Nunca.

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Veo mis pies caminando, cuento hasta diez, vuelvo a ver mis pies caminando y vuelvo a contar hasta diez. Luego de contar 15 veces hasta diez me encuentro en la playa. Los recuerdos junto con los Evil surgen y no se detienen como mis pies frente al agua. Necesito... Necesito... Necesito...

A mi alrededor no se ve nada que necesite...

-Tenemos que hablar-Tampoco necesito al dueño de esta voz, camino inmediatamente hacia cualquier lado.

-No- sé que tenemos que hablar aunque sea algo, lo sé...

-Lo siento-me quedo estática mirando sus ojos, recuerdo cuán imponentes se veían antes, ahora son solo ojos... Bonitos ojos, pero nada más.

-Lo sientes ¿Por qué?-quizá mis ojos se vean imponentes ahora, eso espero o al menos que mi nerviosismo quede completamente cubierto por las habilidades que tengo ahora para fingir que me importa un poco lo que ocurre en mi vida.

-Por la broma de Lexa-mira sus dedos, mete la mano a su bolsillo y saca una billetera de cuero algo, bastante, vieja- ¿Cuánto es? 

-No lo sé...-busco por todos lados a ¿cómo se llamaba? Estoy muy confundida- ¿Todo fue una broma?

Obvio fue una broma, que tan estupida puedo ser como para no darme cuenta inmediatamente de eso, sería muy imbécil de mi parte creer que quizá él quería verme. Él nunca me amó. Yo nunca lo amé, solo amé la idea de él. Yo nunca lo ame solo ame la idea de él. Yo nunca lo amé solo amé la idea de...

Él. 

Se supone que esto no debería estar pasando, se supone que no volvería a hablar con él, se supone que si lo veía haría como si nunca hubiera significado lo que significó para mí. El ruido del mar me hace sentir que estoy atrapada en sus redes y que pronto me ahogaré si no me levanto y camino hacia la orilla. Comienzo a caminar nuevamente, caminar al deber, tengo que entregar los dulces que le llevaron a mi madre toda la noche y cobrar por el trabajo y esfuerzo de mi madre. A los minutos me doy cuenta que Aaron me sigue a paso silencioso, ¿acaso le comieron la lengua los ratones? La estupidez de mi alma sería exigirle que se comporte como antes, agresivo, impulsivo, irracional  y todas sus estupideces pero ¿Qué es esto de darme mi espacio? Por qué no me a detenido y exigido que me vaya de aquí que él no me debe nada. Y claro que no me lo debe Yo nunca lo amé solo amé la idea de él... 

Esto era culpa de Lexa de seguro, esa malcriada nuevamente quiere joderme la existencia lo más probable que de aburrida. De seguro cuando me preguntó por Aarón lo hizo como parte de su plan, estupida. No. Estupida yo que por un momento creí que esto se trataba de algo más romántico de lo que podría ser, quizá en algún universo paralelo los papeles están invertidos. Espero que esa versión de mi misma sea más inteligente o al menos sienta un poco más de amor propio. 


-No pensé que aún, después de tanto tiempo, fuera su blanco de bromas, pensé que todas estas estupideces terminarían cuando me vieras bien lejos de tu hermano-me paro frente a Lexa e impongo mi valor por sobre el miedo que le he tenido siempre, realmente me he vuelto buena en esto de fingir una actitud con más confianza.

-Aún eres una molestia, niñata de mierda-me empuja con un solo dedo.

Intentó  golpearla, pero los brazos de Danel me toman y me alejan de ahí lo suficiente como para que solo yo escuche su petición-Mis hijos no van a presenciar esta tontería, recibe el dinero y vayámonos, solo es una mujer despechada. Miro al par de pequeños que ahora me observan con un obvio temor. Dejó de patalear al primer puchero que veo en sus rostros y me secó las lágrimas que se me escaparon hace unos segundos. Danel no sabe nada de lo que pasa como para decir que Lexa es una mujer despechada, Lexa no es una mujer despechada, pero tiene razón aun así no necesitaba decírmelo tan cerca, sus palabras dejan un cosquilleo en mi oído.  

Aarón mira los brazos de Danel que aún sostienen los míos, no con fuerza pero sí con firmeza. Intento distraerme mirando el furgón, me alejo un poco de Damel y me dirijo hasta el anciano que estaba mirando todo casi igual que los niños pero desde la puerta. Mientras más me acercaba a él menos temor sentía de mis acciones, y su espalda se enderezaba un poco más con cada segundo.

-Me disculpo en nombre de mi madre por casi golpear a su...Bueno,  no tenía idea que esto era una broma para mi y me desesperé un poco por rencores del pasado, y claro, por mi madre que pasó toda la noche cocinando estos deliciosos dulces-estiro mi mano y el anciano la toma, su boca está entreabierta, pude ver cómo detiene sus ojos en ambos Evil, que por primera vez veo tan sumisos ante alguna persona.

-No creo que seas tu quien deba disculparse-dice Aarón, ahora mi boca está entreabierta.

-Es cierto, pero de todas formas no creo que nadie más que el autor del plan que provocó esta situación debería pagar el dinero y ver qué hacer con su delicioso banquete- dice Danel con una sonrisa en el rostro, algo hipócrita o al menos no la había visto en ningún momento. Todos estamos atentos a Danel, o al menos eso parece-Probamos esto en el cumpleaños de mi hijo menor y estaban deliciosos.

-Paga-Aarón le da un mini empujón a Lexa, esta saca su billetera y un montón de billetes rebosan de ella.

Intento respirar así que me alejo un poco del anciano, que casi se le evapora el enojo de la piel. Aarón mira a Danel y luego a Lexa, suspira pero en ningún momento me mira. No debería, aunque supongo que en desear no hay nada malo. La razón por la que estas aca son el deseo de estar con él, o sea, todo lo malo viene de desearlo.

-Bajaré los dulces-Danel mira a todos con una mirada que parece decir "hacen algo estúpido y estaré aquí en menos de lo que canta un gallo" o quizá un "¿Estas bien?". De cualquier forma la respuesta era sí, o eso creo.

-¿Cómo te llamas?-El anciano es acosado por los dos pequeños que corrieron hasta él en el segundo que se abrió la puerta del furgón- Te pareces al abuelo de Heidi.

Tomo a la pequeña y le cubro suavemente la boca con mi mano-Disculpe por todo, de verdad.

-Deja de disculparte, esto fue culpa de mi nieta y su hiperactividad cuando hablamos de hacer cosas innecesarias-Lexa mira a los niños y calla lo que sea que iba a decir, no puedo evitar reirme, es mi turno de burlarme de ti -Vamos, dejemos esto en la cocina.

Los niños siguen a su padre y todos juntos siguen al anciano.

Y los tres en discordia quedamos solos de nuevo. Fantástico. 

Creo que lo mejor para mi salud mental es ir al furgón y quedarme ahí esperando a Danel o ayudarlo a bajar los dulces. Camino hasta el furgón sintiendo un par de miradas sobre cada uno de mis movimientos, tomo una caja y me devuelvo por donde caminé. Cuando camino junto al par Evil, Aarón toma a su hermana y la hace retroceder, casi puedo predecir la intención de esta conmigo y no entiendo cómo es que Aarón aún no muestra su salvajismo y una de sus estúpidas razones para culparme a mí de todo lo que está pasando. 

Suspiró relajada, al fin estoy dentro de la visión del anciano que puede detener a la loca de Lexa. Los niños corren junto a mí con dulces en sus manos y muy felices, no entiendo que dicen pero se ve que no consumen azúcar muy seguido. Dejo la caja sobre la mesa de la cocina, Danel y el abuelo no se encuentran aquí ¿Cómo es que no los vi salir? No creo que corran más que los niños. En un giro me encuentro con los mismos ojos que me volvían loca hace un tiempo pero estos ojos eran más jóvenes, más tiernos y multiplicados por dos. Una foto de los Evil sobre el refrigerador pegada con un imán con forma de martillo.

-Teníamos unos siete años en ese tiempo- Aarón me observa desde la entrada de la cocina, Lexa no está junto a él. 

-Se veían...

-Felices.

En el momento que escucho su voz al decir eso lo observo directamente, fue rápido, tanto así que solo puedo dimensionar lo triste que se veía antes y lo parecido que se ve a esta foto. ¿Eres feliz ahora? quisiera preguntarle, pero sé que no soy parte de su ahora. No deja de observarme y yo tampoco a él, debería mirar hacia otro lado...Su ropa es diferente ahora, no se encuentra todo de negro y mucho menos parece un chico rebelde, qué ocurrió con él ¿Vendrá del trabajo?


Los días buenos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora