesa y mostaza y los vaciamos sobre nuestra comida. Lauren pagó la cuenta y antes de irnos el señor se acercó a nosotras.

Perdonen que les quite su tiempo – las dos negamos porque no nos molestaba – sólo quería agradecerles por aparecer frente a mi este día y comprar comida, desde que tengo 18 años me he dedicado a vender comida justo aquí, en el mismo lugar y créanme que son de las pocas personas que he visto muy enamoradas.

La Cura - Fanfic AlrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora