Cambiada.

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Lo obvio es que luego de ese beso Aarón me pidiera explicaciones pero no lo dejé. A penas separamos nuestros labios le pedí que me llevara a un lugar seguro, privado, donde pudiéramos hablar y eso fue exactamente lo que me dio. Me trajo a una cabaña pequeña, casi diminuta, que se encuentra en medio del cerro Pibbett, yo durante todo el camino que recorrimos en su auto y el camino que recorrimos caminando, ya que la cabaña al igual que el lugar donde planeábamos pasar el fin de semana solo se llega caminando, pensé en cómo contarle la historia, por donde empezar ¿Me dirá que exagero?  

Siento largarse la cadena del baño y sé que ha llegado el momento.

-¿Qué pasó?-Aarón se sienta junto a mi en la pequeña mesa de madera vieja, yo no sé que decir aún y mis ojos se llenan de lagrimas.

-Necesito que me ayudes-trago fuerte y limpio mis ojos.

-Cuéntame que pasa-su rostro se tensa, no sé que es lo que imagina pero puedo dar por sentado que ni siquiera se asemeja a lo que realmente es. 

-Es mi familia, mira quizá lo que te cuente suene loco pero necesito tu ayuda-tomo aire y miro directamente sus ojos-Eres lo ÚNICO que tengo, la única persona que me puede ayudar...

-Haré lo que pueda-toma mi mano y la acaricia-Cuéntame.

Tomé aire y cerré los ojos, ¿Por donde empiezo para que sea fácil de entender?

-Hay cosas que se pusieron raras en mi familia hace algún tiempo, casi desde la llegada de mi hermano o quizá antes, cosas que yo no noté porque estaba distraída con todo este asunto entre nosotros. Estaban ahí, listas para ser descubiertas, pero yo estaba en el mundo de "Aarón"-Ambos sonreímos-Bueno, esas cosas eran como comentarios raros, conversaciones sobre alguien que quería volver o volvió, alguien de quien yo no podía saber. Mi hermano llego justo después del robo en mi casa y en la tienda, creo que fue esa persona de la que yo no podía saber, esa persona que buscaba algo pero entenderlo en ese momento hubiera sido imposible. 

-Puede tratarse de algún loco obsesionado contigo...

-No. No es un loco obsesionado conmigo. Déjame terminar-calmo mi respiración y mis nervios para continuar-La cosa es que aquel día luego de llegar de ese fabuloso día contigo en aquel lugar hermoso, lamento no poder pasar el fin de semana ahí.

-No te preocupes-su mirada me luce sincera así que le sonrío como agradecimiento.

-La cosa es que ese día llegué y mamá estaba histérica, sonaba muy molesta y al principio no entendí por qué, parecía enojada por que yo no estaba asistiendo a la universidad últimamente pero no me dijo más, me mandó a mi habitación sin más explicaciones. Yo me iba pero quería explicaciones así que volví y los escuché hablando sobre un accidente y sobre un hombre al que yo supuestamente le pertenezco, que volvió por mí. Así que exigí explicaciones pero mi cuerpo comenzó a fallar y me desmayé, comencé a soñar con una versión mía pero más pequeña, estábamos en medio de un incendio en una habitación de una niña pequeña, no sé si era la mía no se parecía a la mía en estructura ni en colores. La cosa es que aquel hombre entraba a salvarnos, la yo pequeña me lo aseguraba y me pedía que averiguara que había pasado con aquel hombre. Me dijo que lo hiciera por mi misma más que por nadie.

Al terminar de contarle todo Aarón solo guarda silencio, no sé si piensa en huir de mi locura o piensa en algo que no tiene nada que ver.

-Di algo por favor- me levanto de la mesa con ansiedad-Eres el único al que le pediré ayuda en esto.

-Claro que te ayudaré, solo estoy buscándole sentido a todo eso-me mira desde su asiento con una sonrisa ladina.

-¿Hay café?-Aarón asiente- Prepararé café ¿Quieres uno? 

Los días buenos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora