12. Sin salida.

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-Chicos -habló Cáncer con desesperación en su voz.- Me falta el aire -empezó a respirar con dificultad.

El ascensor se había detenido en la mitad del camino, y había una luz de emergencia alumbrándolos en ese momento, la cual escasamente los iluminaba. Para su mala suerte, en el estrecho lugar, estaban los siete signos apretujados e incómodos.

Anteriormente, Escorpio, Cáncer, Gemma, Piscis, Capricornio, Leo y Aries se encontraban en camino al piso de Tauro, el cual desgraciadamente, era el penúltimo, pero según la taurina, tenía una buena vista.

-Espero que la casa de Tauro tenga buena vista porque no pasaré esto para luego encontrarme una pared -bufó la melliza sentándose en el suelo con dificultad.

Escorpio se acercó, como pudo, al lado de Cáncer y le tomó la mano para apoyarla en su pecho.

-Respira conmigo... -le susurró el castaño apoyando su barbilla en el hombro de la chica.- Nada va a pasar, Cáncer, recuerda todas las veces que te has metido a un ascensor y no pasó nada -le acarició el cabello.

Cáncer pareció haberse calmado aunque sea por un rato, le agradecía internamente a Escorpio por tal atención, nunca había hecho algo así por ella.

Escorpio sabía como calmarla ya que su madre sufría de claustrofobia.

-No hay señal -gruñó Capricornio con el celular en alto en un rincón del lugar.

-No sabes nada, déjame ver -habló Leo mientras le pegaba un manotazo a la mano de la morocha, lo que causó que el celular caiga en un espacio chico que había en la esquina del ascensor.- Eh... -el rubio se sintió culpable.- No tendrías que haber soltado el celular -murmuró echándole la culpa a la morocha.

A Capricornio le hirvió la sangre. La ira se apoderó de ella y acorraló a Leo contra una esquina.

-¡Eres un idiota! ¡No sirves para nada! ¡Siempre piensas en ti, no te importan nada las demás personas! -gritó furiosa con la cara roja.- ¿Crees que ahora voy a poder comprarme otro celular? ¿Crees que defeco dinero? -pregunto empuñando el cuello de la remera del chico y apretándolo contra el frío metal.- ¡Tengo dos putos trabajos para mantener a mi madre y a mi hermano! ¡No soy como tu, Leo! ¡Soy pobre! -con esto último, la chica ya había soltado un par de lágrimas.

Leo tenía los ojos abiertos como platos, y los demás miraban la situación preocupados y anonadados por la reacción de Capricornio.

-No llores -susurró el rubio. Se quería golpear la cabeza de lo estúpido que fue en ese momento, la chica prácticamente se estaba muriendo de ira en ese momento y lo único que pudo soltar es un "no llores".

-Lloro de rabia -murmuró mirándolo directamente. Podía apreciar en sus ojos azules miedo y arrepentimiento, pero no le importó en ese momento.- Nadie te quiere, Leo -soltó la remera del rubio, en la cual quedaron sus manos marcadas.- Espero que algún día te des cuenta de eso, a nadie le interesa la gente egocéntrica y mezquina como tú -posó su dedo índice en su pecho.

Leo sintió una punzada en su estómago.

(...)

-Lo único que espero es que Cáncer este bien -murmuró Virgo mientras ayudaba a Tauro a colocar velas por el lugar.

Tanto ellas como Libra, Ofiuco, Géminis, Acuario y Sagitario habían tomado el camino difícil, las escaleras, y no se arrepentían, pero estaban preocupados por sus amigos.

-Y que Capricornio no mate a Leo -habló Acuario en uno de los sillones individuales jugando con su teléfono.

-Las llamadas no le llegan a ninguno -dijo Ofiuco, que ya había probado llamar a cada uno de sus amigos.

CLICHÉ ZODIACAL ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora