Los días buenos.

Un plan de un segundo.

-¿Por qué?-la cara de Lexa se nota descuidada y sus ojeras están irritadas, mientras sigo de pie detrás de Aarón el chico que acompaña a Lexa en la sala de estar esta comiendo su plato de comida con la mayor concentración de la vida-No la quiero aquí.

-No empieces-dice Aarón con seriedad-No te estoy preguntando.

-Entonces explícame por qué esta niñata va a quedarse aquí-me mira con desagrado, recuerdo las ultimas palabras que me dijo y me estremezco, cuando quiere Lexa puede dar mucho miedo.

-Ese es mi problema por lo que no tengo que darte explicaciones y esta es mi casa así que si digo que se queda, se queda -dice Aarón y me pellizca levemente el brazo y luego hace una seña para que lo siga al segundo piso.

Me gustaría que esas palabras significaran algo más, pero para Aarón no existe la claridad, todo lo que sale de su boca pueden tener miles de significados, recomiendo pensar lo peor. Lo sigo hasta que se detiene frente a la puerta que da a su habitación, se detiene frente a la puerta por un par de segundos y finalmente la abre. Sigue igual que la ultima vez que estuve aquí, recuerdo que al principio creí que no demostraba mucho de su personalidad pero ahora puedo decir que es exactamente como Aarón, alguien vacío, sin mucho que comprender, a quien solo se acercan las personas que están conscientes que no cuentan con él a no ser que reciba algo a cambio. Yo soy una en un millón tiene muchas cosas que lo hacen sentirse culpable conmigo, sobre todo mi parecido, que aún no termino de entender, con Melanie.

-¿Dormiré aquí?-por favor no, no me tortures así.

-No hay mas habitaciones disponibles-que maldita suerte tengo.

-¿No se te hará incomodo?-le pregunto con miedo a su respuesta, mi corazón aun esta esperando ser completamente roto, supongo que no a descubierto que no se puede romper más.

-Casi no duermo aquí así que no te hagas ilusiones-lo miro completamente sincera, mis ojos irradian enojo-Está bien, los comentarios así son como un instinto, no es algo tan personal.

Bajo la mirada, tan personal, que gracioso. Vuelvo a mirarlo y a entrado al baño de la habitación, siento correr el agua de la ducha, miro las paredes y luego siento un vacío, debería estar en mi casa sin problemas y debería poder mirar a mi familia sin sentir que son unos mentirosos, pero en cambio no tengo ningún lugar donde pueda vivir y sentirme confiada. Necesito mis cosas, un poco de mi ropa y mis materiales de la universidad, pero tengo sueño y cero ánimos de ir a mi casa en estos momentos, todos deben estar ahí y no tengo ánimos para explicarles por qué no volveré por un tiempo.

Miro la cómoda cama y no me aguanto, estoy tan cansada que ni siquiera puedo pensar en si Aarón se podría enojar. A todo esto ¿Qué mentira le diré a mi madre? No puedo decirle "Hola mamá, sé que mienten todos ustedes y quiero saber la verdad, por eso le pedí ayuda a un drogadicto y probablemente traficante para descubrir que es lo que me ocultan y que significa ese sueño". Claro que no puedo decirle eso, supongo que tendré que pensar en algo, quizá luego de dormir un poco. No puedo evitar pensar que soy una idiota, pude haberme esforzado un poco y haber encontrado a alguien más decente o alguien con más experiencia, pude haberme pagado un detective pero no tengo dinero y estoy completamente enganchada del energúmeno que se esta duchando.

Mis ojos se abren de golpe, me demoro unos segundos en tomar conciencia de donde estoy y mientras me siento me doy cuenta que ya es de noche. Miro la hora en mi celular y le desactivo el modo avión, me arrepiento y lo vuelvo a activar al ver la cantidad de llamadas que tengo de parte de todos, pero tengo  que llamar a Hannah para que en la mañana pase por mi y me traiga algo de ropa, así que tengo que activarlo de nuevo. Me levanto de la cama y me paro frente a la ventana que esta abierta para tomar un poco de aire, automáticamente me sobo el brazo que sostengo el teléfono por el frío.

-Dime -Hannah se nota distraída, de seguro esta estudiando.

-Necesito que pases por mí a casa de Aarón mañana y me prestes algo para cambiarme.

-¿Por qué estas en su casa?-no puedo decírtelo.

-Me quedaré por un tiempo pero mañana te explico por qué-otra mentira más que inventar.

-Esta bien, recuerda lo que te dije Angel, la mejor forma de atraer a un hombre es aparentando que no estas interesada-sigue sonando distraída, ignoro su consejo por ahora, de todas formas dudo que eso funcione con Aarón.

-Lo sé, gracias. Nos vemos mañana-cuelgo y vuelvo a activar el modo avión.

Cierro la ventana y camino hasta el ropero de Aarón, dudo al principio pero luego saco una de sus sudaderas y me la pongo. Quiero bajar a comer y lo hago, no me importa encontrarme con Lexa y recibir algunos insultos gratis, no he comido nada en todo el día y me siento débil. Me detengo antes de pisar la escalera, ojala esos pensamientos valientes me duraran mas de dos minutos, piso el primer escalón luego de no escuchar ruidos bajo con normalidad y rápido, no hay nadie. Me hago tostadas con huevos revueltos y un té de menta, es lo más rápido y rico que sé hacer, acomodo las cosas con algo de paciencia en la mesa y cuando mis ojos lo aprueban me siento para disfrutarlo, todo se siente vacío y mientras como no puedo evitar sentirme solitaria. Tanto silencio me hace pensar en Aarón y en lo que dijo esta mañana antes de que me quedara dormida "Casi no duermo aquí así que no te hagas ilusiones" Tendría que ser estúpida para que eso no me afectara, lo más probable es que este en ese bar al que tuve que renunciar, miro el reloj de mi celular y con cada segundo que pasa me siento más ahogada, quiero verlo.

Sé que un plan que se te ocurre en segundos es un mal plan, sobre todo cuando eres una chica enamorada y no correspondida pero ¿Qué puedo hacer? Quiero molestarlo un poco mientras lo veo, sé que lo que le molestará será mi presencia y no la mirada de los hombres sobre mi pero de todas formas quiero hacerlo. Marco rápidamente el numero de Hannah y la llamo.

-Ahora qué-dice al contestar.

-Ayúdame a molestarlo-suelto rápidamente.

-¿Cómo?-ya no suena tan distraída como la llamada anterior.

-Trabaja en un bar que está por el centro y sé me ocurrió que ir ahí con ropa provocativa a hablar con otros chicos mientras lo ignoro a él lo podría hacer enojar-solo quiero verlo y parte de eso es molestarlo con mi presencia, pero no puedo decirte eso Hannah.

-Muy bien, paso por ti en veinte minutos con ropa y maquillaje, nos vemos-cuelga el teléfono de inmediato.

Miro la pantalla del teléfono unos segundos, estoy loca y lo sé. 

Luego de una hora Hannah y yo estamos listas para la acción, admiro una ultima vez mi vestido negro sin mangas mientras camino al auto, con escote de corazón por el frente y escote en la espalda, me veo sexy y segura pero no me siento así. Sé que si no le hablo a Hannah mientras conduce comenzará a hacer preguntas o a hablar mucho del tema pero con cada paso hacia el auto me siento más nerviosa de la reacción de Aarón, quizá me traiga a arrastras hasta la casa de inmediato o quizá me ignore porque no le intereso en lo absoluto. Subo al auto y trago firme, guardo mi móvil en la guantera mientras Hannah comienza a conducir.

-Sabes lo que tienes que hacer ¿Cierto? Cuando llegues te tiene que ver, no va a haber ningún otro momento en la noche donde te veas más atractiva, la idea es que termines completamente descontrolada aunque sea fingido...-no es necesario que le responda con más que monosílabos mientras Hannah habla, habla y habla.

Mi pierna no para de moverse y me arrepiento de haber comido porque tengo el estomago revuelto, miro por la ventana y me doy cuenta de que cada vez falta menos para mi colapso mental, Hannah no deja de acelerar con cada luz verde que nos topamos-Creo que me falta el aire.

Abro la ventana y Hannah guarda silencio por unos segundos, suspira y niega con la cabeza-Sé que hay cosas que no me has contado sobre todo esto, pero también sé que no eres estúpida y que no harás algo que podría dañarte realmente así que abre ese bolso y toma la botella de vodka y dale un buen trago como en los viejos tiempos, y prepárate para la diversión. 

Miro sus ojos y siento culpa, no sabe la cantidad de cosas que le estoy ocultando y eso no es algo que pase entre nosotras nunca, lo siento mucho Hannah. 

Luego de mi disculpa mental hacia hannah miro por la ventana hacia la entrada del bar, ya estamos aquí. Agarro la botella y le doy un buen trago mientras Hannah festeja con palabras sucias- Hagamos esta mierda.