El ángel caído

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Después de emprender el viaje, la noche encontró en la carretera era una noche estrellada; estábamos lejos de las luces de la ciudad. Nos sentamos sobre el capó y nos dedicamos a ver las estrellas.
-Oye Pette...¿Crees que él nos este viendo?- Miraba curiosa las estrellas buscando alguna respuesta. ¿Tal vez? Normalmente era difícil descifrar en lo que pensaba en esos momentos.
-Claro que nos mira, él nos creó para algo... Todos estos seres fueron creados para que vivan su vida cariño. Nosotros no, nosotros somos un medio para un fin.-Le respondí serio, quizá con algo de enojo.
-Si lo ves así es muy triste... Es como si toda nuestra vida estuviera arreglada... ¿Piensas que lo nuestro también?- Me miró con algo de tristeza, en ese momento supe que la había hecho dudar y de un modo bastante duro.
-No lo sé y no me interesa la verdad, lo que sé es que tú eres quien me mantiene cuerdo en este caos. Si él nos hizo para que estemos juntos, por algo a de ser. ¿No lo crees?- Su cara se iluminó de un modo espectacular. Yo solo acaricie su mejilla y hice que viera hacía mí. Ella sujetó mi mano de manera tierna luego le dí un beso en la frente, las juntamos y nos tomamos de las manos. Pasó algo muy inusual nuestros collares empezaron a brillar, tenían un brillo que rivalizaba con el de la luna que ese día era llena.
-¿¡Qué fue eso!?- Dijimos al unísono. Nunca había pasado eso... Claro titilado si e incluso brillado. Esto era diferente. Ambos nos vimos a los ojos y nos echamos a reír. Entonces su resplandor fue aún más fuerte. Nuestras preguntas fueron respondidas no importaba el destino o para que fuimos hechos importaba nuestra conexión. Esa que el último año habíamos estado haciendo y que poco a poco nos hacía llegar hacía donde estábamos ahora. Y ya no había vuelta atrás estos éramos nosotros.

En lo más profundo del infierno

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En lo más profundo del infierno...
-Eh tu angelito, hora de tu almuerzo- Dijo el guardia demonio mientras abría la celda para darle su paliza diaria. Asrael había estado encerrado desde el Génesis en aquel lugar. Encarcelado como prisionero de guerra hace tiempo. Y expulsado del cielo por sus métodos de justicia.
-¡Por fin llegó el día! La justicia divina por fin te caerá en sima. ¡Maldita escoria!-Sonrió de manera sádica, mientras se alzaba en pie. Aunque tampoco es que pudiera hacer mucho. Llevaba grilletes en los pies y las manos, además de una pesada camisa de hierro que cubría sus alas hasta donde terminan las costillas.
-¿De qué hablas? ¡JA! Llevas eones encerrado en este lugar. ¿Qué crees que te hará salir de aquí?- Dijo el guarda preparándose para darle lo prometido. Soltó un puñetazo que dió de seco contra su pómulo derecho y un un rodillazo directo al abdomen. El solo reía de una manera sádica e indescriptible. Con un tirón alcanzó a romper el grillete de su pie derecho. Y
-¿¡que demonios!? No deberías poder... -El guardia estaba estupefacto, aún así sonrió - Esto será interesante- Sus ojos se iluminaron. Por alguna razón pensaba que podría ganarle. Asrael soltó una patada con su pie izquierdo. El guardia lo esquivó sin dudar ni un segundo soltó un gancho con su mano izquierda dando directo en la sien y se alejó de él. Asrael quedó aturdido en el suelo. Aún así soltó una carcajada.
-Eres realmente sádico. ¿No es así Asrael?- se volvió hacía atrás y llamó más guardas -¡Hey Inútiles! Traigan más cadenas para nuestro huésped-a continuación los dejó solos. Asrael simplemente se limitó a sacudirse la cabeza y a reír. Cuatro guardas alados llegaron a volver a encadenarlo.
-has cometido un gran error Demonio- Se volvió a poner de pie aunque algo mareado, de dos patadas dejó inconcientes a uno de ellos, luego rompió su grillete izquierdo y con la cadena rota mató a otro clavándosela en el cuello su sangre quedó empozada en el piso a continuación se quitó los brazaletes y así quedó totalmente liberado;ahora solo le hacían falta sus alas, no podría desplegarlas con esa cosa puesta.
De inmediato cogió al último guardia en pie del cuello.
-Sabes lo que quiero demonio de pacotilla. ¿Dónde están las llaves de esta cosa?- El guardia estaba aterrado.-¡El capitán! ¡Las tiene el capitán! ¡Por favor dejeme vivir! Se le dificultaba respirar y su mente se nublaba. Soltó varias lágrimas de terror.-¡Ja! Llorón- un ruido espantoso vino del guardia, le había quebrado el cuello solo con sus manos sonó como una burbuja reventando. Se dispuso a lanzarlo por una de las ventanas rompiendo los barrotes, claro esto solo alertó los demás guardias.
Uno a uno los fue matando y llegó al cuarto del capitán. -Sabes a que a que vengo, damelas.- la muerte salía por sus ojos, era un resplandor rojo y aterrador. El guardia estaba temblando -tototomaa... Ahora largo de aquí- Dijo casi orinandose del miedo. -Gracias- abrió la pesada camisa su axilas y espalda estaban en carne viva. Sin embargo desplegó sus alas, quería salir de ahí de inmediato.
Alzó vuelo algo adolorido-¡bastardo! ¡Su excelencia se enterará de esto!- Dijo el guardia viendo hacia arriba furioso.
-Ya lo sabe aún así cuando venga a rendir cuentas recuérdale que, yo no soy como nuestros hermanos. Hay una razón por la que me mantuvo aquí encerrado- Se alejó de ahí volando hacía la superficie. Fuera de aquél infierno.

En la academia

En cuanto terminamos de meter todos los libros a la biblioteca(actividad que nos llevó al menos una semana incluyendo el acomodarlos y etiquetarlos), nos dispusimos a llevar el piano a mí cuarto. Fue algo difícil tuve que llamar a varios chicos para poder alzarlo debido a que el piano había sido traído aquí por métodos desconocidos para mí, nisiquiera cabía por la puerta. Me ví en la necesidad de llamar a Leo para que me ayude
Puerta infernal!- se abrió una gran puerta que iba directo hacia mi habitación
-¿Tú le ayudaste a traerlo hacía aquí no?- lo miré de manera sería, me había visto tratar de sacarlo. Había pasado por aquí muchas veces y se hizo el tonto. -¿¡Por qué demonios no me dijiste ante idiota !?- le dije muy molesta.
-Señorita, le recuerdo lo que pasó la última vez que perdió los estribos- Natt estaba detrás mío, acomodándose los lentes.
-Tú no preguntaste- dijo despreocupado. Lo quería matar de es tan vago.
-se supone que eres uno de nosotros Pain, tienes responsabilidades como general, Petter confía en nosotros.
-correccion muñeca, él confía en ti en realidad no espera nada de mi-Dijo con su misma sonrisa desquiciada de siempre, después movimos el piano y el abandonó la habitación y cerró la puerta que había hecho aparecer hace un momento.
Ya se nos había hecho de noche, me despedí de Natt y me dispuse a leer el libro que había escondido de los demás. Cómo se acercaba la hora de dormir me puse mi pijama, me envolví en mis cobijas y me dispuse a abrir el libro. Había conseguido hacer que mi collar brillara cuando yo lo considerara oportuno así pude leer por debajo de mis cobijas sin que nadie se diera cuenta.
El libro tenía en su primera página una una cruz de los cruzados dibujada a mano con pluma y tinta. Decidí pasar la página «Asrael» decía al comienzo de la página. Decidí que lo leería.
«El ejército de Dios está corrupto. Ya no confiamos en Miguel. Nos ha guardado muchos secretos, suele decirnos que los asuntos del señor no nos incumben y que tenemos que hacer lo que él nos diga. Sin embargo algunos de nosotros propusieron buscar a Asrael. Él era el único que podía acabar con Lucifer. Ellos respondieron escandalizados. Lo que hacía Asrael no era justicia se movía por la venganza y asesinaba humanos sin contemplaciones con tal de alcanzar sus objetivo. Decían que se había vuelto loco que no sabían donde estaba y que no les interesaba saber así que muchos de nosotros los confrontaron y salieron a buscarlo jamás volvieron y ahora aquí me tienen soy el último ellos y me pareció prudente empezar esta historia por el final.- Philip caballero cruzado de la orden de su majestad Ricardo I de Inglaterra, 7 de febrero de 1190». Era un descubrimiento bastante revelador... Claro era evidente que no era el texto original, era una clase de interpretación del inglés antiguo o medio... como sea yo no sé de esas cosas. «¿Quién era Asrael ? ¿Qué más nos ocultando los ángeles?» eran preguntas que me hacía mientras cerraba el libro y me disponía a dormir.

Hasta aquí llego hoy por si se lo preguntan, si la que contestó fue Elizabeth ja,ja, pronto actualizaré de nuevo buenas noches n.n

Academia Divina(En proceso De corrección)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora