Capítulo 10.

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Sentí que me faltaba el aire. Una, dos, tres, cuatro lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos.

-Qué quieres decir?

-Que yo la hice desaparecer. Lo de Leah no fue un accidente, un error, una casualidad. Fue gracias a mí.

-Sabes que pueden encarcelarte por asesinar a alguien? A una menor!-Le grité.-Eres un hijo de puta! Cómo has podido hacerlo? Asesinaste a mi única y mejor amiga! Te odio!-Grité lo más fuerte que pude, aún creyendo que no sería suficiente para demostrarle lo disgustada que estaba con la noticia que me había dado.

-Yo no la asesiné, cariño.-Sonrió burlonamente.-No podría hacerlo. No me ensusiaría las manos de tal forma.-Mi madre estaba igual o peor que yo. Estaba pálida y sus nudillos también de tanto que apretaba el brazo de papá.

-Cómo pudiste?-Le gritó ella al tiempo que le pegaba una bofetada.-Era una niña! La mataste!

-Ya te dije que no lo hice.-Contestó él, furioso, pero logrando aparentar serenidad.

-Entoncés qué? La mandaste matar? Eso hiciste? Y crees que te convierte en menos responsable solo porque no lo hiciste tú mismo?-Le solté, cuando recuperé el habla. Él no contestó, por lo que me tiré al piso, hecha un ovillo, sin lograr dejar de llorar. Mi madre estaba tomándose los cabellos con fuerza, desesperada por haber descubierto lo que había hecho su marido. Mi pecho subía y bajaba rápidamente por el llanto. Apoyé mi espalda en la pared y mi cabeza en mis piernas. No podía ser posible. Mi padre nunca había sido un  hombre de muy buen corazón, pero...Al punto de hacer que una inocente muera porque sí? Porque no le agradaba para su hija? No podía asimilarlo. Había estado viviendo toda mi vida con un criminal. Quién sabe qué más había hecho aparte de lo de Leah? Cuántos crímenes nos ocultaba?

El dolor de cabeza era insoportable, y el de mi pecho aún más. Sentía que toda mi vida se iba derrumbando. Siempre había creído que la muerte de Leah había sido un accidente. Un paro cardíaco. Eso era lo que mi padre y el doctor me habían hecho creer. Pero había sido tan ingenua al creerles. Mi padre de seguro le había pagado unos cuantos billetes a ese hombre para que me mintiera. No, no podría llamarlo "papá" nunca más. Era un desgraciado. Merecía algo peor que lo que le sucedió a mi amiga. Mucho peor.  

-Era lo que tenía que suceder. Esa mocosa se lo merecía.-Anunció luego de unos cuantos minutos en los que solo se oían mi llanto y las maldiciones que soltaba mi madre recostada en el sofá. Levanté la vista, entre enfurecida y asombrada. Leah McGregor, mi amiga, una de las personas más buenas en el mundo...merecía morir? Esa era una de las mentiras más grandes que había oído.

-No, ella no merecía morir.-Logré decir entre el hipo que me sacudía el pecho.-Tú, tal vez sí. Eres un ser despreciable, que no sabe respetar a una buena persona. Tú solo te juntas con aquellos que tienen dinero de sobra, porque sabes que jugando con ellos puedes quitárselo. Lo sé. Sé que en esas reuniones, mientras yo tengo que estar rodeada de hombres que me comen con la mirada y son tan idiotas que no pueden respetar mi espacio, tú estás buscando la forma de sacarles dinero a tus "compañeros de trabajo". No te entiendo. Tienes todo lo que quieres. Por qué eres así entonces? No te importamos? Ya no puedo considerarte mi padre.-Me levanté.-Y te lo repito: no importa lo que hagas, no me alejarás de mis nuevos amigos.-Le anuncié mientras subía las escaleras.

Cerré débilmente la puerta de mi habitación, intentando recuperar el aire, y me tiré en la cama boca abajo. Esa noche la había pasado mejor que nunca, porque estaba con las únicas seis personas a las que les agradaba realmente. Luego el día comenzó maravillosamente, pero como siempre la llegada de mi padre tenía que arruinarlo. Todavía no podía asimilar que mi padre era un criminal. Es cierto: nunca me había llevado demasiado bien con él. Pero nunca lo había visto como una persona tan malvada.

Los sollozos me ahogaban y estaba totalmente consciente de que ya llevaba más de veinte minutos así. Y hubiera pasado toda el resto de la tarde así si por mí dependía.

Pero mi celular comenzó a sonar. No lo atendí, disfrutando de la tranquilidad que me daba "The A Team" de Ed Sheeran. Luego de que sonara por tercera vez decidí levantarme y atenderlo.

Era Ashton. Me sequé las lágrimas y atendí.

-Ash. Hola.

-Zoe, cómo estás?

-Bien. Tú?

-Estás llorando?-Puse los ojos en blanco y me aclaré la voz.

-Ehh no. Por qué lo preguntas?

-Porque pareces mal. En serio que no estás llorando? Prométemelo.-Mordí mi labio inferior.

-No, Ashton. Estoy llorando.

-Qué sucede, linda?

-Cómo explicarte? Discutí con mi padre. Pero fue mucho más horrible que cualquier discusión que hayamos tenido nunca. 

-Quieres contarme?-Preguntó un poco más preocupado.

-Es muy difícil de explicar, Ashton.-Comencé a llorar de nuevo.-Ya no quiero estar aquí. Odio esta casa. Odio a mi padre.

-Tranquila, nena. Quieres que nos veamos y me cuentas más calmada?

-Es que no quiero molestarte, Ash.

-No lo haces. Si fuera así no te estaría ofreciendo esto.

 -Pero...

-Quédate aquí, conmigo. Ven a casa con tus cosas y te quedas hasta que quieras volver. Claro que solo si tú estás de acuerdo.-El teléfono casi se me resbala de la mano.

-No puedo aceptar eso, Ash. Gracias por tu propuesta pero sería abusar demasiado de tu amistad. 

-No, Zoe. No voy a obligarte a que vengas. No me gusta vivir solo, siempre prefiero la compañía y mejor si es de alguien que quiero.

-Ashton, gracias, pero no puedo invadir así tu privacidad.

-Sí si yo te invito a hacerlo.-Reí por lo bajo.-Entonces, qué dices? Quieres pasar un tiempo en la casa del chico más guapo en todo el mundo?

Sé que es largo, pero lean esto por favor. Quiero saber cuántas personas leen la fanfic y a cuántas les importa en serio que yo la siga. Así que les voy a pedir algo: que todas las que leen comenten y voten. Es importante.

Voy a hacer esto: cuando el capítulo tenga más de 5 comentarios y más de 5 votos subo el siguiente. Como les digo siempre, quiero conocer su opinión.

No es mucho pedir, chicas.

Una última cosa...alguien quiere que le dedique el próximo capítulo? Eso, comenten que lo quieren y yo se los dedico.

Gracias, las amo, en serio.

PD: a mí me gustó bastante este capítulo, no sé por qué. Espero que a ustedes también les guste.

Almost unhappy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora