No había notado cuanto tiempo me quedé dentro del baño, hasta que escuche que tocó la puerta.
- Se que sigues ahí, no hay ventanas de todos modos, pero ya te tardaste demasiado. Vamos a salir, así que espero que abras en los siguientes 5 segundos, antes de que tire la puerta. 1...-Me pare rápidamente y abrí la puerta.- Bien... empiezas a entender... Vámonos.
Abrió la puerta y no la cerró hasta que estuve afuera. Caminamos hasta la ciudad, maso menos a la parte este, y se detuvo antes de llegar a la primera casa. La vigilamos por casi tres horas, hasta que las luces estuvieron apagadas por casi una hora. Luego fue que entramos. Le puso cinta adhesiva industrial a una ventana, la golpeó con una roca y rompió el cristal sin hacer ruido. Se notaba que lleva haciendo esto desde hace mucho tiempo. Entramos sigilosamente y subimos al segundo piso, donde había dos habitaciones, la de los padres y la de los hijos.
Saco un cuchillo y otro un poco más pequeño me lo extendió. Sabia lo que quería, por lo que me negué con la cabeza para no descubrirnos, pero lo puso en mi mano y señalo a la habitación con puerta decorada, los niños. Seguí negándome, hasta que el puso su arma en mi cuello. No tuve otra opción mas que ir sigilosamente hasta donde dormían los dos pequeños, uno de 8 y el otro de 10 aproximadamente. Me fui primero con el menor, clavando el filo en su pecho mientras no soportaba el llorar por el odio hacia mi misma. Luego fui con el segundo, haciendo el mismo procedimiento. Fui hasta la puerta de espaldas, viendo a los niños como si estuvieran dormidos aún, mientras yo sentía un dolor en mi pecho por culpa de haberles quitado la vida. Me tire de rodillas, tapando mi boca para evitar el hacer demasiado ruido. No sabia que hacer. Mis manos ahora estaban manchadas de la sangre de esos inocentes, y nunca sería la misma de nuevo. Sentí una mano en mi hombro, y al voltear note que era de Bloody. Quite mi hombro y me paré rápidamente, tratando de alejarme de el.
- Saca tu pintura, yo esperare afuera...- me abrace a mi misma mientras caminaba, sin siquiera voltear a verlo.
Tardó al menos media hora, pero salió con unas cubetas llenas con el líquido rojo. Me dio tanto asco que vomite al sentir el olor repugnante y característico de la muerte, pero él solo se quedo viéndome, sin mover un músculo. Para cuando termine, el solo se siguió con camino a la cabaña. Por mi mente paso el pensamiento de huir mientras me daba la espalda.
- Ni lo pienses...- me quede viéndolo. Cómo supo lo que quería hacer?- Nos vigilan, así que camina hacia mí, antes de que ya no me vean y te terminen matando.- Por fin note tres sombras, las cuales me rodeaban.
Caminé a donde estaba Bloody, ni muy cerca ni muy lejos, tratando de que se fueran. Una vez que ya estaban lejos, me relaje más, aunque no por mucho tiempo, pues un chico de googles amarillos, cabello café, una media mascara que cubría su boca y dos hachas notablemente usadas para matar, pues tenían sangre en ellas, apareció frente a nosotros boca abajo, claramente colgado de una rama de árbol. Ticci Toby
- Hey Bloody! Quien es la nueva? Se ve algo alterada...- su voz era juguetona y alegre, como despreocupado de todo.
- Hola Toby. Ella es mi nueva asistente, y acaba de matar por primera vez.- Dijo sin interés alguno.
- Diablos viejo... y ni siquiera te importa? Recuerda cuantas se suicidaron después de su primer asesinato...
- Esta vez no pasara, me asegurare de eso...
- Cómo? Matandola tu?
- No... La vigilará todo el tiempo, no Bloody?- Un chico de cabello azabache y mascara blanca algo afemimada con los labios negros salió de entre los árboles. Masky
- Así es, no pienso andar buscando una nueva en poco tiempo, así que trataré de que me dure lo más posible.
- No será que te empiezas a sentir sólo, Painter?- Apareció un tercer joven, esta vez con una tela obscura como mascara con una cara triste y roja en ella. Hoddy, los tres proxys de Slenderman frente a mí.
- No será que estas idiota? No me siento sólo, siento flojera de hacer todo por mi mismo... Como Slender, que los tiene a ustedes como sus mandaderos...
- OYE, CON EL JEFE NO TE METAS!- Tuvieron que sujetar a Toby, pues casi se le avienta a Bloody.
- Calmate Toby, recuerda que si logras no meterte en una pelea por un mes, el jefe te hará sus waffles especiales...- Le tranquilizaba Masky, que parecía el único cuerdo en ese trio.
- Si nos disculpan, mi pintura se hace fea, así que nos vamos.- me señaló con la cabeza el camino.- Andando.- Camine como el pidió, aunque con la cabeza baja y abrazandome sola.
- Adiós preciosa!- oí como se despedía Toby, mientras los otros lo regañaban por lo anterior dicho.Por fin llegamos a la cabaña, y lo único que hice fue echarme en la cama. No podía más, apenas llevaba un día y ya quería irme. No me importaba morir. Vi que aún sostenía el cuchillo que usé con esos pequeños. Lo acerqué a mi muñeca, queriendo hacer un corte vertical que terminara con mi vida, cuando su mano me detuvo. Alce la vista con lágrimas saliendo de mis ojos, pero en vez de ver una mascara con una falsa sonrisa, vi unos ojos azules y una expresión sería pero con melancolía.
- No lo hagas. Puede que te sientas horrible, pero no dejaré que lo hagas. Te necesito con vida.- No se por qué lo hice, pero simplemente lo abrace. El se quedo quieto y tenso, pero no me importó. Para cuando lo solté, lo vi algo apenada.
- Perdón... no se ni por que lo hice.
-Ven conmigo un momento.- Me tomó de la muñeca, conduciendome al cuarto donde estaban sus pinturas, me detuve en la puerta, pero el siguió hasta el fondo, tomo algo y volvió conmigo.- Ten, por que no dibujas algo? Así te calmaras un poco.Tomé las hojas y un lápiz que me dio, para ir a la sala. No podía sacar de mi mente esa imagen de los niños, por lo que decidí dibujarlos. Me enfrasque tanto en eso, que perdí la noción del tiempo, hasta que salió del cuarto y se acerco por detrás.
- Conque dibujas también tu trabajo, eh?... Es una buena manera de sacarlo de tu mente...
- Quisiera que no hubiera pasado mejor...- me encogí en mi lugar.- Por qué me escogiste a mí? No había alguna otra chica? Una a la que puedas torturar que no sea yo?...
- No. Te escogí a ti justamente por esto.- Tomo mi dibujo y lo mostró, como si fuera algo maravilloso- No había visto alguien que dibujara así antes, simplemente es perfecto para mi.- Me regresó la hoja y quedé viendo el dibujo. Era verdad que dibujaba bien, pero no era para tanto.
- Entonces creo que esto es solo una maldición.- Tache el dibujo, hasta que detuvo mi mano.
-No hagas eso! Tu talento no es una maldición.
- Para mi lo es. Me dejo aquí atrapada por ti.Me levanté de golpe y fui al cuarto, me encerre dentro y me tumbé a la cama, llorando y pensando en la mala suerte que tenía. Me quede dormida no se cuanto tiempo, pero cuando desperté, no estaba el conmigo. Me alivio saber que no decidió entrometerse, aunque me sentí un poco mal al verlo dormir en el sofá algo incómodo. Preparé el desayuno, él despertó y comimos en silencio. En cuanto terminámos, él fue a pintar y yo limpié la casa. Francamente, fue un día aburrido. Así pasamos una semana entera. No hablar, no vernos a los ojos, cada quien por su lado.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
TARDE PERO SEGURO xD COMO ESTOY ALGO OCUPADA, PUEDE QUE LAS SUBA ALGO NOCHE.
pOR CIERTO, FELIZ DÍA DE SAN VALENTIN!!! (P.D.: REGALEN CORAZONES DE CHOCOLATE, NO DE HUMANO xD)
HOY NO HAY SALUDOS ESPECIALES, PERO SI QUIEREN UNO ME PUEDEN DEJAR UN COMENTARIO Y YO LOS SALUDO.
BYE, BYE! LOVE YA!!
ESTÁS LEYENDO
La ayudante del artista sangriento
De TodoHojas en blanco de una libreta. Lienzo. Una pared lisa. No importa en donde se plasme el arte, pero para el tiene solo una regla: debe de tener su materia prima y color principal; la sangre derramada por sus propias manos. Pero claro, no puede haber...