La Cura - Fanfic Alren

C34 - Hamila

Narrador

Después de 4 semanas de clases en la recta final del año escolar las chicas seguían con la esperanza de que su amiga Lauren despertara del estado de coma.

Era común que todos los días o al menos intentaron que fuera así, Dinah, Normani, Hanna, Camila y por supuesto Ally, visitaban a su amiga ojiverde en su habitación de terapia intensiva.

Todas las tardes después de la escuela llevaban libros o música nueva para compartirla a Lauren, sabían que su amiga amaba el arte y siempre estaba interesada en las canciones nuevas o en los nuevos libros de sus autores favoritos.

Dinah le platicaba todo lo que le pasaba en la escuela, en la clase de canto, incluso le confesó la buena química que tenían ella y Ally juntas en el escenario, pero lo que más le gustaba platicarle a su mejor amiga eran los bonitos momentos que compartía con su novia Normani.

Dinah estaba enamorada de su novia y creía estar segura de que ella era la correcta y no sólo un amor de la adolescencia.

Dinah le dijo a Lauren que ahora la entendía completamente porque ella al igual que su mejor amiga sabía que la persona que tenía como novia era la mujer más perfecta del universo.

Para Dinah, Normani era la chica ideal y tenía tantas ganas de contarle eso y más a su mejor amiga y confidente.

Dinah necesitaba a su mejor amiga, la necesitaba para platicar, recordar, vivir y reír.

Lauren era una de las personas más importantes en la vida de la chica Polinesia, estuvo con ella desde su infancia, ellas dos eran hermanas, una integrante importante en sus familias.

Dinah y su familia asistían los viernes y domingos a las reuniones que se hacían en sus iglesias y en el pensamiento de la chica siempre estaba como prioridad pedirle a Dios por la salud de su amiga.

Los niños, adolescentes y adultos  y siempre han tenido miedo a algo; al monstruo de debajo de la cama, reprobar materias o quedar desempleados, el mayor temor de Dinah siempre fue no poder decirle a Lauren cuanto la quería y la pieza clave que era en ese juego que todos llamaban “vida”.

Desde que Dinah se enteró de la enfermedad de Lauren no dejaba pasar un sólo día en que le recordara a su mejor amiga lo mucho que la quería y ahora seguía siendo lo mismo, Dinah llegaba a la habitación y dejaba un beso en la frente de su amiga acompañado de un “te extrañé hoy” y al irse su despedida más mencionada fue un “no olvides que te quiero”.

Dinah era así, era el tipo de chica comprometida con las personas que amaba, le gustaba cruzar esa línea de la amistad y poder llamar a Lauren “una hermana más, una hermana importante en mi familia”.

Dinah necesitaba de Lauren, todos lo sabían, sabían que la chica Polinesia necesitaba a su mejor amiga.

Normani era la chica más sensible de todas, ella sabía que no siempre puedes ser fuerte, ella sabía que también es aceptable llorar cuando lo necesitas.

Normani estaba agradecida con Lauren porque gracias a ella tomó la decisión de aceptar el amor que tenía por Dinah y de esa manera decidió hablar con ella y expresarle todo lo que sentía.
Ahora Normani era feliz con Dinah.

La chica morena le contaba a Lauren todo lo que pensaba cuando llegaba la noche, pensaba en sus amigas, en su vida, en su futuro y en el día en que la chica de ojos esmeralda decidiera despertar.

Normani le confesó a Lauren que Meghan la contactó y Dinah se enojó porque ella accedió a ver a la ex porrista.

No fue más que un encuentro de escasos 20 minutos donde Meghan se disculpó con Normani porque en realidad la apreciaba. La ex líder de las porristas le dijo a la chica morena que sus padres acordaron con Mike y Clara para pagar todos los gastos médicos y que después de esto se irían a vivir a Canadá, Mike no quería ver a Meghan de nuevo.