𝑶𝒏𝒆 𝑺𝒉𝒐𝒕𝒔 & 𝑷𝒓𝒆𝒇𝒆𝒓𝒆𝒏𝒄𝒆𝒔 || 𝑰𝑻&𝑺𝑻

2-Finn Wolfhard

Aclaración: Argentinian rayis. Cuando aparece esta letra, es porque está en español.

Estaba con el elenco de Stranger Things en una entrevista en vivo. Estaba sentada en un sofá, al lado de mi gran amigo, Finn (Y sí, estoy en la friendzone). Al lado de Finn estaba Millie. Atrás mío tenía a Sadie, que al lado estaba Gaten, al lado de Gaten estaba Caleb y al lado de Caleb estaba Noah. Ellos estaban sentados en sillas.

Los chicos contaban anécdotas que paso durante la grabación de ST y respondían las preguntas de la entrevistadora. Yo solo me reía y agregaba cosas. Me gustaba estar con los chicos de tal manera, ya que, a pesar de tener casi todos los días ocupados, ellos lo hacen menos estresante.

—Tu personaje es muy sarcástico, inteligente y muy friki, pero a la vez sensible y bondadoso ¿Se te fue difícil imitar ese personaje?—Me miro a mi la entrevistadora.

—No, ese personaje se parece mucho a mi personalidad. Fue muy fácil de hacer de Jessica. Incluso soy más sensible que Jessica, tuve que aprender a cómo controlar mi sensibilidad—Le respondí. [La jessy ahre]

—Mucho no te sirvió—Suelta Millie—La otra vez se puso a llorar porque murió un personaje de su serie murió, y al rato estaba llorando de la felicidad porque revivió—Yo le tire un almohadón que tenía al lado mío. Ella y yo nos reíamos. Podía sentir la mirada de Finn en mí.

Y así es como los chicos empezaron a contar anécdotas mías, haciendo que me muera de vergüenza. No es culpa mía que en todas las series que veo maten a mis personajes favoritos ¿Si? Por mi suerte, los detuvieron e hicieron un corte. Con vagancia, me levante de aquel sofá tan cómodo (Como mi cama) y fui directo al camerino. Apenas entre en el camerino, volví a salir porque Sadie me dijo que había comida afuera. Gaten y Noah me impidieron el paso hacia la mesa de comidas.

—Te gusta Finn—Afirmo Gaten.

— ¿Qué? No, pff—Mentí nerviosa. Quise seguir mi camino, tenía mucha hambre.

—Oh vamos, ¿Piensas que no nos dimos cuenta?—Esta vez interviene en mi camino Noah.

—No te di permiso de hablar, enano doméstico—Le dije en modo de broma. Se hizo el ofendido y fue para el camerino. Gaten seguía ahí.

Gaten tenía la intención de seguir hablando, yo lo empuje. No tenía ganas de hablar de ese tema, tenía mucha hambre.

Con suerte había unos emparedados de jamón y queso. Estaba en camino hacia el camerino, cuando una cara de sapo salvaje aparece de la nada. Me asuste y se me cayó el emparedado. Eso me dolió y mucho. El solo se reía por mi cara.

—Te odio—Le dije apenas levante la vista de todo el jamón y el queso tirado en el piso.

—Yo sé que no—Me dijo con su sonrisa tan característica de él. Le comería toda la boca a este pendejo.

—Yi si qui ni—Lo imite— ¿Por qué no te vas bien a la concha de la lora? Hijo de puta—Me di la vuelta con la intención de ir de nuevo al camerino, pero me agarro del brazo haciendo que quedemos frente a frente.

—Sinceramente, no entendí nada de lo que dijiste pero creo que fueron insultos, así que perdón—Perdóname está, idiota, pensé. [Me cague de risa en esta parte, ayuds jksjkskjkkd]

— ¡Me tiraste mi almuerzo!—Exclame. Nadie se mete con mi comida— ¡Y no me vengas con que me la vas a devolver, porque ya van cuatro almuerzos que me debes! ¡Todavía no los veo, eh!

El me miro, con esa sonrisa que me mata, y me agarra del brazo. Me lleva a un camerino desocupado. Apenas abre la puerta de aquel camerino, veo una mesa con una vela, dos platos de plástico, y dos vasos. Las sillas (Que también eran de plástico) tenían una tela para disimular el hecho de que están sucias.

— ¿Qué te parece?—Me pregunto Finn mientras sonreía nervioso.

—Realmente esto es muy hermoso pero...—Su sonrisa se desvaneció cuando dije "pero"—Dentro de diez minutos volvemos al aire—Se puso a insultar silenciosamente. Llamo a los chicos y les dijo que se lleven todo. Noah me miro y me guiño el ojo, a lo que hizo que Finn pase su brazo por mis hombros.

Los chicos nos dejaron solos, sin antes decirnos que nos quedaban menos de diez minutos para hacer lo que tengamos hacer, que teníamos que usar preservativo, ya saben, los típicos comentarios de adolescentes totalmente absurdos y pervertidos. Apenas cerraron aquella puerta, nos miramos. Su mirada decía mucha cosas, y te puedo asegurar que la mía también hacia lo mismo. Con las miradas entendimos todo lo que sentíamos uno por el otro, y sin más, nos besamos. Mi corazón latía muy rápido y un zoológico paso por mi estómago, provocando una sensación rara pero a la vez bonita. Y no, no era mi primer beso, pero nunca había sentido algo así...