Instituto de zorras y fresitas

VESTIDO DE PORDIOSERAS.

(pov Jessica)

Ahora...¡Donde deje el puto vestido! Ah, verdad, lo guarde en el cajón.

Busque el vestido de puta y me lo coloque...Lo hice, pero me lo puse al revés. Como era de esperarse...

Me quite el vestido y cuando ya estaba terminando...

-¡mierda!-escuche el maldito vestido rompiéndose. 

¿¡que coño hago!? ¿que le diré a Anne? ¡no lo puedo decir que lo rompí!

¿que ha...? Hilo, eso es.

¡Hilo y aguja!

Busque esas vainas y empece a coser el vestido y luego me lo puse.

-Gracias mamá por enseñarme a coser-exclame al terminar de ponerme el vestido. Me senté en el tocador y mire la hora...Falta media hora. Sobrada.

Me empece a maquillar, para eso busque algo en youtube ya que esto no se me da.

¿por qué?

Porque odio el maquillaje. Eso es todo. Vi que Kate entro así que la salude.

-hola Kate 

Y Kate se cayo al piso.

-¡ME ASUSTASTE JESS!-grito ella mientras me reía 

-perdón, pero te caíste muy chistoso-

-¿miau?-Ella se paro-creí que ya estabas lista, ¿iras con mi hermano?-pregunte, ya que era lo mas lógico.

-sip, pero tengo que apurarme, tengo menos de quince minutos

-yo ya estoy casi lista ¿te ayudo?-pregunte mientras terminaba de hacer una coleta

-¡Si!

-bien, mientras termino de peinarme ve y ponte ese vestido de puta con esos tacones del demonio-dije, mis palabras son muy sinceras.

Ella salió de la habitación y yo termine de arreglarme. Mientras tanto mi celular sonó. 

En la pantalla se veía la cara de Austin, fue el día que lo mancharon con tinta y un monton de cosas en la primera fiesta del instituto. Al tercer pitido, conteste.

-hola Jess

-hola Aus

-¿estas lista? Acabe de terminar y era para saber si podía pasar ya.

-Si, le dije a Kate que iba a ayudarla, pero no me demoro así que vente.

-vale, nos vemos linda.

-bye.

Y colgué.

Busque algunos broches para el cabello y una dona. Ya saben de esas para hacer un chongo. 

-listo-dijo Kate entrando

-te ves como un perra-le dije, obviamente el vestido de Kate era igual de corto al mio, por lo tanto ambas eramos perras

-tu igual

-era de esperarse, los vestidos son de nuestras hermanas-comente bajándome el vestido

-sip-dijo. Yo le señale el tocador y ella se sentó.

Luego empece a peinarla

-ve maquillándote mientras yo te peino-le dije. Ella empezó a maquillarse y en menos de lo que canta un gallo habíamos terminado.

Y como si hubiera sido coincidencia, el timbre sonó. 

-¿puedes ir tu? necesito buscar mi celular y unos audífonos por si todo se vuelve aburrido-pedí mientras buscaba un bolso.