Los días buenos.

Scarleth.

No pensar bien las cosas se me da muy bien últimamente, si pensara bien las cosas en este momento estaría caminando a mi casa o a la de hannah, no a la de Aarón. Soy estúpida ¿quién después de tirar con un chico vuelve con el chico que la ha rechazado y humillado más de una vez? Soy yo señoras y señores, yo soy lo suficientemente estúpida como para hacerlo. 

-Veámonos de nuevo-leo el mensaje que Ciro me mandó justo después de salir de su departamento, es la quinta vez que lo leo, la quinta vez que sonrío y la quinta vez que decido no contestarle aún. 

No se parece a Aarón y hasta siento más confianza con él que con cualquiera que se encuentre en la casa que estoy mirando con toda la confusión del mundo. Hay un auto mucho más elegante que los que comúnmente rondean por aquí, al menos el dueño del auto elegante plomo no tiene gusto por los sticker que aluden a drogas y sexo. Me siento como si estuviera drogada, como si me hubiera fumado un porro y ahora no tengo ganas de otra cosa más que dormir.

Me siento más estúpida ahora, ¿Con que llaves pretendes abrir? Toco el timbre, por favor que no me abra Lexa, que no sea Lexa, que no sea Lexa...

-¿Se te ofrece algo?-veo y escucho a una mujer de cabello rubio y ojos muy parecidos a los chicos que viven en esta casa, su cuerpo está cubierto por una camiseta que he visto algunas veces en Aarón ¿Acaso le van las viejas también? Parezco una idiota pensando en ella como una "vieja" cuando seria un milagro llegar a estar como ella a su edad. 

Es tan bella que pasó de ser vieja a una idola en menos de 15 segundos, 15 segundos que le bastaron para cerrarme la puerta en la cara. ¿Vuelvo a llamar la puerta o llamo a Aarón por telefono? Deja lo cobarde para otro día Angel, mejor llamo de nuevo a la puerta y...

-¿Acaso tú me preguntas lo que prefiero? Eres un imbécil si crees que esto se va a discutir maldito bastardo-escucho la voz de Lexa.

-Claro que me importa poco lo que prefieres, si lo que prefieres es volver a estar a cargo de esta...

Interrumpo la discusión golpeando la puerta, no pienso quedarme acá afuera por "respeto"a dos personas que pasan más tiempo discutiendo y enojados que tranquilos. La puerta se abre y esta vez es la rubia más joven, definitivamente tienen que ser familia, mirarlas a ambas es como ver el futuro y el pasado.

-Si esta niñata se queda con nosotros, Scarleth igual lo hará-Lexa por qué me metes en esto si no soy parte de su familia-Ella ni siquiera es tu novia, no debería estar aquí.

Al parecer no soy la única que se da cuenta de lo estúpida que soy al quedarme aquí.

Observó la situación familiar en la que estoy involucrada, la mujer está sentada en el sillón cambiando canales y fumando un cigarrillo mirando de vez en cuando por el rabillo del ojo, Aarón está parado detrás del sofá, al parecer hace una competencia con la mujer por quien se fuma el cigarro más rápido, y Lexa cierra la puerta detrás de mí. En la mesa hay tres platos y agua me cae desde el cabello de Lexa cuando se gira de hacia Aarón.

-No la metas, ella no tiene importancia-Aarón ni me mira al decir eso.

Listo. Me voy a dormir, no doy más y si sigo escuchando esto se me van a pudrir las neuronas que me quedan despiertas. Doy unos pasos y mentalmente pongo en mute la voz de Lexa y la de Aarón, antes de subir las escaleras les vuelvo a dar un vistazo ¿Cómo es que alguien tan atractivo como Aarón no puede tener un accidente que le deje el rostro como alguien poco atractivo? Un par de ojos fijos en todo mi ser, no creo exagerar, la mujer que antes se encontraba ignorando al par como pretendo hacerlo yo ahora me está mirando. Y ¡Oh! que sorpresa, me mira con el mismo desprecio que los hermanos y si algo he aprendido de esa mirada es que no es de bienvenida. Subo corriendo las escaleras y me lanzo a la cama de Aarón, no sé del resto del mundo pero no necesito de mucho que pensar antes de caer en profundo sueño.