Quizás sólo sea otra típica historia del zodíaco, o quizás no. Pero eso lo van a decidir ustedes...
¿Quieres saber de qué se trata?
ADVERTENCIA: La historia puede tornarse un poco pesada, ya que es la primera que escribo. Admito que no es lo mejor q...
-El hijo es tuyo... -siseó Libra, mirando a los profundos ojos azules del chico.
-Imposible, Libra. Nos hemos cuidado -negó con la cabeza y el ceño fruncido.- Además, eso fue hace tres meses...
-¿Y crees que me acuesto con el primer chico que se me cruza? -preguntó con cierta indignación en su rostro.
Estaba harta de que la trataran como una prostituta, cosa que claramente no era.
-No. Perdona. Como tuviste algo con... Pensé que...
-Entiendo tu punto -suspiró.- Pero no, no me he acostado con él.
-Estoy muerto.
Él chico se agarró la cabeza preocupado. No tenía otra alternativa que decir la verdad, no le gustaba mentir para nada.
(...)
-Apúrate, Géminis -bufó Ofiuco, aún sentado en el sillón de la tienda de ropa.
Géminis lo había convencido de ir a comprarse algunas prendas, y aunque no estaba muy convencido, debido a que no le gustaba salir a comprarse ropa, terminó cediendo.
-Necesito que vengas a ver como me queda -habló desde el probador el platinado, a lo que el rizado rodó los ojos.
Ofiuco se levantó del sillón y se acercó al probador.
Al apenas abrir la cortina, una mano lo atrajo dentro del pequeño espacio y unos labios se posaron en los de él salvajemente.
-Me hubieras dicho que te gustaba salvaje, podríamos haberlo intentado antes -rió Ofiuco.
-Cállate y bésame.
(...)
Gemma, Piscis y Ofiuco se encontraban consolando a Tauro, quién estaba completamente destrozada con la impactante noticia.
-Tau, no llores por favor...-el rizado alentó a la rubia.
-Ey, no es para tanto. Al menos sabes que fue antes de que él y tú estuvieran juntos... -murmuró la castaña sin saber muy bien que decir, Nunca se le había dado bien los consejos.
-No estarías diciendo lo mismo si el padre del bebé fuera Piscis, Germinia... -soltó con cierta furia en su voz.
Gemma estaba estática. A veces decía cosas sin sentidos, y se sentía tonta por haber dicho ciertas palabras. Mordió su labio inferior sabiendo que había metido la pata. Se sentía muy mal. En vez de hacer sentir bien a su amiga, estaba empeorando todo.
-Lo siento... -susurró.- Mejor me iré... -hizo una mueca.
Tomó sus pertenencias para luego marcharse de la casa de su amiga.
(...)
-La he cagado, Escorpio -murmuró Sagitario con lagrimas mojando sus mejillas.
-No sé que decirte, probablemente deberías hablarlo con otra persona... -sentenció, a lo que Sagitario lo miró de una manera manipuladora.- Esta bien... -suspiró.- Lo único que tengo para decirte es que trates de arreglar las cosas con Tauro, ella debe entenderlo. Ni tú, ni Libra tuvieron la culpa, el diez porciento de los condones vienen fallados. Y por último, nunca culpes al niño por algo que no hizo...
El ojiazul estaba sorprendido por lo que su amigo que acababa de decir. De todos los años que fueron amigos, nunca le había dicho algo tan importante como eso.
-Y tampoco le digas a tu hijo que fue un condón malito -agregó Leo del otro lado de la habitación.
Escorpio miró al rubio aguantando la carcajada, y por otro lado, Sagitario deseaba estrangularlo con la mirada.
(...)
-Tómalo con calma.. -aconsejó Cáncer.
-Lo estoy haciendo, Can -afirmó Libra.- Me sorprende lo tranquila que me encuentro... -alzó los hombros acariciando su barriga.
-¿Sabes que ahora tienes que comer si o sí, verdad? -la interrogó Virgo.
Libra asentió, se sentía como una niña en preescolar.
Le parecía maravilloso que una persona este creciendo en su estómago, un ser de luz. Hasta ya había buscado nombres por internet, y ayer estuvo a punto de comprar un body color amarillo pastel.
Si bien sabía que era muy temprano, estaba tan encantada con la situación, que hasta se había olvidado que el padre era Sagitario y que actualmente tenía pareja, lo que lo hacía mucho más difícil para ellos, en este caso.
(...)
Acuario estaba hablando con Capricornio en su habitación sobre estupideces, como siempre.
Gritos se escucharon en el piso de abajo. Su madre estaba discutiendo con una persona, por lo que escuchaba.
-¡Ya soy mayor de edad, déjame verla! -gritó, el que parecía ser una voz de hombre.
-¡Ella no puede saber de ti!
En ese momento se vio interesada en la discusión, suponiendo que hablaban de ella.
-Mamá ¿qué ocurre? -se atrevió a hablar Acuario, ya en el final de las escaleras.- ¿Quién es él?
Había un chico rubio de ojos verde oscuro bastante atractivo en su casa, quien parecía tener su misma edad. Llevaba puesto un uniforme, al parecer de alguna escuela privada bastante costosa.
-¿Aún no se lo haz dicho? -preguntó con indignación el rubio.
Acuario parecía no entender nada.
-¿Quién es él, mamá? -volvió a preguntar, esperando una respuesta.
El chico pareció armarse de valor, para luego decir unas palabras totalmente impactantes.
-Mi nombre es Aiden, Acuario. Encantado de conocerte.
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