𝑶𝒏𝒆 𝑺𝒉𝒐𝒕𝒔 & 𝑷𝒓𝒆𝒇𝒆𝒓𝒆𝒏𝒄𝒆𝒔 || 𝑰𝑻&𝑺𝑻

19-Stanley Uris

Habíamos llegado a esa casa toda destrozada y sucia, con la intención de rescatar a mi mejor amiga, Beverly.

Los chicos estaban "armados" (Seamos sinceros, el único armado era Mike). Richie rompió una botella pero le salió mal, tenía ganas de reír pero no era el momento para chistes.

Bill tomo la iniciativa y entro a esa casa. Entramos todos excepto mi judío favorito, tenía miedo. Se le notaba desde leguas que no quería entrar aquí, en realidad, nadie quería estar ahí. Lo mire, y sin decir nada, le extendí mi mano.

—Vamos, Stan. Tenemos que ir todos juntos para ganarle a eso—Me miro no tan convencido y agarro mi mano. Le sonreí y le di un leve apretón.

— ¡Usen condón!—Grito Richie. Bill y Eddie lo mandaron a callar. Yo no dije nada, ya me había acostumbrado los comentarios de Richie Tozier. En cambio, Stan se sonrojo.

Fuimos directo al pozo ese. Miramos para abajo y supimos que si alguien se tiraba, moriría. Mientras los chicos se preguntaban cómo bajar, yo investigue toda la zona. En una de las paredes veo de sogas, Mike me miro y pensó en lo mismo. Ayude a Mike a poner una de las sogas en el gancho, él se propuso para asegurarse de que se mantenga la soga en el gancho.

Los chicos comenzaron a bajar, haciendo que sea la anteúltima en bajar. Mike me deseo suerte y empecé a bajar por la soga con mucho cuidado.

— ¡Linda vista!— Grito Richie, claramente, refiriéndose a mi trasero.

— ¡Oh, cállate Richie!—Grite mirando abajo. Hubo un movimiento brusco en la soga, haciendo que casi me caiga. Habían soltado la cuerda por un momento.

— ¡Mike!— Grita Bill. Asustada, miro arriba y no estaba más. De repente veo a Henry asomando la cara, que estaba llena de sangre, mientras sostenía la cuerda. Tenía intención de soltar la cuerda.

—Mierda, Henry, no lo hagas—La soltó un poquito, quería asustarme—Por favor, no lo hagas— Bajo la cuerda, más y más. Hacia movimientos bruscos para que me asuste más de lo que estaba. Hizo así hasta llegar al hueco donde estaban los chicos.

—A ti no tengo intención de matar—Solté un suspiro de alivio y me metí donde estaban los chicos—, pero sí al negro.

— ¡No, no!—Le grite pero no me hizo caso.

—V-voy a encontrar la manera de s-subir—Dijo Bill.

—No puedes— Dijo Eddie.

Se escucharon ruidos y golpes de allá arriba. Estábamos todos callados cuando vemos caer a Henry en el pozo mientras gritaba. Mike estaba asomado, recargo su arma pero las demás balas se cayeron al pozo.

— ¿Chicos? ¿Dónde está Stan?—Pregunte al darme cuenta que no estaba con nosotros. Ellos se miraron entre sí—Mierda— Murmure y salí de esa alcantarilla.

Trote un minuto, mirando para todos lados, con los chicos atrás. Eddie encontró la linterna de Stan tirada y empezamos a correr en busca de él. Cuando lo encontramos, estaba en el piso tirado con una tipa toda deforme comiéndole la cara (Esa imagen no saldrá tan fácil de mi mente). Sin pensarlo, voy y le meto una patada en la cabeza a la tipa esa. Me grito, me rasguño en mi mejilla y se fue por unas de las tantas alcantarillas que había en ese lugar. Apenas se fue, Stan despertó de su inconsciencia.

— ¡Ustedes no son mis amigos! ¡Me dejaron solo!—Grito Stan llorando. Me rompía el corazón verlo así. Los chicos se acercaron y trataron de tranquilizar a Stan. Bill, en cambio, fue por unas alcantarillas porque vio a eso rondar por ahí.

Cuando se tranquilizaron las cosas, nos paramos y fuimos por la misma alcantarilla que había tomado Bill varios minutos antes. En el camino, sentí un dolor punzante en mi mejilla, la toco y veo que estaba sangrando (Era muy lógico que me sangraría ya que una maniática deforme me rasguño). No le preste atención, pero Stan se dio cuenta y me toco la herida, le golpee la mano porque solamente logro de que me doliera más la herida. Se acercó a mí y le dio un beso a mi lastimadura, tal vez pensaba que iba a curarla de esa manera, yo le sonreí. Él me miro con su sonrisa poco usual y volvió la mirada hacia el frente. Me detuve ocasionando que Stan también lo haga y me mire confundido, tenía pensado hacer una locura.

—Sé que este no es el momento ni el lugar, pero hay muchas probabilidades de que muera aquí y no quiero morir con la amargura de no haber besado al chico que me gusta— Solté nerviosa. Lo agarre de las mejillas a Stan y lo besé. Al principio estaba sorprendido, pero después me lo siguió y me agarro de la cintura. Nos separamos con una sonrisa atontada de parte de los dos. Parecía como si nos hubiésemos olvidado de que íbamos a enfrentarnos a un payaso asesino que le encantaba comer niños.

— ¡Chicos! ¡Vamos!— Grito Eddie desde lejos.

— ¡Ya vamos!—Le grite de vuelta, y fui rápidamente hacia a ellos con Stan atrás mío.

Habían pasado... ¿Tres horas? Sinceramente no tenía noción del tiempo ahí abajo. Logramos vencer al payaso, enfrentamos nuestros mayores miedos. Salimos de aquel pozo y nos fuimos directo para nuestras casas, excepto Eddie. No tenía ganas de enfrentarse con su madre de nuevo.

Llegue a mi casa, me tire a mi cama. Sonreí como tonta al recordar el beso, mi primer beso, cerré los ojos, quería volver a tocar esos labios, quería volver a tocar sus mejillas, quería volver a tener esa sensación hermosa. Me mordí del labio, tratando de recordar el sentimiento que tuve al besarlo. Iba a entrar a bañarme, pero escucho el timbre. Abro la puerta, veo a un Stan cansado del otro lado del umbral. Iba a preguntarle qué paso, pero pasa un brazo por mi espalda y el otro agarra uno de los míos, haciendo que estemos solamente a centímetros. Podía sentir su respiración agitada. Me mira unos segundos a los ojos y estampa sus labios con los míos, yo le sigo el beso gustosamente. Poco a poco, él deja de agarrar mi brazo, a lo que yo paso mis manos por su cuello y juego con su pelo rizado. Por culpa del, tan necesitado, aire nos separamos. Juntamos nuestras frentes, yo lo miraba a los ojos tratando de asimilar lo que había pasado. Sin duda este día iba a ser inolvidable.

—Tú también me gustas—Susurro Stan. Mi sonrisa se ensancho y lo abrace de la emoción. Nos separamos y nos miramos de nuevo. Llevo un mechón de mi pelo por detrás de mí oreja, pero dejo la mano ahí— ¿Te gustaría ser mi novia?

—Me encantaría, Stan— Él sonrió más y junto nuestras frentes.

—No sabes la felicidad que me ocasionas...  

Nota de autor:

1) Estamos en #2 en Eddie AFAGSKEBWLDJ.

2) fALTA CIEN VISTAS EL 1K, YO NO ESTOY LLORANDO, TÚ ESTAS LLORANDO.