Capítulo 29.

33 6 1
                                    

Me desperté en una ambulancia, o eso era lo que parecía por su forma. Ashton estaba a mi lado, sosteniéndome la mano, besando mis nudillos y con su cabeza apoyada en sus rodillas, porque estaba sentado junto a mí. Pero yo iba en una camilla, junto con dos personas que supongo que serían médicos. Antes de que recordara siquiera qué hacía aquí, Ash levantó su vista, mostrándome sus ojos rojos por...¿lágrimas? Su boca se abrió, con sorpresa, y quise hablarle pero me sentí muy débil para hacerlo. Entonces volví a cerrar los ojos.

[...]

-...Entonces, Zoe, entiéndeme, por favor.- Hizo una pausa.Iba a abrir los ojos, pero como oí a Ashton hablando a mi lado, suponía que había estado hablándome mientras dormía. Así que me mantuve quieta un rato más.-¡Qué tonto parezco! Ni siquiera estás escuchándome. Pero si no te lo digo ahora, no será nunca, y necesito descargarme contigo. Necesito decírtelo. Y aunque en este momento no estés consciente, se sentirá como si te lo hubiera contado. Solo te lo digo porque sé que seguro querrías escucharlo, pero después seré muy orgulloso para decírtelo.-Tomó aire.

-Ash...-Quise susurrar, pero mi boca no se movió.

-Lo cierto es que hoy temí que te me fueras de las manos. Ya sabes, pensé que...Te perdería.-Oí un sollozo.-Nunca me sentí tan mal, de veras, creí que no volvería a verte bien. Que perdería a la única persona que en serio me importa y amo. Zoe, no sé qué sería capaz de hacer si me dejaras. Mi vida no sería ni de lejos igual con tu ausencia. Te amo, por favor, quédate conmigo.-Acarició mi mano.-Por favor, bebé, ni se te ocurra dejarme. Seguiré teniendo a los chicos, pero mi vida sería vacía. No te tendría. Y además, besarlos a ellos sería totalmente raro.-Susurró casi con asco, y sin poder evitarlo, me reí un poco.

Ashton soltó mi mano rápidamente, y yo hasta ese momento no había visto su expresión. Abrí mis ojos, con esfuerzo, porque los había tenido cerrados mucho tiempo. Su rostro reflejaba una mezcla de preocupación, alivio, susto, enfado y tristeza. Tenía la cara empapada en lágrimas, y su camiseta estaba totalmente mojada y un poco manchada de sangre. Me preocupé un segundo, hasta que me di cuenta que la sangre no era suya.

-Despertaste.-Sonrió, pero volvieron a salir lágrimas de sus ojos.

-No llores más.-Pedí en un susurro. Él se acercó y me besó despacio pero con ansiedad. Volvió a tomar mi mano, y se separó un poco de mí. Estaba sentado en una silla al lado de mi camilla. Cerré los ojos y busqué en mis recuerdos la razón por la que estaba allí. Oh, sí, el intento de asalto.

-No vuelvas a asustarme así, por favor, nunca jamás.-Pidió, secándose las lágrimas con fuerza.-Te amo, te amo, te amo. ¿Cómo estás?-Acaricié su mano con la yema de mis dedos, para tranquilizarlo.

-No siento mis piernas. Los brazos y la cabeza me duelen bastante. Pero estoy viva.-Me encogí de hombros, y por eso sentí un fuerte dolor en la espalda.-Y la espalda, Dios mío.-Me quejé. Ashton se acercó pareciendo preocupado.-Descuida, no es tan grave.

-Desearía tanto haber llegado antes.-Cerró los ojos.-Lo lamento.

-Está bien. Estoy bien. Tuve demasiada ayuda...

-Pero debería haberlo golpeado antes, ojalá lo hubiera hecho. Debería haberlo matado en ese instante, no solo tirarlo al suelo.

-Espera...¿Fuiste tú quien me defendió?-Pregunté.

-¿Quién más?-Levantó las cejas.

-No lo sé, pero...Wow, no creí que hubieras sido tú. No sabes cuánto te lo agradezco.

-A uno no deberían agradecerle por salvar a su novia mientras ven que están maltratándola, ¿cierto? Porque eso, más que un acto de solidaridad o algo así, es casi una obligación. Cuando te vi allí, mi instinto me obligó a ayudarte. No lo dudé antes de acercarme. Tenía que protegerte.

-Tú sabes que yo haría lo mismo, ¿no?-Hablé en un tono suave, todavía un poco conmovida por lo que me dijo. Él había sentido la necesidad de ayudarme, porque no quería que me dañaran.

-Cielo, sabes que te amo demasiado pero...-Se tapó la boca para no mostrar su sonrisa divertida.

-¿Qué? ¿No crees que pudiera enfrentarme a alguien así?

-Pues...No te ofendas, pero no. No lo hiciste esta tarde.

-¡El tipo me puso un arma en la espalda antes de que lo viera! Si te hubiera visto en la situación en la que yo me encontraba, teniendo ya visto a tu atacante, no tardaría en darle una patada en los huevos.-Hablé rápidamente, un poquito alterada.

-Tranquilízate.-Pidió, acomodándome de nuevo en la camilla, porque me había levantado un poco. Respiré profundo y me relajé. Volví a mirarlo, ahora más tranquila, y le dediqué una media sonrisa de disculpa por haberme alterado. Había sido un simple comentario y yo me había puesto mal.

-Lo siento.-Él sonrió de lado, acariciando mi mano.

-Escucha. Aunque me diste un susto de muerte, y sé que te duele todo, el doctor dijo que podrías salir en unas horas. Volveremos al hotel, compraremos...¿comida china? Si quieres, comida china, y nos tiraremos en la cama mientras vemos alguna película romántica que te guste, y mientras tú la veas yo fingiré que me interesa para poder acariciarte. ¿De acuerdo?-Reí, con lágrimas en los ojos.

-A veces siento que no te merezco.-Susurré.

-¿Por qué dices eso?

-Por cómo me tratas, por cuánto me demuestras que me amas. No sé, siento que no soy lo suficiente para ti.-Admití. Él me miró con los ojos muy abiertos, y una mueca que pasaba de ser media sonrisa a un puchero.

-Nunca jamás pienses eso Zoe.-Me pidió (casi ordenó) en voz baja, tomando con fuerza mi mano.-Si estamos juntos, es porque ambos lo elegimos, no porque me hayas obligado a estar contigo. Y si fuera por mí estaría contigo hasta el fin de los tiempos y mucho más.

-¿En serio?

-En serio.

-¿Es verdad lo que dices?

-Es verdad.-Asintió.

-¿Lo prometes?

-Lo prometo.

Almost unhappy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora