Rifka

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Al día siguiente, en el colegio, yo estaba ansiosa por explicarle a Rifka todo respecto a appa. Ella entro tarde y no pudimos hablar. Intente pasarle una notita durante la primera clase, pero nuestra profesora, la señora Batlivala, me vio garabateando algo y se acerco para echar una mirada.

-¿A que te dedixas Vidya?- me preguntó.

-Lo siento, señora-le conteste.

Echo un vistazo a la nota, pero no me pidió que se la entregara. Era la profesora mas amable del colegio, y yo me sentí culpable por no haberle prestado atención.

-Señora,no volveré a hacerlo-dije en serio.

Me perdono fácilmente, como siempre. Me esforze por prestarle atención el resto de la mañana pero estaba ansiosa por oír el timbre para ir a comer.

Rifka y yo nos encontramos en nuestro sitio favorito para comer: un banco de hormigón bajo un neem. Quite una semilla de neem que había caído me senté junto a ella y levante la tapa de mi fiambrera para ver lo que tenía para comer: arroz y lentejas en el primer compartimento de la fiambrera, arroz al yogur en el segundo y cuatro bolitas seedais en el tercero. Amma sabia que a Rifka le encantaban las bolas de sésamo y debió de aparentar unas pocas de la fiesta del día anterior.

Le ofrecí una seedai a Rifka.

-mi favorita- dijo incandole el diente alegremente-¿vas a hacer algo especial este fin de semana?

Sacudi la cabeza negando y chupe suavemente las semillas de sésamo confitadas.

-¿quieres venir a casa el sábado?-pregunto- hace mucho tiempo que no vienes

no puedo dije poniendo los ojos en blanco-periappa viene a visitarnos

-¿tu tío el mayor?- preguntó con compasión

- si ese mismo

Rifka lo sabia todo de periappa. Cada verano, pedíamos a la pareja de ancianos que vivía que vivía en el piso que ocupaba la planta superior de nuestra casa para que cuidaran de Raja. Nuestros criados se tomaban sus vacaciones anuales. Y nosotros emprendiamos un viaje a Madrás, la ciudad costera donde vivía mi familia paterna porque mi padre se sentía obligado a visitarlos al menos unas semanas al año.

Mi abuelo era bastante rico, pero vivía como lo habían echó los indios durante generaciones, es decir, padres e hijos casados bajo el mismo techo.

Esa era la tradición: el clan familiar permanecia junto. Yo apenas veía a Kitta y a appa en el verano porque en esa casa los hombres vivían arriba y las mujeres abajo. Tan solo había una estancia reservada para que los maridos y sus esposas durmieran juntos y las parejas se turnaban para pasar las noches en ella. Lo único bueno que tenia Madrás cada verano era que en cuanto volvía a empezar el colegio yo hacia reír a Rifka contándole las divertidas historias de la familia de appa.

-al menos no tenemos que vivir con periappa todo el año- dije intentando llevar la conversación hacia mi padre- gracias a dios que mi padre se vino a Bombay. Es una bendición.

-tu padre es tan bueno...- comento Rifka.

Yo Sonreí.

-si-convine- ¿podras guardar un secreto respecto a el?¿un secreto muy grande?

Enseguida los ojos negros de Rifka se abrieron como platos. Le encantaban los secretos.

-no puedes decir celo a nadie-le indique muy seria- ní a tu madre, ni a tu padre, ni a tu hermano pequeño. A nadie.

-lo prometo- me dijo. Yo sabia que podía confiar en ella.

esto es algo realmente grande-argüi con una voz que era casi un susurro.

Rápidamente eche un viztazo a nuestro alrededor. El patio estaba vacío.

-mi padre es un combatiente por la libertad-le dije.

-¿un combatiente por la libertad?preguntó asombrada, observándome con admiración-¿de verdad?

-¿acaso mentiría con algo así?

-es fantastico-suspiro- ¿se acaba de unir al movimiento por la libertad?¿que hace? ¿cuanto hace que lo sabes?

-me entere ayer mismo-le dije- ha estado mucho fuera en las ultimas semanas, así que le di un poco la lata con eso y me lo comento. No se exactamente a donde va, ni nada, pero ya te lo explicaré si me entero.

-mi mejor amigas es hija de un combatiente por la libertad-dijo Rifka con un susurro de ilusión-¡no me lo puedo creer!!!. Su reacción había sido tan buena como yo había deseado.

-tengo la mejor...estaba apunto de decir que tenia la mejor familia, pero me detuve justo a tiempo. Mi familia era muy poco corriente, y yo lo sabia, pero ella también tenia una familia maravillosa.

-tengo la mejor de las amigas-acabe diciendo, y nos miramos sonriéndonos.

El timbre sonó demasiado pronto, y tuvimos que volver a clase. Ahora era Rifka la que estaba demasiado nerviosa como para concentrarse en la leccion. Sabia que no podía hacerme preguntas respecto a appa en la clase, porque cualquiera podría escucharla pero no dejo de parlotear de muchas otras cosas.

La señora Batlivala nos pillo mientras susurra amos algo.

niñas, niñas-dijo meneando la cabeza.

Entonces me ordeno que me fuera a la otra punta de la clase y nos obligo a sentarnos separadas el resto de la clase.

Cuando sonó el timbre que indicaba el final de la clase y salíamos de edificio, Rifka me cogió de las manos y me pregunto con aire conspirador:

-¿puedo ir a tu casa y ver a tu padre algún día de la semana que viene?

pero si lo has visto un montón de veces-observe.

-si pero eso era antes de que supiera que era un heroe-dijo.

- me heche a reír.

puedes venir cuando periappa se allá marchado-le prometi-algin día de la semana que viene.

Rifka estaba emocionada.

Vi que nuestro Austin se detenía frente a la verja del colegio. Kitta estaba en el interior, con la nariz metida en un libro. Suruve mantenía la puerta abierta para que yo entrara. Me deslice en el asiento de atrás y eche una mirada por la luna trasera. Rifka seguía sonriendome alegremente. Nos dijimos adiós agitando las manos como locas hasta que el Austin giro en una curva de la carretera y la perdí de vista.

La Escalera ProhibidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora