Academia Divina(En proceso De corrección)

Vacaciones: el no tan terrible secreto de James

Después de todo el alboroto que causó el demonio en el salón  de clases y todo el desgaste emocional que esto causó. Los arcángeles junto con el director nos dieron la oportunidad de viajar a donde quisiéramos ben gran Bretaña pero la verdad a Eli y a mi no nos hacia mucha gracia y June quería volver a Japón un tiempo esto la llevó a sugerir que fuéramos  a allá todos juntos; exactamente a Hokkaido. En esta época de estar muy frío todavía en Sapporo debe nevar definitivamente sería hermoso caminar junto con Eli por toda la ciudad.
Nos fuimos a las 3:00am en vuelo directo del aeropuerto de Londres. Tanto yo como eli encontramos la forma de ir juntos  y dormimos abrazados todo el viaje,  si quiera nos dimos cuenta cuando uno de los asistentes de abordo nos trató de despertar. Sin embargo  fue un vuelo bastante largo  y cansado para los demás. Se preguntaban como le hicimos para dormir mas de doce horas en un avión,  sobre todo, con lo tan incómodamente ruidoso que estuvo el vuelo; supusimos que solo estábamos demasiado cansados como para darnos cuenta y solo queríamos, estar juntos después de todo lo pasamos que por cierto había sido horripilante.
Había pasado todo tan rápido, fue un desastre total pero esto era solo él comienzo...
—¡Oigan chicos! ¡Despierten! No me digan que estuvieron dormidos todo este tiempo—. Cuando abrí los ojos pude un par de ojos marrones saliendo de una capucha; me veían de manera sonriente como siempre pero tenía un tono de asombro.
—¿En donde estamos? ¿que pasó...?—. Elizabeth estaba sobre mi pecho, se   frotaba los ojos mientras se reincorporaba.
—Estamos a punto de aterrizar... Vaya si tienen el sueño pesado niños el asistente de abordo tuvo que pedirme ayuda para despertarlos—. El profesor Crane quien nos había acompañado como tutor llegamos al hotel, cenamos (era de noche cuando llegamos ) y simplemente nos tratamos de acomodar al horario y dormir un poco aun nos sentíamos tan cansados que no fue problema hacerlo; en realidad fue sentimental y físicamente agotador.  Luego por la mañana James  y Leonard fueron los que nos despertaron se veían ojerosos y cansados.
—¿¡Cómo rayos es que ustedes dos pueden dormir tanto!?—.  Habían tenido problemas con el jet lag esa noche, problema que al parecer nosotros no teníamos.
—Fácil, estábamos agotados simplemente —. Respondí mientras intercambiaba miradas coquetas con Elizabeth. El anterior suceso en vez de separarnos nos había unido más. June caminó detrás de ellos, al parecer ella estaba acostumbrada a los cambios de horarios.
—Déjenlos en paz chicos han pasado por cosas muy dolorosas, merecen dormir todo lo que quieran—, llevaba una pijama de dos piezas le quedaba algo grande,—¿Durmieron en yukata chicos?—. Nos habían dado prestadas unas en el hotel pensé que sería bueno usarla, solo moví mi cabeza para decir que sí.
—Vamos chicos no me engañan la única razón por la que pudieron dormir tanto, es por que se sentían el uno al otro—. Era algo evidente aún así nos ruborizamos. El profesor  tenía un humor sumamente perspicaz y en ocasiones tenebroso gustaba de jugarle bromas a sus alumnos fuera de clases; al profesor le gustaba asustar a sus estudiantes... Nada muy grave les saltaba de repente en los pasillos por la noche luego de la cena... Tal vez se tomaba muy en serio su apellido; las comparaciones con Ichabod y Jonnathan habían pasado factura en su personalidad... Sin embargo en clases y cuando se trataba de asuntos del colegio  su personalidad cambiaba totalmente, era muy serio y se tomaba su papel de tutor con total rigurosidad.
—Es bastante evidente que así es—. Le respondió June al profesor; había aprendido a seguirle el juego al profesor, —después del ataque de ese súcubo... Aunque debo admitir que era hermosa...—,se abstuvo de divagar... A Eli no le gustó mucho ese comentario pero al parecer decidió pasarlo por alto. —Como sea, lo que ustedes tienen es muy especial ojalá algún día yo tenga algo igual—. Continuo ruborizada, tratando de no voltear a ver a James, yo solo trataba de no meterme en esas cosas, pero la verdad no me parecía en absoluto que fuera bueno para June; es simplemente demasiado arrogante cobarde y deshonesto... Deberíamos Eli y yo hablar con ella... Prometo no entrometerme solo le preguntaré que siente por él... Le pedí ayuda Eli... No estaba muy de acuerdo con ello, pero me ayudó a traerla por aparte... Iba a comenzar a preguntarle pero Eli no me dejó.
—Yo me encargo—. Me interrumpió antes de que pudiera decir algo. Odio cuando hace eso, no tiene mucho tacto para estas cosas. Va a preguntarle fuerte y directo.
—¿Qué pasa chicos ?—. Estaba algo nerviosa no le habíamos dicho por que la apartamos de los demás.
—¿Qué sientes por James?—. Lo sabía... Directo y conciso sin irse a las ramas... A June casi le da una ataque...
—¡Elizabeth!..—. Le reprendí. Ella se alzó de hombros.
—¿Qué?.. Eso queríamos saber... ¿No?—. Tenía razón... Pero su falta de tacto era increíble. Ya nos había causado problemas antes... Durante la decoración de navidad el año pasado hizo llorar a una chica a la que no se le daban bien las labores manuales... No lo hizo intencionalmente pero su falta de paciencia, su tono severo y sus ojos intimidan a cualquiera... Y al final la chica, como todos sus anteriores pretendientes, se quebró.
—No puedes preguntarle a ella cosas así y no esperar que le dé un ataque de pánico... Ya hemos hablado de esto mi amor, tienes que pensar más las cosas...—. Me miro con ojos de perrito. regañado, yo traté de mantener una expresión dura. Dios esa expresión... Es casi imposible resistirme ella y ella lo sabía aún así esta vez pude resistir.
—Bueno ya... Lo siento—. Se disculpó haciendo una reverencia. Cómo les mencioné no lo hacía a propósito, está aprendiendo a expresarse mejor, yo trato de corregirla cuando dice cosas sin pensar, aunque no le doy mucha importancia tampoco a mí me gusta que sea sincera...
—No... No hay problema—. Estaba un poco ruborizada pero no fue tan grave como yo pensé que sería.
—Bueno pero ya que ella preguntó... ¿Nos puedes decir?—,Me miró seria.— si no quieres no tienes por que—.  Agachó la cabeza y respiró profundamente para calmarse. ¿ Ella en verdad entenderá mi intensión al preguntarle esto? Ella es muy buena chica y un tipo como James jamás la podrá valorar como tiene que hacerlo.
—Creo... Creo que me gusta...—.Ya lo sabía, era más que evidente. Solo necesitaba que me lo confirmara.
—¿Por qué ?—,Elizabeth... Dios santo... La volví a ver con desaprobación, —Bien... Lo siento sí, pero realmente no lo entiendo, tú eres una lindura, Leonard puede tener un encanto peligroso, pero James... Él es simplemente detestable... El por qué  en realidad me tiene muy intrigada... —, Me ruboricé un poco... Bueno tenía razón él es detestable...—Hace un mes que viene burlándose de ti, ni siquiera nos habla a menos que sea  estrictamente necesario y cuando lo hace nos trata de seres inferiores. Además me trata como si fuera una rubia tonta y uno de esos dos adjetivos no calzan ni de broma conmigo—. A ella no le gustaba en absoluto que la juzgaran como tonta solo por su color de cabello... Elizabeth puede ser muchas cosas negativas, impulsiva, celosa, egoísta y sobreprotectora, pero tonta no era.
—Chicos... Solo es una capa... Él no es así... Solo es algo estúpido y cree que actuando así se ganará su respeto—. Sonaba como un comportamiento muy irracional. Sin duda algo que un idiota  haría.  Quizá mi odio hacía el viene de como irrumpió en el grupo de un momento a otro.
—¿¡Lo conocías de antes!?—,Le preguntamos ambos, estábamos ambos muy asombrados, parece que lo conocía bastante bien... Ella solo asintió con la cabeza. —¿¡Como!?—. De nuevo ambos al mismo tiempo. Esto era casi como el destino... Uno muy malo... Yo también conocí a June hace algunos años, cuando tenía trece... Ese día actúe como un encapuchado y no dejé que viera mi rostro... Por ello no me reconoce.
—Fue hace cuatro o cinco años, estaba de viaje en Escocia; es una historia larga pero nos salvó a mí y a mi caballo de una jauría de lobos—, eso lo explicaba todo... Esa era una cara que no nos mostró a nosotros jamás,—luego estuvimos escribiéndonos un tiempo, un día nada más no volvió a hablarme—. Vaya, vaya... Eso si sonaba al él que conocemos. Aunque nadie deja de contestar sin motivo... ¿Cuál habrá sido ? Para mí no tenía sentido.
—Bueno querida, sentimos entrometernos; no lo haremos mas. ¿Verdad Petter?—, Yo volví la cara, ella me golpeó el abdomen sacándome el aire. —¿Verdad cariño?—. Me miró de manera fulminante.
—De acuerdo, de acuerdo...—. No debí sonar muy convincente, porque levantó una ceja incrédula.
Dio un guiño,— tranquila si trata de interferir lo castigaré—. June solo le atinó a reír.
— Ustedes dos son todo un lío de veras, ja, ja, ja—, Al menos ya estaba relajada eso me tranquilizaba, — Se complementan tan bien, pero a la vez son un caos cuando están juntos. ¿Cómo hacen eso?—. Solo nos encogimos de hombros y echamos a reír. Luego de cambiarnos fuimos a desayunar, durante el desayuno June no podía dejar de ver a James de reojo.
Cuando por fin habíamos terminado  de desayunar partimos hacia la ciudad que por cierto Sapporo estaba llena de nieve realmente era hermosa en febrero muy fría tenía que admitir, pero el calor de Eli era suficiente para suficiente para mantenerme animado y tibio.
El por que habíamos elegido Hokkaido como nuestro destino era en realidad una pregunta muy sencilla de resolver. Elizabeth llevaba mucho tiempo queriendo visitar Japón; a mi la verdad no me había interesado jamás ir pero no perdería la oportunidad de conocer otros lugares. Esa noción de aventura la he tenido desde muy niño; para mí lo que conocía no era suficiente, los lugares que yo había visitado no eran suficiente... Yo siempre he querido mas y mas. Además quería aprender japonés, los idiomas son algo que me interesa bastante... Desde que aprendí a leer me ha interesado leer en otros idiomas.
Como sea el  hecho es que tuvimos que sacar nuestras ropas de invierno; el blanco le daba a esta ciudad y a sus templos un aire muy imponente. Para mi era sublime contemplar la ciudad desde lejos Sapporo era una gran metrópolis ciertamente  y sentía que podría estar ahí para siempre. 
Empezamos a caminar por las calles  y poco a poco nos fuimos separando debido a ciertas razones: hambre, un concierto callejero entre otras cosas. Entonces nos quedamos solos Eli y yo caminamos durante unos minutos. En un punto ella se quedó atrás.
—¿Qué pasa, mi amor?—. Me sorprendió no esperaba eso, a diferencia mi tiene una capacidad de concentración bastante buena como para distraerse con algo.
— Oye Petter. ¿Ese no es el idiota de James?—. Vi a lo lejos y no hay ningún japonés que tenga cabello blanco.
—Si tienes razón—. Caminaba como sí buscara y también como sí conociera muy bien la ciudad, —¿No crees que actúa sospechoso?—. Veía de un lado a otro con nerviosismo.
—En efecto mi querido Petter muy extraño, muy extraño—, se puso las manos en la cintura, —¡Sigámoslo!—. Como sea entró entre callejones parecía saber exactamente lo que estaba haciendo como si hubiera estado en la ciudad antes por mucho tiempo 
—¿Que demonios cree que hace?—. Estábamos observándolo detrás de una de las paredes.
—No lo sé Pette, pero si continuamos siguiéndolo por mucho tiempo nos perderemos—. Nos habíamos alejado mucho de nuestra ruta marcada
—Lo se amor pero me da mucha curiosidad—. Moría de ganas por saber que era lo que hacía... Soy algo entrometido lo sé.
—La verdad a mi también querido—. Ahí está... Por eso hacemos buen equipo. Era tan entrometido como yo. 
Vimos a quien seguía él; era June que según lo que me había explicado se vería con su madre en el centro. Entró a una de las casas y salió en kimono ahí fue donde lo descubrimos lo que ocultaba.
—Oye Pette no creerás que...—. Ella pensaba lo mismo que yo.
—No solo eso, estoy seguro ese idiota...—. Fruncí el ceño, y me mordí un labio... No me gustaba nada como la veía. Llevaba mucho tiempo no soportándolo como ahora aceptara que mí mejor amiga estuviera enamorada de él y aparte el pareciera corresponderle.
—O sea que...—. Ella se pegó a mi espalda para asomarse a mi costado.
— Sip así es—, era evidente lo que quería ver, — mira la cara de idiota que tiene—. Me mordía el labio celoso... Él no se la merecía...
—Pero... ¿Cómo sabía que se pondría el kimono?—. Era realmente extraño, Elizabeth tenía razón.
—Ni la menor idea cariño—. Me miró con su cara de desaprobación, sabía lo que estaba pensando y no le gustaba nada.
— Sabes a veces siento que la cuidas más que a mí...—. tenía sus razones para hacer el reclamo... Después de todo estábamos acosando al tipo que le gusta.
—Lo siento mi amor, tienes razón... No debería estar aquí, deberíamos ir a comer crepas y de compras... Quería regalarte un vestido. Tener una cita normal—. Me miró sonriente.
—Pero no puedes dejarla sola con él detrás. ¿Verdad?—, Como un libro abierto soy para ella, —yo tengo curiosidad, además no puedo dejar que interfieras con sus deseos.