Mi amigo Alex y yo éramos inseparables. Tan inseparables que prácticamente vivíamos juntos las veinticuatro horas del día.
Su casa estaba pegada a la mía y nuestros patios se comunicaban entre sí. Nuestros padres se conocían desde antes que ambos naciéramos, así que, básicamente nos criaron juntos como si fuéramos hermanos.Pasábamos las vacaciones juntos, los cumpleaños, las fiestas y, de más está decir, que íbamos al mismo colegio. Aproximadamente en un mes comenzábamos nuevamente las clases y nos quedaban apenas unos días de vacaciones hasta volver al martirio.
De todas formas, lo admito, me gusta ir al colegio. Tíldenme de nerd o ñoña pero no es algo que me genere rechazo, especialmente porque iba con Alex, de lo contrario, creo que sería demasiado aburrido.
Desde que ingresamos al salón hasta que nos vamos, nuestros compañeros de curso suelen burlarse de nosotros... bueno, de mí en realidad. Supongo que sus facultades mentales son muy limitadas para entender que dos personas pueden ser amigos sin necesidad de que algo esté pasando entre ellos. Pero es algo que no entienden ni creo que entiendan jamás, el punto es que... Mi amigo Alex era... ¡Es mi amigo! No podría verlo con otros ojos. Jamás.
En varias ocasiones, mis profesores insistieron en que debíamos separarnos un poco pero no lograba entender realmente porqué. Mis clasificaciones eran unas de las mejores de toda la clase y de hecho, podría decirse que era una alumna ejemplar.
Nuestra amistad no era nociva para ninguno de los dos, pero nadie lo entendía.Curiosamente, y a pesar de llevarle un año de edad, Alex se veía mucho mayor que yo en varios aspectos.
Él alto y delgado y hasta incluso ¡un poco barbudo! Bueno tampoco algo exagerado, sólo un poco de barba desprolija dispersa por su quijada como cualquier adolescente en plena metamorfosis de la adultez.
Unos hermosos ojos café y el pelo castaño oscuro contrastaban completamente con mis ojos verdes y mí cabello castaño ondulado.
Y, así como él era muy sociable y carismático (excesivamente diría), mi forma retraída de ser no me ayudaba demasiado a relacionarme con otras personas del entorno.
Y el hecho de ser bajita y de contextura normal no me alejaba demasiado de ser algo así como un hobbit gruñón al cual nadie quería acercársele.
Soy un poco antipática, lo sé, sólo me gusta analizar a las personas en silencio y luego comenzar con la trocalada de preguntas en mi mente.
Porque, así como soy anti, también soy curiosa. No por nada Alex me solía llamar "cerebrito chusma".En fin... Soy Elena, Elena Blunt. Probablemente la chica más contemplativa y fría que conozcan.
Mis padres, Marie y Robert, como dije anteriormente, mantenían una amistad bastante particular con los papás de Alex; Lenore y Teodore Grim, aunque curiosamente cuando llegaban de visita no solían estar juntos como "parejas".
Mi mamá cuchicheaba con Lenore en la cocina por lo bajo y mi papá jugaba al póker con Teodore cubiertos por una humareda de tabaco insoportable.
Un clásico de los domingos, sólo que el de hoy era un domingo distinto.
Principalmente porque mañana era el "gran día" de excursión familiar y para ser franca, no me causaba mucha gracia.
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Bienvenidos a Nevertown
Fiksi IlmiahTus próximas vacaciones podrían convertirse en un viaje sin retorno. ¿Te animas a visitar Nevertown? Una historia que mezcla varios géneros como la Ciencia Ficción, el Suspenso y el Misterio de tal forma que no podrás parar de leer hasta revelar...