Estoy sentada junto a Aarón en su sala de estar, supuestamente estamos mirando televisión mientras espero que Lexa aparezca, pero lo único que hago es mirarlo por el rabillo del ojo y de manera muy arriesgada giro mi cabeza para verlo mejor de vez en cuando. No han pasado ni diez minutos desde que llegué pero aún así se nota que Aarón no está para nada interesado en hablar conmigo, no me ofreció un vaso de agua o una cerveza de las que está tomando, ni siquiera me invitó a tomar asiento.
Aprovecho el tiempo y le mando un mensaje a Zoe diciéndole que en una hora, o quizá un poco más, estaría en su casa puesto que le dije a mi madre que estaría ahí y no en casa de los Evil.
Aarón está viendo una película cómica pero no se ríe en ningún momento, a mi se me escapa una que otra risa cuando miro la pelicula y no a Aarón, o sea, muy pocas veces. Me gusta mucho Aarón y a mi cuerpo le provoca muchas cosas pero siendo sincera conmigo misma ahora me estoy aburriendo demasiado. Miro a mi alrededor por instinto pero no hay nada con lo que me pueda entretener, ni siquiera la película está tan buena, la casa se ve realmente distinta a como aquella noche, esta un poco desordenada pero solo un poco y tambien esta un poco bastante colorida, supongo que Lexa es la responsable ya que ella estudia artes. Hay un cuadro en especifico que me llama la atención, es de un hombre tras unos barrotes, el rostro de él está algo desanimado pero de todas formas hay un pequeño destello de vida en sus ojos, tras él hay dos sombras oscuras y algo pequeñas, parecen niños, y unas cadenas unen al hombre con la sombra más alta, es un cuadro realmente perturbador y el único que no tiene color.
Un olor comienza a invadir la habitación, miro a Aarón de inmediato ya que puede que esté fumando algo pero no es así, sigue con su vista pegada al televisor, fuerzo mi olfato unas tres veces para estar muy segura de que el olor que siento es a quemado y lo confirmo las tres veces.Miro fijamente a Aarón,esperando a que lo note pero su mirada y concentración en la película demuestran lo contrario, carraspeo y me aguanto la risa, debe de ser un pésimo cocinero.
-Aarón-lo llamo intentando no reír, no responde-Aarón.
-¿Qué quieres niñata?-no gira su cabeza pero si mira por el rabillo de ojos por unos segundos.
-Algo se te está quemando-a pesar de que intenté no reírme ahora me es imposible.
Apenas dije eso su cara se giró hacia mí terminando con cualquier intento mío por no reír, sus ojos poco a poco se fueron abriendo a tal punto de parecer completamente asustado. Se levanta y corre hasta la cocina, yo lo sigo sin parar de reir y aumento mis carcajadas cuando veo la cocina llena de humo. Me mira furioso como si yo tuviera la culpa y supongo que también para que deje de reír pero no puedo, simplemente es tan gracioso verlo en esta situacion que la risa ya me dominó.
-Deja de reirte niñata de mierda-dice luego de lanzar la olla al lavaplatos, dejo de carcajear de inmediato pero la sonrisa no la puedo evitar.
-¿Qué era eso?-le pregunto sonriente y él me dedica una mirada furiosa-Solo quiero saber.
-Tallarines-murmura luego de unos segundos, vuelvo a reír y con solo una mirada de advertencia de su parte me callo-Niñata de mierda.
Ignoro su insulto porque se que es lo mejor teniendo en cuenta su carácter-¿Dondé tienes más tallarines?
Me mira curioso y esta vez me mantengo seria, siento que es como un niño que necesita ser alimentado y eso me llena de ternura que no puedo expresar así que lo mejor es quedarme con una expresión neutra- ¿Tienes hambre o no? ¿En dónde están los tallarines?
-En ese mueble-apunta un mueble de dos puertas y largo casi sin ganas o fingiendo no tenerlas, no lo conozco tanto como para saberlo.
Saco del mueble que apuntó un paquete de tallarines largos y una salsa de tomate que encuentro en el mismo lugar, Aarón me mira en todo momento pero no le devuelvo la mirada directamente y es que tengo miedo de que si lo hago me pueda caer o equivocar en lo que planeo hacer. En una olla pongo el agua a hervir; él sigue mirándome; también dejo en otra olla las vienesas cociendo, luego abro el refrigerador y saco una zanahoria, dos champiñones, un poco de cilantro y unas cuatro vienesas , comienzo a picar con el cuchillo en trozos muy pequeños los alimentos que saqué del refrigerador.

ESTÁS LEYENDO
Los días buenos.
RomancePrimera temporada. La primera temporada de esta historia esta llena de violencia y drogas, por lo que si la vas a empezar a leer ten en cuenta de que no sera eterno. Segunda temporada. No sé cómo pero siempre me equivoco, no tengo claro hacia donde...