29-Finn Wolfhard

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Estaba yendo a mi nuevo instituto con mi mejor amiga, Luna. Nos cambiamos los dos porque ella quería estar más tiempo con su novio y yo no quería quedarme sola. Apenas entrabamos y Luna ya había comenzado a mirar chicos pero ninguno se compara con "su Steve". Le propuse de ir a buscar los horarios, pero a mitad de camino Luna se encontró a Steve con una chica y tenía que dejarlos solos. Una vez que me dieron los papeles fui al aula donde se suponía que estaban Luna y Steve discutiendo.

—Ya tengo tus hora...—Cuando me vieron, dejaron de comerse mutuamente—Sigan con lo suyo—Dije y pegue la vuelta.

—Hey, espera, mis horarios—Dijo Luna, se los entregue y me fui de ese lugar. No quería ser testigo de las posibles relaciones sexuales entre ellos dos.

Sonó el timbre dando a entender que empezaban las clases y yo ya estaba perdida en ese pasillo. Salió del aula Luna, con su amado, peinándose. Con suerte a los tres nos tocaban la misma materia. Steve nos llevó a nuestro salón de clases y se sentó en su banco con la chica. Luna y yo nos sentamos atrás de todo ya que no había lugar adelante. Cuando llego el profesor nos hizo pasar al frente y todo eso. En mitad de clase, Luna me da un papelito "Encontré a tu chico ideal". Yo solo la mire. Ella siempre cuando vamos a un instituto nuevo mira a los chicos ideales para a mi intentando que sean con las características que le dije una vez. Ninguno de los chicos que me presento consiguió ser mi pareja, pero ella nunca perdió la esperanza porque dijo esto: "Te prometo que con el tipo que te vas a casar será presentado por mí".

Tenía pensado decirle algo pero justo toco el timbre. Agarre mis cosas y me fui directo al patio. Me senté en el pasto, esperando a que Luna venga.

—Se llama Finn Wolfhard—Me dijo apenas me vio. La mire confundida y sorprendida. Iba a seguir hablando pero yo la interrumpí.

— ¿Estás loca o qué onda?—Exclame sorprendida.

— ¿Ahora qué hice?—Dijo preocupada.

— ¡¿Acaso no conoces a Finn Wolfhard?!—Ella me miro raro. Solté un suspiro—Es un actor famoso al que yo admiro mucho—Le mostré una foto.

—Ah, ese es por el babeas todos los días—Yo mire para otro lado para ver si alguien escucho algo—Con razón se me hacía conocido. Estuve hablando con él, es amigo de mi novio—Antes de que pudiera decir algo, suena el timbre.

Me tuve que separar de Luna, pero Steve me llevo al salón correspondiente. Me senté en el único lugar disponible y espere al profesor. Con el rabillo del ojo, pude ver a Finn entrando con sus amigos mientras se reía, me puse nerviosa pero lo disimule a la perfección, no lo quería incomodar. Sinceramente me emocionaba mucho compartir clase con él, aunque no creo que hablemos, me ponía nerviosa. Sentí su mirada apenas cruzo la puerta, no pude evitar mirarlo a los ojos, lo mire unos segundos y dirigí mi vista al profesor que recién había llegado. Finn, lentamente, se dirige a su asiento pero en el camino nunca saco la mirada de mí, ocasionándome más nervios.

Después de aquella aburrida y larga clase, toco el timbre de cambio de hora. Me tenía que dirigir a la clase de química. Mientras agarraba las cosas, escuchaba murmullos de los amigos de Finn, pero no le preste atención, no quería parecer una chusma. Había terminado de guardar las cosas cuando siento pasos atrás mío.

— ¡Hola, soy Finn! ¿Qué clase tienes ahora?—Me miro a los ojos, haciendo que me derrita.

—Química—Le respondí cargando la mochila en mi hombro.

—Yo también—Dijo emocionado, se veía muy tierno— ¿Te molesta si te acompaño?—Adivinen quien grito internamente.

—Oh, no hay problema, de paso me muestras el salón.

Tuvimos que subir muchas escaleras para llegar al aula de química. En el corto camino, Finn me pregunto varias cosas sobre mí. Él se ofreció a sentarse conmigo, a lo que estuvimos toda la clase haciendo estupideces. En ese momento supe que íbamos a ser grandes amigos, él me confeso que fui la primera persona que lo conocía con Stranger Things que no lo incómodo solamente por ser famoso.

Pero con el pasar de algunos meses, él consiguió novia y me dejo de hablar. Me dolió, sí, pero me mantuve feliz con mi mejor amiga y su novio. Obviamente, mi enojo hacia él seguía presente.

*Varios meses después*

En un día cualquiera de verano, estaba yendo a una heladería cuando aparece Finn de repente, haciendo que nos choquemos y se le caiga mitad de su café (Recién hecho e hirviendo) en mi estómago. ¿Lo peor? Estaba con una remera corta. Me puse a insultar mientras que Finn solo me suplicaba perdón.

— ¡¿Quién se compra un puto café con cuarenta grados de calor?!—Le grite a Finn. Él iba a decir algo pero lo interrumpí— ¡No digas nada!—Me agarre el estómago del ardor. Él se levantó la camiseta y derramo la otra mitad del café en su estómago— ¿Que mierda estás haciendo?

Finn solamente se quejaba del dolor conmigo. Un señor nos ofreció llevarnos a un hospital cercano, ya que en cualquier momento caímos en coma por el dolor. El único medico desocupado nos atendió apenas llegamos.

Estábamos los dos en dos camillas con el estómago rojo y con una crema.

— ¿Por qué carajo te tiraste el café?— Trate de sonar calmada.

—Me lo merecía— Estuve a punto de decir un comentario sarcástico, pero prosiguió—Fui muy estúpido al dejarte de hablar, pero la razón es que alejándome de ti se iban a ir los sentimientos que tengo. ¡Me gustas desde la primera vez que apareciste en mi vista! Eres hermosa y divertida. Quizás no me quieras como yo lo hago, pero, por favor, quiero volver a hablar contigo.

—Yo también siento lo mismo por ti. Sinceramente me gustas mucho—Admití— Ven y dame un beso.

Nos íbamos a levantar rápido pero nos empezó a arder de nuevo el estómago. Poco a poco nos levantamos mientras nos quejábamos del dolor. Apenas nos pusimos de pie, fuimos hacia el otro y nos besamos. Por la falta de aire, nos separamos pero nuestras bocas estaban a centímetros.

—Es tu culpa estas quemaduras—Le dije en broma.

—Admite que valió la pena.

—Amigo, hay otras maneras de confesarse más decentes—Nos reímos juntos y nos besamos de nuevo.

— ¿Quieres ser mi novia?

—Claro que sí—Íbamos a besarnos por tercera vez pero el doctor abre la puerta.

—Ya, ya, muy tierno todo. Ahora vuelvan a sus camillas, tengo que revisarles las barrigas—No pude evitar reírme ante la cara de Finn al ver que nos interrumpieron el beso.  

𝑶𝒏𝒆 𝑺𝒉𝒐𝒕𝒔 & 𝑷𝒓𝒆𝒇𝒆𝒓𝒆𝒏𝒄𝒆𝒔 || 𝑰𝑻&𝑺𝑻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora