Capítulo trece

1.4K 274 126
                                    


Luego de que LuHan interrumpiera el posible beso entre KyungSoo y JongIn. Hizo que el bajito entrara refunfuñando y maldiciendo en su propio departamento, y cómo no, pues había estropeado su deseado choque de belfos. 

Se lanzó sobre el sofá, hundiendo su rostro sin lavar en los cojines, sin interesarle que Irene estuviera en el otro mueble, releyendo ese libro que no contenía nada para sus retinas, pero que solo ella podía interpretar.

— ¿Qué te ocurrió? — Irene se interesó. Cerró el libro y el objeto se esfumó en el ambiente.

—Luhan, eso es lo que pasa — se reincorporó, sentándose de manera erguida, llevando las rodillas al pecho —. JongIn y yo casi nos besamos.

La fantasma comenzó a balbucear de manera torpe y una sonrisa genuina se hizo presente. No se había equivocado, estaban destinados.

— ¡Cuenta lujos y detalles! 

En ese momento, LuHan irrumpió en el departamento y se sentó al lado de Irene, para mirarlo con expectativa.

—Pues… en el auto... él me beso en la mejilla, y... — sus amigos abrieron los ojos, a la expectativa —casi nos besamos, si no fuera por tu culpa. — con su dedo acusador, apuntó al rubio. 

La casi ángel le dio un golpe en el brazo al impertinente. 

—Arruinaste el momento. 

— ¡No sabía que se iban a besar! — se defendió cubriendo su extremidad.

—En fin, en fin — se tranquilizó —, al menos ya tuviste un pequeño avance con JongIn. Estoy orgullosa.

KyungSoo se puso tímido. 

— ¡CIERTO! — exclamó el rubio.

— ¿Qué? 

—Ayer conocí a la prometida de JongIn... — observó a KyungSoo para estudiar su reacción — es una engreída a más no poder, pero la condenada es guapa, debo aceptarlo.

Irene ojeó con cierto miedo al castaño, pero Kyungsoo tenía una facción relajada.

—También la conocí. Hace unos minutos, ni una hora habrá pasado. 

Sus amigos no podían creerlo. 

—Fue en busca de JongIn y prácticamente le hizo una escena delante mío. Pero es obvio que JongIn nunca le platicó sobre mí ya que me habló como si no tuviera ningún problema conmigo, solo un compañero de trabajo más de su futuro esposo. 

La chica podía percibir cierta culpabilidad en KyungSoo. Cuando le asignaron la misión, automáticamente tuvo una conexión con él, por ende sentía las emociones del chico, era como una clase de perfume mágico, podía glosar su ser. 

Una mano la posó encima del muslo del bajito; pese a que el castaño no sentía nada ya que Irene era prácticamente solo aire, podía imaginarse el calor de la mano de su amiga, creando esa sensación de confort. Le sonrió tenuemente.

—Hay algo que también debo comentarles — LuHan estaba pensativo con todo —. ¿Recuerdan a mi chico-jefe que es tan guapo como doce círculos del infierno de Dante?

—Son nueve, nueve círculos LuHan — corrigió Kyung.

—Ash, siempre tan sabelotodo. Bueno, pues descubrí que es un misterio andante, hay veces que atemoriza… pero eso me impulsa en querer seguir investigadolo. 

— ¿Tu... jefe? — se interesó la fantasma.

—Él suele ser… atento, y mucho ¿Les platiqué como me salvó de la odiosa presumida?

Por las alas del Ángel [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora