¡Agh!
¿Por qué tenía que haberle tocado Johnny?
¿Por qué de entre todos los géneros posibles le tuvo que haber tocado ese... esa... cosa? ¡El pop sentimental no era lo suyo y nunca lo sería!
Era como si le dijeran a Gunter que bailara ballet y cantara opera, simplemente era imposible.
O bueno, ella al menos no veía que el cerdo hiciera eso, quién sabe.
Arrugó el trocito de papel en sus patas y bufó molesta, se lo metió al bolsillo y se puso de pie para irse del teatro, ahora tenía que vomitar arcoíris y ver cómo hacía para cantar, o en cuyo caso, componer alguna canción cursi (lo que no creía, se congelaría el infierno antes de que ella compusiera algo así). Apenas dio dos pasos hacia la salida cuando Johnny la interceptó.
—Ash —la llamó él. Ella levantó la mirada con los parpados caídos, denotando con claridad las pocas ganas que tenía de hablar con alguien, tenía que pensar qué diablos iba a hacer. Johnny caminó hasta ella y se detuvo al frente, para luego sonreír con amabilidad. Eso picó un poquito a Ash, ¿cómo podía sonreír así si tenían que cantar algo que no les gustaba a ambos?—. ¿Puedo preguntarte algo?
«Ya lo hiciste», pensó mientras hacía un gesto con la mano para que preguntara.
—¿Me explicarías qué hace falta para cantar rock? —dijo—. Antes habías dicho que eso tenía sentimiento, solo que no lo entiendo. —Ladeó un poquito la cabeza—. Ya que me tocó tu estilo musical, tal vez podrías echarme una pata en eso, y yo también.
Ash suspiró mientras se apretaba el entrecejo con fuerza. Lo que él le pedía era comprensible, lógico hasta cierto punto, es solo que no cualquiera cantaba rock; es decir, todos pueden, claro, pero hacerlo con el sentimiento que conlleva, sentir en su cuerpo lo que las letras transmiten no todos lo hacían. Sin embargo, ahí estaba el punto del gorila, él quería saber, y ella necesitaba saber también cómo era posible que él cantara esas canciones sentimentales tan... sentimentalmente.
Se pasó la pata por la púas y oteó a los demás. Meena estaba tratando de hacer que Mike le dijera algo sobre cómo podía cantar jazz, mientras Mike estaba... vaya, era la primera vez que lo veía perdido, estaba con la mirada fija al suelo, paralizado, y parecía murmurar una única palabra. Rosita y Gunter estaban distintos, mientras que Gunter daba pequeños pasos de baile en el sitio, ella estaba con la pezuña en los labios como pensando; tal vez pensando un género, supuso Ash. Por donde lo viera, los que, al parecer, estaban más «tranquilos» con lo que les asignaron eran ella y Johnny.
—Está bien —respondió al fin—, ¿qué quieres que te explique?
El rostro de Johnny se iluminó.
—Eso: el sentimiento que hay en ello. —Luego de decirlo asintió, como para dar más credibilidad a sus palabras.
Ash se volvió, tomó el estuche donde tenía su guitarra del asiento y se lo cargó al hombro. Se dio media vuelta y caminó a la puerta, Johnny la siguió. Se detuvo en seco antes de siquiera empujar la puerta giratoria y frunció el ceño a la vez que apretaba la correa del estuche: Lance estaba en la calle del frente, con la vista en su móvil.
—¿No es algo intenso tu exnovio? —preguntó Johnny apuntando a Lance en la otra calle.
—¿Algo? —repuso ella, fastidiada de los incesantes intentos del puercoespín. Johnny alzó las manos con las palmas al frente en señal de rendición.
—Bien, mucho. —Hizo una pausa—. ¿Te vuelvo a llevar? —preguntó.
Ash dejó caer los hombros, él se estaba convirtiendo en su chofer personal. No era que la idea no le gustara, porque vamos, ¿a quién le molesta que alguien le dé un aventón? Es mejor que caminar, solo que...

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Our Arpeggio
FanfictionEl creciente éxito del teatro Moon atrae la atención de un importante productor. Buster, emocionado, y observando el entusiasmo de sus cantantes, decide que además de sus números normales, harán uno totalmente opuesto. Y aunque las combinaciones no...