Cuando entramos en la casa nos reunimos con unos amigos de Blake, después de habernos pegado el baile de nuestras vidas salimos al jardín y vimos a un grupo de gente sentada en el jardín haciendo un círculo.
- ¿Que hacen? - le pregunté a Blake.
- Están jugando a sorbo sorbo shot. - al ver mi cara de "no entiendo una mierda" empezó a explicarme en qué consiste el juego - Uno va girando alrededor tocando la cabeza de los jugadores diciéndoles "sorbo". A cada persona que le toca tiene que tomar un trago hasta que elige a alguien para decirle shot, entonces se tiene que levantar y intentar pillarlo, si lo logra pasa a ser quien elige y el pillado se quita una prenda de ropa y sino bebe. - sonaba divertido, muy divertido.
- ¡Me apunto!
- ¿Estas segura? - preguntó Blake.
- Segurísima, venga no seas nenaza únete. - dirigiéndome a donde estaban todos. - yo quiero jugar, y Blake también - dije mirándolo divertida.
Nos hicieron sitio y nos sentamos en el suelo. La primera y la segunda ronda nos dijeron sorbo a Blake, a mí y a otros más, pero a la tercera me dijeron shot y tuve que correr con los tacones así que me tocó beber y quitarme los zapatos ya que no lo pude pillar. Me volví a sentar y dos rondas y dos sorbos después me dijeron shot, y esta vez lo pillé, haciendo que se deshiciera de su camiseta. Turno de elegir. Ya notaba el efecto del alcohol corriendo por mis venas, toqué todas las cabezas diciendo sorbo menos la de Blake, cogí las botas del suelo, le toqué la cabeza diciéndole shot y salí corriendo hasta llegar a dentro, donde frené en seco partiéndome de risa al chocar contra un cuerpo. Edward. Me quedé sin aire.
- ¡Lo siento!¡Adiós! - y salí pitando al ver a Blake cada vez más cerca. Esquivé a la gente hasta llegar a los sofás donde se encontraban Jay y sus amigos. Me dejé caer a su lado, exhausta.
- Ahora sí que me lo estoy pasando bien - con una sonrisa de oreja a oreja poniéndome los zapatos.
- ¿Donde has estado? - entre risas.
- Ya te lo ha dicho, pasándoselo bien - dijo un tío y todos se rieron. Me puse de pie delante delante de ellos.
- Y me voy otra vez, porque vosotros sois unos aburridos. - vi venir a Blake entre la gente - con él sí que me divierto - agarrándolo del brazo y tirando de él hasta la puerta de entrada.
- ¿Que demonios? - mirándome mientras me sentaba en el banco y sacaba un par de cigarrillos del bolso ofreciéndole otro a él.
- ¿Porque has tardado tanto? No quería estar más con esos tíos. - encendiéndonos los cigarros.
- Estaba hablando con Edward. - solté una bocanada de humo.
- Y...¿que te ha dicho? - cuando me lo encontré no me quise parar por las consequencias que pudiera tener.
- Nada... déjalo. ¿Quieres que te lleve a casa? - asentí
Le di un abrazo a Blake dandole las gracias por dejarme en casa y por haber sido tan amable conmigo jugando al sorbo sorbo shot. Y como ya me imaginaba tenía la casa para mí sola, me pregunté si toda mi vida iba a consistir en eso. Subí a mi habitación y me estiré en la cama, ni siquiera me puse el pijama, estaba demasiado cansada. Recibí un mensaje de mi madre que decía:
Megan aún no he salido de trabajar, de hecho aún me queda rato y como John también tiene faena hemos decidido quedarnos en un hotel cerca de aquí, así no tenemos que hacer una hora en coche hasta llegar a casa. Cierra todas las puertas con llave y no le abras a nadie cielo, nos vemos mañana, a la hora de comer estoy allí. Bss.
Vale mamá, se cuidarme sola y no te preocupes, no le abriré ni al cartero si eso te deja más tranquila. Bss.
Estaba empezando a llover. No dejaba de pensar en la conversación que había tenido con Betty, que irónico es odiar el echo de quererlo, nunca pensé que me pasaría esto, es más yo no creía en el típico amor que sale en las películas. Tenía que hacer algo para dejar de pensar en eso, así que decidí llamar a mi padre, hacía bastante que no hablaba con él. Busqué en contactos su numero y lo llamé, pero no hubo respuesta, probé otra vez pero nada, a lo mejor estaba durmiendo, miré el reloj, las 4:17, si, estaría durmiendo.
Estaba sumergida en mis pensamientos, cuando oí que gritaban mi nombre, me levanté de un bote de la cama y miré a través de la ventana, pero... ¿Edward? ¿Que hacia ahí a esas horas con el chaparrón que estaba cayendo? Al llegar a la escalera me quité los tacones y bajé corriendo. Abrí la puerta de entrada y ahí estaba en medio del césped. Corrí por el césped mojado hasta llegar a donde estaba él.
- ¿Que narices haces aquí? Hay tormenta, son las cuatro de la mañana... - me calló con un beso. - Estas loco.
- Lo se - sonriendo.
- Has bebido.
- Tu también. - poniéndome un mechón de pelo detrás de la oreja - Tenemos que hablar ¿no crees?
- ¿Hablar de que? - que pregunta más absurda, a veces me abofetearía a mí misma.
- De toda la mierda que tenemos en la cabeza. - señalándonos con el dedo - ¿Sabes? El tiempo que he tardado en llegar aquí no he parado de pensar en lo que te quería decir. Pero es estar en frente tuyo y quedarme en blanco. - cuando me miró a los ojos con esa mirada tan penetrante no sabía si apartarlos o perderme en ella. - No sé si entiendes lo que te quiero decir...
- Edward...
- Esta semana no he dejado de pensar en ti ni un jodido momento. Me he vuelto loco. - Me quedé mirándolo fijamente. - Y créeme, me parece mas raro a mi que a ti. No tengo ni puta idea de lo que me pasa, lo único que sé es que todas estas noches al acostarme quería tenerte a mi lado. - Una lágrima rodó por mi mejilla pero él no se percató gracias a la lluvia. No lo pude evitar, me abalancé encima suyo y nos caímos al suelo. Y nos besamos. No sé cuánto tiempo llevábamos ahí fuera pero estábamos chorreando. Lo besé hasta quedarme sin respiración, era todo lo que necesitaba. - Ni te imaginas lo que he echado de menos a esta boca contestona.

ESTÁS LEYENDO
Why you?
RomanceMe enamoré hasta de las letras de su nombre. De sus defectos, de su ternura disfrazada de frialdad. Eso me atrapó, me enloqueció, esa fue mi perdición. Amarlo #50 - romanceadolescente 13/6/18