La Cura - Fanfic Alren

C40 - Diferentes perspectivas

¿Alguna vez has experimentado esa sensación de dolor que te recorre cada poro de la piel y te debilita?

Sientes que no estás lista para enfrentar lo que ves y todo esos sentimientos que llevas acumulados.

Ves a gente que significa el mundo para ti pero no puedes encontrar esa mirada que amas, ni esa sonrisa que te podía hacer olvidar todo lo que importaba en cuestión de segundos.

Escuchas el llanto desesperado y palabras que has escuchado antes pero que ahora carecen de significado.

No puedes mover ninguna extensión de tu cuerpo y todo lo que ves es desconocido.

Ese dolor en el pecho te hace vulnerable, las ganas de llorar vencen a todo lo que eres y lo único que sabes que está pasando es que tu cara está llena de lágrimas experimentando y demostrando todo lo que no puedes decir.

Quieres correr lejos, estar lejos de todo, quieres gritar y quieres llorar sin que nadie te vea y te diga que todo va a estar bien.
Quieres verla nuevamente pero no puedes.

¿Alguna vez has tenido el corazón roto?
¿Alguna vez has pensado que todo es un error?
¿Alguna vez miraste lo que los ojos de las personas dicen?
¿Alguna vez te has puesto a pensar en lo que los demás sienten?

Yo sí, me han roto el corazón y le he roto el corazón a alguien, he tenido que vivir con el “que hubiera sido” en mi mente día a día.
He pensado que desde que la conocí todo ha sido un error, el error más bonito de mi vida.
Las miradas de los los demás me han contado secretos, me han dicho que nada está bien pero siempre lo disimulan con una sonrisa.
He visto la fe y la pérdida de la misma en cada mirada que me observa.
He sentido el dolor, he sentido el cansancio, no sólo lo sienten ellos… también lo he sentido yo… en cada centímetro de mi piel, en cada pensamiento antes de dormir.

Siento el amor por ella en cada fragmento de todo lo que soy.

¿Cómo se vive sin ella? ¿Cómo se es feliz sin ella?
¿Cómo poder recordar su voz después de perderla?
¿Cómo recuperarla? No, ya no… no puedo.

La gente caminaba de un lugar a otro, sus rostros se veían cansados, los rayos del sol se reflejaban sobre el vidrio, las lágrimas de ellos reflejaban muchas cosas que no podía describir.

Mi madre me abrazaba y mi padre decía mi nombre, pero yo no quería escuchar nada.

Me sentía perdida y sola, no podía encontrarme a mí misma en medio de tanta gente, quise gritar pero el dolor le ganaba la batalla a mis palabras.

Las paredes blancas parecían acercarse a mí cada vez más, me oprimían causando un efecto de claustrofobia.

Quise levantarme pero una mano se aferró a mí obligándome a acostarme, cerré los ojos y todo fue negro… quería verla, quería sentirla.

Nuevamente abrí los ojos y ví a mi papá a mi lado, voltee a ambos lados y no había nadie más, me moví sobre la cama y sentí dolor en el brazo, era esa clase de dolor físico.

¿Papá? - mi padre abrió los ojos y con rapidez se acercó a mí.

¿Estás bien bebé? - estaba desorientada pero logré asentir.

Necesito ver a Ally, por favor dile que me perdone, llévame con ella - intenté levantarme pero mi papá me detuvo y sonrió.

No hace falta que vayas a buscarla, ella está afuera, ha venido todos los días - comencé a llorar y mi corazón empezó a latir muy rápido.

Papá… - se levantó de la silla y me dió un beso en la frente.

No te esfuerces mi amor, iré por ella - asentí y lo ví irse, sentí ardor en mis ojos, era como si hubiera llorado dos noches seguidas.