Capítulo 21

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Ni siquiera yo sabia porque estaba saliendo de mi casa a escondidas y subiéndome al coche de mi madre por el mismo tío que siempre, por un motivo u otro acaba haciéndome llorar y aún que lo odie, me importa demasiado. Conduje lo más rápido que pude hasta su casa, había una fiesta enorme y yo iba con mi camiseta de tirantes y mis pantalones de chandal, lo que viene siendo el look perfecto para una fiesta. Entré como pude, haciéndome paso entre la gente, hasta que logré encontrar a Jay.

- Megan, has venido - dijo Jay arrastrando las palabras.

- Madremia como vas... ¿Dónde está Edward?

- Si, estoy muuy borracho. ¿Edward?

- Si, Edward, me has llamado diciendo que le había pasado algo. - dije nerviosa.

- Aaa ya recuerdo. No, no le pasa nada. Sabía que si te decía que le había pasado algo no dudarías en venir.

- ¿Como? ¿Se puede saber que te pasa? - enfadada.

- Esto. - dijo agarrando mi cara con sus frías manos y besándome. Se había vuelto completamente loco.

- Jay... Jay , ¡Jayson! - dije varias veces intentando apartarlo de mi. - ¿Que estás haciendo?

- Lo que llevaba queriendo hacer desde hace tiempo. Pero estabas con Edward.

- ¿Pero a ti que te pasa?

- Tampoco te pongas así que solo ha sido un beso.

- ¡Esto es alucinante, todos los tíos vais a lo mismo! Me voy a mi casa que es de donde no tendría que haber salido.

- Edward no es lo que parece... Llámame cuando quieras nena. - Dijo Jay mientras yo me alejaba sin dar crédito a lo que acababa de pasar. Avancé sin parar, cuando de golpe, alguien se cruzó en mi camino y me detuve.

- Vaya, ¿como una chica así por aquí? - un chico rubio.

- ¿Perdona?

- No acostumbro a ver a chicas vestidas de una forma tan... ¿como decirlo, elegante? en una fiesta. - Dijo irónicamente.

- Supongo que tú eres el gracioso del grupo.- ofreciéndole una sonrisa falsa - ¿Me dejas pasar? Verás, no es la mejor noche de mi vida.

- A lo mejor yo puedo hacer que lo sea. - mirándome seductor.

- No, no lo creo.

- Dime tu nombre y me apartaré. - esto es una broma.

- Fíjate, soy tan poco elegante que se me ha olvidado. - intentando apartarlo mientras él reía. - ¿De que te ríes?

- Eres muy graciosa - mientras seguía riéndose en mi cara.

- Mira, no estoy para bromas.

- Aaron - apartándose de mi camino.

- Gracias - dije antes de desaparecer entre la multitud.

Al día siguiente decidí salir a correr bien pronto para desahogarme. Cuando llegué a casa ya no había nadie, subí a mi habitación a pegarme una ducha.

- ¡¿Quieres matarme del susto?! - dije llevándome una mano al corazón. - ¿Que haces aquí?

- Estaba pensando en ti, en qué hacías y he pensado, pues voy a verlo. - sin sacarme los ojos de encima.

- Me has asustado ¿Como has entrado?

- Por la terraza. ¿Dónde estabas? - levantándose de la cama.

- He salido a correr - dije buscando algo de ropa limpia sin prestarle atención.

- Lo tienes todo abierto, alguien podría entrar... - detrás de mi agarrándome por la cintura mientras besaba mi cuello.
Esto no puede estar pasando.

- Diciendo alguien, ¿te refieres a ti...? - dando media vuelta y mirando fijamente a esos ojos verdes que tanto me gustaban.

- Puede...- acercándome aún más a su cuerpo - Admítelo, te gustan mis visitas. - susurrándome en la oreja.

- ¿Porque has venido? - intentando apartarlo de mí.

- Quería saber si habías pensado en lo que te dije el otro día. - besándome mientras me arrinconaba en la pared. Sabía que lo que estaba haciendo no era lo mejor si lo que quería era olvidarlo, pero necesitaba sentir el tacto de sus labios, solo un poco.

- Edward... No te puedes presentar así en mi casa, me tienes hecha un lío.

- Necesito que confíes en mí, solo te pido eso. Todo tiene una explicación.

- Me vuelves loca. - suspirando - Dame esa explicación.

- ¿Has hablado con tu padre? - me quedé perpleja.

- Hace tiempo que no lo hago. ¿Pero eso a que viene ahora?

- Meg hazme un favor, pregúntale a tu madre si sabe algo de él, y busca respuestas a todas las preguntas que te hayas hecho a lo largo de estos años sobre el pasado de tus padres. - no me creía lo que estaba escuchando.

- Necesito pensar. - pellizcándome el puente de la nariz. - Yo... necesito saber porque lo hiciste.

- ¡Joder Meg no me lo pongas más difícil! - dándome la espalda y pasándose los dedos por el pelo.

- ¿Que no te lo ponga difícil? ¿Te has puesto en mi lugar? - había tanto silencio que casi podía escuchar el latido de mi corazón. - ¿Como te sentirías si me vieras besándome con Jay?

- Técnicamente no había nada entre nosotros así que cada uno era libre de hacer lo que quisiera.

- Vete - se acercó - será mejor que te vayas y olvidemos esto. - girando la cara para no mirarlo a los ojos.

- ¿A que te refieres con que olvidemos esto?

- Todo, que lo olvidemos todo. - no iba a derramar ni una lágrima, al menos hasta que el siguiera ahí.

- ¿Eso es lo que quieres?

- Si - Y eso hizo, salió por la puerta pegando un portazo, y me dejó en mi habitación llorando, como de costumbre. Una parte de mi quería que te fueras y no volver a verte, pero la otra parte solo quería que te quedaras, que no me dejarás ir jamás porque sin ti, mi vida sería más miserable.

Lo siento, lo siento, lo sientoo de verdad. Sé que he tardado demasiado en subir este capítulo pero no he tenido ni tiempo ni imaginación. ¡Estoy muuuuy contenta porque ya hemos llegado a los 1k leídos! Sigo sin creérmelo, espero que os esté gustando muchomucho. Bss.

Why you?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora