La mañana siguiente empezó Navaratri, la festividad de diez días que conmemora la victoria de la diosa Durga sobre Mahisha, el demonio con cabeza de toro. Yo recordaba lo mucho que celebrábamos esta fiesta en Bombay. Appa preparaba un altar espectacular en la escalera y Rifka siempre venía a ayudarnos a decorarlo con nuestros muñecos Navaratri.
- voy a colocar nuestros muñecos de Navaratri- me dijo Malati aquella tarde después del colegio- ni se te ocurra siquiera tocarlos.
- vete ya- contesté- tengo cosas mejores que hacer.
Cuando me alejaba, periamma lanzó una mirada de sospecha en mi dirección.
- ¿Donde vas niña?- me preguntó.
Antes de que yo pudiera responder, Malati la distrajo, quejándose de mi mala educación.
Me aleje rápidamente antes de que periamma pudiera hacerme más preguntas. Agarre Mangalam y casi me eche a correr escaleras arriba por las prisas de llegar a la biblioteca sin problemas. Me pasee arriba y abajo frente a las estanterías, pensando en que me apetecía. Mis ojos se posaron en un volumen de poesía, delgado y de color azul oscuro con letras plateadas en el lomo.
Al cabo de unos minutos, había descubierto a Wordsworth y recorría con el las colinas y valles de las islas británicas. Cuando regrese abajo, ya me sabía una estrofa de memoria:
Iba solitario como una nube
Que flota sobre valles y colinas,
Cuando de pronto vi una muchedumbre
de dorados narcisos...Esa noche estuve pensando en como serian los narcisos.
A lo largo de toda la semana, las mujeres de la vecindad vinieron a casa a cantar y compartir dulces. Yo tenía que limpiar cuando los invitados se marchaban.
En Saraswathi Poojai, el noveno día de Navarathri, decidí bajarme a escondidas el libro de Hans Brinker. La celebración de Saraswathi Poojai era mi fiesta preferida, un día dedicado a la diosa soltera de la sabiduría, en la que rendimos culto a los libros. Escondí a Hans Brinker entre el montón de mis libros escolares en la habitación para la poojai, donde todos habían amontonado sus libros favoritos. Rece como nunca había hecho antes frente a la imagen de la diosa Saraswathi que, tallada en madera de sándalo, cabalgaba sobre un cisne blanco, con sus largos y delicados dedos acariciándo las cuerdas de su veena. Con fervor, con devoción. Durante tanto tiempo que, finalmente, periamma hizo entrar a amma y me toco con suavidad en el hombro para recordarme que tenía que abandonar la estancia.
- por favor, por favor, que se olviden de casarme con un hombre estupido- le dije a la diosa- dame la oportunidad de estudiar, de ir a la universidad. Tu me mostraste el camino hacia la biblioteca. Por favor, enséñame a quedarme soltera como tú.
Después sucedió algo que hizo que mis pensamientos ya no considerarán tan bien la posibilidad de ser una solterona.
*********
Aquella noche, periamma me abordo en la cocina a la hora de cenar, cuando yo estaba encajando en mi cintura a la vasija del agua para ir a servirla en los vasos de los hombres.
- ¿Que haces cuando regresas del colegio? Nunca te veo.
- me ocupo del bebé- le dije- ustedes me dijo que lo hiciera, ¿lo recuerda?
- ¿a donde vas con el bebé?- me preguntó con un tono acusador.
- no voy a ningún sitió. Me quedo en casa- le dije.
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La Escalera Prohibida
Ficción históricaEsta novela desarrollada en la India narra la historia de una chica de 15 años que hará lo posible por cumplir su sueño que es asistir a la universidad. Escrita por Padma Venkatran