Una tumba sin nombre

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-¡Señorita June, Diana!..-, paró para volver a tomar aire, -¡Hay una emergencia!-. Nathaly se veía muy agitada. Cuando entró por nuestra puerta sin preguntar, Diana se encontraba en su laptop escribiendo un artículo y yo me encontraba leyendo un manga en mi cama.... Aún no podía creer lo que pasó anoche... Asrael era temible...¿Qué habrá querido?...
-¿Qué pasa Natt?... Te he dicho que no tienes por qué ser tan formal-. Le contesté sorprendida
-¡Tiene que verlo por usted misma!-. ¿Qué sería tan importante? No hice más que ponerme en pie y tratar de seguirla corría hasta el ala este hacía la puerta que llevaba la tumba... Y ahí vi a lo que se refería había sido profanada... Ya no había féretro en ella y la placa pentagonal de mármol había sido rota...
-¡Demonios! Trae a los angeles y al director... ¡Esto es malo!-. exclamó Diana mientras yo trataba de mantener la calma, no podía hacerlo pero me mantuve callada... Asrael no había venido solo después de todo... Aprovechó la oscuridad de la noche para llevarse el cuerpo de James... ¿Para que lo querría? Estaba a punto de explotar en llanto... Pero... ¿Cómo lo hizo? Perfecto lo que nos faltaba... Estaba tan inmersa en mis pensamientos que no me dí cuenta que Gabriel estaba junto a mí.
-¿Estas bien copo de nieve?-. Me preocupo con tono sereno pero algo me decía que estaba tratando de mantener la compostura.
-Si...-, se me quebraba la voz mientras le respondía... Luego mí piedra empezó a brillar la sostuve y supe que Petter y Elizabeth me cuidaban a lo lejos, - si señor Gabriel-. le respondí con renovada determinación y me levanté.
-Tranquila solucionaremos esto; solo trata de controlarte, copo de nieve...-. Miguel estaba a su lado y no decía nada.
-Profanación de tumbas... Asrael has cruzado la línea... -, murmuró entre dientes al fin, -señorita Frost le prometo que esto no se quedará así, nuestro señor no pasará por alto está blasfemia-. Estaba realmente enfadado pero no podía expresarlo de la manera en la que lo hacía normalmente.
-Solo espero que nuestro señor se apiade de su alma al molestar a un alma en eterno descanso-. Le respondí des pues de respirar profundo y trataba de calmarme un poco.
-Lo tomas muy bien June. ¿Segura que estás bien?-. Había olvidado que Diana estaba con nosotros...
-¿ Bromeas ? ¡Me está hirviendo la sangre!-. No me había dado cuenta pero una estela de vapor salía de nuestras bocas la temperatura había bajado de golpe por mi culpa...
-¿No te la está helando más bien?-. Respondió Natt castañeando los dientes, temblaba del frío.
-¡Señorita Frost contrólese por favor!-. Rafael estaba detrás mío y me tomó del hombro, respiré profundo de nuevo y me logré contener.
-Lo siento señores...-. Corrí a abrazar a Diana inmediatamente... La temperatura volvió casi a la normalidad pero ese el resto del día llovió muy fuerte. Luchaba por no explotar pero me era muy díficil a estas alturas solo quería gritar. Me encerré en su habitación el resto del día estaba vacía ya nos habíamos llevado todas sus cosas poco a poco y ahora solo quedaban libreros sin libros, un escritorio que pertenecía a la escuela y una cama sin sábanas. La cama aún tenía su aroma un aroma ácido y refrescante que emitía... Tal vez estoy siendo demasiado explícita al describirlo. No tengo muchos recuerdos agradables con él, pero recuerdo nuestro primer beso en el auditorio, también aquella vez en el bosque cuando me rescató de los lobos... Desgracia tras desgracia mi vida se sigue desquebrajando. Una espiral de desesperación inundó mi mente y por la tristeza mi alma se había ennegrecido... Así pasaron las horas y no había vuelto en mí; había perdido totalmente la cordura. Cuando recobré parte de ella estaba tenía la cabeza sobre el regazo de Natt, quién me acariciaba el cabello con ternura y tenía un semblante de preocupación. Al parecer había estado temblando mucho, con los ojos viendo hacia la nada por al menos dos horas.
-Bievenida de nuevo a la realidad señorita June...-. Trató de sonreírme pero eso no se le daba... Me recordó a Pette en cierto modo, solo que él solo puede sonreír cuando no se fuerza a hacerlo...
-¿Cuántas veces te tengo que decir Nataly que no tienes que ser tan formal conmigo?-. Ella solo soltó una pequeña carcajada mientras yo me reincorporaba... Me di cuenta que me había traído de vuelta a mi habitación e incluso tanto ella como yo teníamos una mudada de ropa seca afuera seguía lloviendo a cántaros.
-Lo siento señorita, pero el señor Petter me ordeno que la tratara como a una princesa y en vista de que no puedo llamarla su alteza solo me queda tratarla de usted-. Petter... Ese niño es demasiado cursie y lo peor es que a Elizabeth le encanta que sea así... Se quieren tanto que me llegan a dar náuseas.
-¡Aaash! Mira querida ese chico es un terrón de azúcar el más dulce, tierno y cursie que he conocido en toda mi vida... Ese es exacto su problema... A veces es demasiado empalagoso-. En serio... Cuando se pone a sobre protegerme me desespera... Supongo que ya que James no está tiene miedo de que la próxima sea yo... Pero el castillo está sellado y los collares nos protegen... Bueno hacen eso y muchas cosas más.
-Que pareja tan dispareja. ¿No cree usted?-. Me respondió sin dudarlo la muchacha de lentes.
-¿Ellos dos?-, repliqué mientras pensaba en las cosas que podría hacer Asrael con el cuerpo de James,-No lo sé Natt yo siento que son más bien demasiado perfectos-. Suspiré con tristeza. Pensaba en lo mucho que extrañaba a esos dos estos meses habían sido mi única compañía constante y ya hace una semana que no sabía nada de ellos... Desde que se fueron en ese viejo Camaro que Petter sacó de quien sabe donde.
-Los extraña. ¿No es cierto?-. Me había leído la mente.
-Por supuesto que lo hago-, dije mientras se me quebraba la voz,- estoy encerrada en este gran castillo sola con un loco pirómano, una chica que sigue insistiendo en tratarme como a su superior y unos seres cuasi divinos locos. Por si no fuera suficiente uno de ellos se llevó el cadáver de mi novio y quién sabe que querrá hacer con él-. Los necesito aquí al menos para cersiorarme de que sigan vivos no quiero que nadie cercano a mí vuelva a morir por mi culpa. Estaba a punto de estallar en llanto de nuevo, cuando Diana entró con té verde y galletas de chispas de chocolate.
-¿Como supiste..?-. Le pregunté perpleja. Es lo que me da Eli para calmarme.
-Esa mujer podrá estar loca...-, suspiró antes de continuar, -pero tiene un gran instinto maternal cuando se refiere a ti-, a continuación puso el té y las galletas sobre la mesa teníamos entre cama y cama, era una pequeña mesa de centro en la que poníamos cualquier cosa que necesitáramos.
-¿Así que..?-. Me disponía a preguntarle pero ella no me dejó terminar y me u Matt.
-Así es...-, suspiró de nuevo,-dejó instrucciones específicas sobre que hacer para calmarte, e incluso dejó su receta de galletas que son las que te gustan...-. Le dolía en el alma admitirlo... Se había dado cuenta de que Elizabeth no era la bestia que ella imaginó.
-Empiezo a entender muchas cosas sobre esos dos...-. Suspiró Natt sin pensarlo más de una vez. Yo por mi parte tomé un sorbo de aquél delicioso té verde.
-¡Esto huele a Elizabeth!-. Exclamé felizmente cogía una de las galletas de la bandeja y le daba un mordisco...el aroma del té me recordaba tanto a ella...
-En serio te recuerda a ella. ¿No es así?-. Se animó a decirme Diana con una sonrisa algo falsa en su rostro. Yo solo agaché el cabeza y asentí sin más.
-La señorita extraña a sus amigos Diana... Eso me dice mucho de lo poco que te has tratado de acercar a ella-. Diana frunció el ceño.
-¿¡Quién te crees tú para hablarme así!?-. Le respondió Diana a Natt furiosa.
-Yo solo digo lo que veo-, se levantó de mi cama,- todo este tiempo la señorita Frost se ha sentido sola... Y tú solo piensas en...-, cruzó los brazos y puso su mano izquierda en su barbilla,-claro en maneras de separar al señor y a la señorita. ¿No es así?-. Vaya quién lo diría la niña tiene colmillos... Empiezo a ver por qué Petter confía en ella.
-Chicas calmensé por favor-. Traté de hacerlas entrar en razón pero era muy tarde, ya Natt había entrado en "modo Petter"
-Lo siento señorita Frost pero me repugna esa sonrisa falsa que lleva en su rostro...-. Me respondió de manera espectacularmente parecida a como lo haría Petter cuando se enfada... Bueno a menos de que tuviera su arco en las manos, en ese caso ella estaría pegada como un cuadro en la pared.
-!Mira niña..!-. Diana a punto lanzársele encima, pero ella igual que Petter lo haría no la dejó continuar.
-¡Mira tú..! La niña de los ojos de tu supuesto amado está al borde del abismo y tú... Y tú solo te preocupas por ti misma... Eso no es justo... "Ay que mi amor imposible". "Ay que él solo se fija en lo físico"-, ella solo quedó estupefacta ante tal demostración de intuición, -Te he estado observando Diana, empiezo a ver por que Petter no te confío a June o a un milímetro de este castillo... Es más prefirió confiar en una total desconocida...-, en ese momento lo comprendí...Ellos dos jamás me dejarían con alguien que no pudiera lidear conmigo y ayudarme. Siempre me había preguntado por que ni siquiera tomó en cuenta a Diana para ayudarme con el castillo.-tus problemas no son importantes ahora... Mucho menos con todo esto que acaba de pasar-. Petter... Te pasaste con esta chica... En serio la próxima vez que tengas que dejarme el castillo y me quieras asignar una ayudante por favor tráeme un collie... Al menos si muerde a cualquiera que al que le tenga mala espina no le dolerá tanto.
-¿¡A qué te refieres cuatro ojos!?... Ella es la princesa de la escuela... La niña que Petter quiere más que su propia amada y ella lo consiente-, se atrevió a decir... Cuando la gente empieza a insultar en una discusión es que ya no tiene argumentos y busca solo lastimar,-¿Qué clase de problemas podría tener ella?-. Dios quería ahorcarla... Lo hubiera hecho pero Natt me detendría.
-A ver ególatra... Primero descubre que está atada a un destino del que no puede escapar, luego tres o cuatro demonios atacan la escuela y uno de ellos se lleva a su mejor amiga, después su novio quien se le acababa de declarar muere a manos de un monstruo marino gigante... Y por último ayer un ángel caído entra al castillo y se lleva el cadáver del que había sido en vida su novio para quien sabe que. Sin olvidarnos del loco que quiere prender la escuela y de una amiga hipócrita que para empeorarlo todo quiere que su mejor amigo vuelva solo sin su mejor amiga-, ella solo agachó la cabeza... Ella había ganado esta discusión sin mucha dificultad, -así que dime querida. ¿Eso no es suficiente para ti ?-. Diana solo salió corriendo y salió de la habitación. Yo no decía nada... Me había impresionado. Petter en serio asígname un perro... Aunque sea un chihuahua. La miré con ojos de desaprobación.
-Nathaly... ¿Por qué hiciste eso?-. Le pregunté sería.
-El señor de angora me pidió que la cuidara como él lo haría-. Me devolvió la mirada molesta,- además esa tipa me repugna de sobremanera-. Qué tan sincera puede ser.
-Mañana hablaremos de esto... Yo dormiré el resto de este espantoso día-. Le respondí sin más.
-Como usted lo prefiera. Le recuerdo señorita June que mi deber ante todo es cuidarla y acompañarla, como ellos dos lo harían... Sé que no soy como ellos, pero trato de hacer un buen trabajo-, caminó hacía la puerta y antes de salir por ella y cerrarla dio media vuelta,- hasta mañana señorita recuerde que tenemos cosas que hacer las vacaciones casi acaban-. Luego apagó la luz y se fue.

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