Has cambiado.

2.8K 176 15
                                    

Intentar detener la pelea fue lo primero que se me vino a la cabeza, no puedo pensar en que mi porte y mi fuerza no son suficientes contra las fuerza y enojo de esos dos chicos pero aún así tengo que intentarlo, Hannah me mira con los ojos demasiados abiertos y su rostro muy enrojecido, sé que probablemente me llegue un buen golpe pero me paro frente a Aarón intentando empujarlo por los hombros y aunque uso ambas manos termino en el asfalto con una rodilla seguramente amoratada y pelada. Hannah me mira pero no se acerca, en cambio grita por ayuda e insulta a todos los que avivan la pelea, intento pararme pero la impresión por el dolor me hace volver al suelo, detesto ser tan delicada, hago el segundo intento esta vez con la mente dispuesta a tolerar el dolor de mi rodilla recién herida. Miro hacia todos lados intentando buscar a alguno de los amigos de Aarón pero no hay ninguno, ni siquiera está Lexa, vuelvo mi vista hacia los chicos tras escuchar un grito de parte de Hannah y un quejido completamente fuerte de parte de Nick.

-YA DÉJALO IMBÉCIL-Hannah se oye mucho más que desesperada- SUELTA A MI HERMANO, POR FAVOR AARÓN, DÉJALO IR. 

-¿Por qué están peleando?-le pregunto a Hannah, sé que me dirá que es por mi culpa pero vale intentarlo, las personas gritan tan fuerte que no logro escuchar que es lo que me dice-¿Qué?

-No lo sé-solloza, niega con la cabeza mirando a su hermano yo busco nuevamente con la mirada entre la multitud a alguien que nos pueda ayudar pero nuevamente no hay nadie.

-Debieron haber hablado antes de ponerse a pelear ¿No escuchaste nada? De seguro discutieron o algo-pero Hannah no responde.

Hannah comienza a llorar nuevamente, se le nota la desesperación a leguas y yo ya no sé que hacer para ayudarla, veo como Nick  cada vez se mueve menos, como si se estuviera apagando poco a poco y no sé que hacer, no puedo dejarme llevar por la desesperación pero tampoco me es posible relajarme. Miro nuevamente buscando a alguien y entre todas las personas distingo a la que nunca imagine, Rai mira la pelea asombrado, camino hacia él decidida a convencerlo de cualquier forma para que detenga a Aarón, sé que es más pequeño pero no se ve como alguien débil y ayer en la mañana demostró  que no le tenia miedo en lo absoluto.

-¡Rai! Por favor, tienes que detenerlos-no me preocupa como se debe ver mi rostro porque sé que esta completamente rojo y preocupado. 

Rai asiente y le pega un codazo a un chico a su lado, este asiente al igual que Rai y ambos se meten en la pelea. Él amigo de Rai es igual que el en tamaño pero aún así logran alejar a Nick de Aarón.

-¡DÉJENME GOLPEARLO! MALDITO IMBÉCIL, TE VOY A MATAR-Aarón intenta golpear a Rai para atacar nuevamente a Nick que definitivamente ya no responde.

Y para suerte de Nick y todos aparece un chico gigante y gordo, que toma a Aarón de una manera que nadie se lo esperaba impidiéndole acercarse a Nick nuevamente. Aarón sigue empujando al gigante chico pero este no lo deja avanzar ni siquiera en lo más mínimo.

-Necesito una ambulancia en la Universidad N. I. hay un chico inconsciente y todo golpeado, esta perdiendo sangre y su pulso a disminuido en menos de un minuto-Nick esta en el suelo, su cabeza esta en las piernas de Hannah quien no para de llorar, Rai llama por la ambulancia y su amigo intenta despertar a Nick de alguna forma. 

Quiero moverme a ayudar pero una mano apretando mi brazo me detiene.

-Que esto le sirva como una advertencia-Aarón me arrastra con él, alejándome de todos quienes están demasiado sorprendidos como para decir algo.

Sé que tengo que soltarme e ir donde está Nick, acompañarlo, ayudarlo, pero lo que quiero es hablar con Aarón. Me dejo llevar por él a pasos torpes, me siento rara y adolorida, me duele la pierna, la muñeca y ahora el brazo, llegamos a su auto y prácticamente me tira dentro pero no reacciono, no digo nada ¿Qué puedo decir? ¿Si le reclamo me golpeara igual que a Nick? Me pongo el cinturón mientras miro como Aarón da la vuelta el auto y se sube con completa neutralidad, pareciera que jamás hubiera peleado con nadie. Cuando se sube y toma el volante veo como sus manos están llenas de sangre, me sorprendo y no puedo respirar, lentamente mientras él conduce como loco, miro su cara y también encuentro gotas de sangre esparcida, mi cuerpo está paralizado y solo mis ojos se mueven en busca de sangre, su ropa no es la excepción. 

Los días buenos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora