Los días buenos.

Aunque la mona se vista de seda mona se queda parte 1.

-No lo sé, no estoy segura de esto Zoe-le digo a mi amiga por millonésima vez.

-Tu eres la que quiere provocarle una erección al chico más superficial de la universidad-dice Hannah y Zoe asiente.

-Tan solo quiero que se fije en mí-me lanzo a la cama de Zoe por millonésima vez en el día sintiéndome derrotada como siempre.

-Y la única forma en la que él se fijará en ti es para tener sexo-dice Zoe sin siquiera sentir compasión por como me pueda sentir con sus palabras- ¿Quieres tener a Aarón? Pues su pene es lo único que puedes obtener.

-Al menos dejaras de ser la virgen del grupo-dice Hannah con una simplicidad sorprendente.

-Mi madre me mataría si supiera que estamos planeando mi desvirgamiento-murmuro para mí misma.

-Tu madre está follando con tu padrastro en la playa festejando su aniversario así que no lo sabrá-Zoe me lanza el descarado vestido rojo a la cara junto con la lencería negra elegida por Hannah- Ahora vístete que tenemos que maquillarte y peinarte.

Resignada, temerosa y decidida entro al baño, es una mezcla extraña de sentimientos pero, joder, son los únicos  que reconozco en estos momentos y es que siento muchísimos sentimientos más. El espejo del baño de Zoe deja ver mi cuerpo completamente desnudo, tan solo queda pelo en mi cabeza ya que Hanna y Zoe se han encargado de eliminar cada bello de mi cuerpo con cera caliente, un dolor completamente necesario según ellas, para tener sexo y más si es con Aarón Evil. Él es el único chico que moja las bragas de cada una de las mujeres de la ciudad con tan solo respirar, es un sexy chico increíblemente lindo y malo que me tiene loca desde que lo conozco hace un año aproximadamente. No soy una chica tímida pero él es tan inalcanzable como las estrellas y no por llamarme Angel puedo volar, por lo que hablarle para mi es totalmente un reto y la única forma, según mis amigas, de poder tener contacto con él es que sea el mismísimo Aarón quien me hable, aunque eso signifique que al día siguiente me trate como a una más de muchas. La lencería negra queda tan pegada a mi cuerpo como el diminuto vestido rojo, me siento bella y sensual siendo que aún no me maquillan ni me peinan. Es inevitable sentirse de esta forma, supongo, mi cuerpo tirita al saber que en tan solo unas horas estaré bajo el cuerpo del mismísimo Aarón Evil el chico de mis sueños húmedos.

-No deberías hacer esto Angel-dice Zoe mientras entra al baño asustándome, la miro casi sin poder creer sus palabras y es que ella fue la de la idea- Conozco unos chicos de la universidad que te encuentran atractiva sin necesidad de usar esta ropa.

-Ninguno es Aarón.

-¿Por qué tiene que ser Aarón específicamente?-me reclama saliendo del baño y yo la sigo.

-Ni ella lo sabe Zu-responde Hannah por mi.

-¿Por qué me ayudan si van a juzgarme tanto? Yo jamás te dije nada Hannah cuando quisiste estar con ese hombre casado, y Zoe yo tampoco te dije nada cuando engañaste a tu novio de toda la vida con ese rapero que vivía con su madre teniendo casi 30 años-exploto como jamás lo hago pero ya me están haciendo sentir más nerviosa de lo que debería.

-Lo siento pero Aarón está muy jodido y meterte con él es matar tu corazón-dice Hannah.

-Ese chico ha estado en la cárcel junto a su hermana, que está igual de podrida -Zoe me sienta en su tocador y comienza a maquillar mi rostro sin siquiera preguntar.

-Lo sé.

-No, no lo sabes-dice Hannah riendo de manera muy pesada para mi gusto- Mi tío Roger trabaja en la comisaría y dice que Aarón está tan podrido como el peor asesino que conoció.

-Eso es realmente subjetivo-lo defiendo.

-Si que te gustan los casos perdidos-dice Zoe negando con la cabeza-Estas igual de loca que él.