Águila real

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—Mira pequeña mantén firme el arco, respira profundamente y sueltala—. Era la primera flecha que alcanzaba la diana desde que le empecé a enseñar hace ya varios días. Ahora era primero de Julio. No habíamos sabido nada de June o de los chicos brujos, simplemente decidimos ignorarlo. No era buena idea pero decidimos implícitamente alejarnos de todo esto un rato
—¡Por fin lo alcancé!—. Ahora solo le faltaba aprender a apuntar
—Perfecto, pequeña—, En verdad se esforzaba tenía las manos hechas trizas y ahora usaba vendas en ellas, —¿ Que te parece si lo dejamos por hoy? Tengo una sorpresa para ti—. La pequeña se había vuelto mi aprendiz.
—Petter dime una cosa—. Me dijo Victoria mientras caminabamos hasta el lugar que le quería enseñar.
—Lo que quieras princesa. ¿ Que pasa ?—. Le contesté dulcemente, esa niña era un terrón de azúcar era imposible no concentirla.
—¿Que pasa entre mi hermana y tú últimamente?—, la vi directamente a los ojos era una niña pero ya entendía muchas cosas, — es que últimamente  se ven muy distantes entre sí—. Tenía razón llevábamos tiempo algo alejados.
—Bueno cariño... Todo este asunto nos tiene muy estresados poco a poco nos ha separado—. Le contesté sinceramente, no sabía  que más decirle.
—¡No debes permitir que eso pase!—, exclamó preocupada, —encuentra la manera de que se vuelvan a unir—. Parecía tener alguna idea cuando lo dijo.
—Te escucho pequeña, tú la conoces desde antes que yo—, Admití, estaba algo nervioso y quería hacer lo que fuera posible por volvernos a unir,— pero antes, ya llegamos—. Sus ojos se iluminaron cuando vio la gran jaula con las aves encapuchadas.
—¡Son hermosas! ¿Cuál es la tuya?—. Preguntó emocionada, di un silbido y a mí vino un halcón de color gris y gran un gran aura de elegancia que se posó en mis hombros.
—Ella es Silver, pequeña y es un halcón gerifalte—, le di unas caricias sobre la cabeza y la acepto alegremente,—normalmente no está enjaulada—. Afirmé, con determinación llevaba años conmigo y no necesitaba encerrarla o ponerle capucha a menos que necesitara algún procedimiento veterinario.
—¡Es hermosa!—, sus ojos se veían llenos de alegría, luego pareció recordar algo, —¿Mi hermana sabe que existe?—. Pregunto seriamente, parecía preocupada que no supiera.
—De hecho quería que fuera una sorpresa pequeña. ¿ Ves es dos águilas reales de ahí?—, asintió con la cabeza,—una  de ellas es de tú hermana, pero ahora hay un inconveniente—. Ella sabía exactamente a lo que me refería.
—Aki—. Contestó sin dudar, las aves rapaces como Silver son capaces de comer animales tan grandes como Aki y eso sería un peligro para ella.
—¡Exacto! Eres inteligente pequeña, no puedo darle un ave así para que trate o se coma a Aki, mucho menos presentarle a Silver sin miedo a que trate de cazarla—. Me miró con una idea.
—¡Tienes que presentárselo, Petter!—, exclamó de manera asertiva, — si le explicas por qué no lo hiciste antes lo entenderá, pero esto puede ser importante para ella  que le cuentes estas cosas—. Me explicó, esta niña era realmente madura para su edad, recordemos que la niña tiene ocho años, me asombra las cosas que dice a veces,—Conozco a mi hermana Petter, tienes que hacerlo—. Diciendo estas cosas sonaba tanto a Elizabeth que casi me desbordaba de ternura.
—Hagámoslo de una vez entonces—. Le respondí con determinación y ella asintió con la cabeza, deje ir a Silver y  corrimos hacia la casa, obviamente ella nos siguió volando. Cuando llegamos Ana estaba con una pequeña libreta, frente a unas margaritas, que estaban en el jardín trasero.
—Ho... Hola chicos. ¿ Ya terminaron de entrenar ?—. Preguntó tímidamente, se encontraba dibujando en la pequeña libreta.
—Así es, buscamos a Elizabeth. ¿Sabes dónde está ?—. Le respondió Victoria alegremente.
—Creo... Creo que estaba en la caballeriza—. Nos dijo concentrada en su dibujo. Así fue como seguimos corriendo hacia las caballerizas ahí estaba ella en Jeans, dándole un baño a uno de los caballos.
—¡Hola mi amor!—,me saludó, gentilmente, —¿Como va el entrenamiento?—. Preguntó refiriéndose a Victoria
—Muy bien hermana. Petter tiene que enseñarte algo. ¿Puedes venir un momento?—. Fue muy directa al decirlo ella se quedó extrañada y asintió.
—Si ya terminé aquí—. Respondió aún algo insegura.
—Se que debí contarte esto antes, pero quería que fuera una sorpresa. Luego me presentaste a Aki y me daba miedo que ella le hiciera algo. No quería  que ella se comiera a Aki—. Me miró aún más extrañada, llamé a Silver y de volvió a posar en mis hombros. Debieron ver su cara al verla. Realmente fue muy divertido ver su rostro asombrado.
—Es un águila... ¿¡De dónde demonios sacaste un aguila!?—. Estaba realmente asombrada con ella.
—Se llama Silver mi amor, y no es un águila, es un halcón gerifalte—, Estaba realmente asombrada no lo podía creer.
—Yo te conté alguna vez que aprendí cetrería alguna vez. ¿Recuerdas?—. Si le había dicho eso hace tiempo.
Es cierto... Lo había olvidado por completo... ¿ Pero por qué querías que fuera una sorpresa?—. Me preguntó seriamente, sentía su mirada penetrando mi alma, el azul de sus ojos era algo difícil de ignorar.
—Ven acompáñame—,hice que Silver volviera al aire. Esta vez tomé uno de los caballos y le puse una de las monturas que estaban en la caballeriza. Subí a él e hice que Elizabeth subiera detrás mío, —Tú vuelve a la casa pequeña. ¡Jeah!—.  Así la dejé atrás y me dirigí hacia las jaulas.
—¿Hacia dónde vamos Petter? Nunca había venido por aquí—. Preguntó algo nerviosa, sujetándose a mí por la espalda.
—Tranquila mi amor, te gustará te lo prometo—.  Le respondí emocionado, la niña había hecho que tomara valor para hacer esto, ahora no había vuelta atrás. 
—Ya llegamos, baja por  favor—, la ayudé a bajarse y luego bajé, —tenemos que caminar un poco, pero básicamente ya estamos aquí—. Miró la  jaula con las aves encapuchadas.
—¿Que son?—. Me preguntó seriamente, y luego sujetó mi mano firmemente.
—Bueno esas si son águilas han estado bajo entrenamiento desde hace algunos meses y una es tuya—. Le respondí alegremente, vi su cara sonriente, supongo que entendió por que le había ocultado a Silver.
—¡Son hermosas! Gracias—. Me respondió con sinceridad.
—Sé que hemos pasado tiempos difíciles últimamente pero no estoy dispuesto a dejarte ir Eli, eres mi única compañía, te amo no lo olvides—. Le dije sinceramente.
Sé ruborizó un poco, me miró, puso las manos al rededor de mi cuello y se puso de puntillas para darme un beso.
—Yo también te amo Petter, no sabes cuánto, yo tampoco estoy dispuesta a soltarte no lo haré jamás, me haces falta últimamente siento que no podemos ser nosotros mismos... No desde que él murió. Y eso me frustra mucho... ¿Que se supone que haga?—. Sus ojos  se humedecieron un poco.
—No llores mi amor—. La verdad es que la culpa nos carcomía jamás habría muerto si nosotros hubiéramos sido más fuertes... Creo que eso es lo que se sentía mal con nosotros como sentirnos bien amándonos cuando alguien más murió por culpa de nuestro amor.
—Pero... Tengo que hacerlo... Ya no quiero seguir sintiéndome así—. Y hasta ahí llegó la chica ruda. La perfecta combinación entre belleza y fuerza se había quebrado, tenía ahora a una niña pequeña en brazos... Ahora tenía que ser su pilar no podía quebrarme no ahora. Ya quisiera que pudieran ver así a lo que ellas llamaban, "señorita perfecta", pero no podían solo yo podía ver así a la chica a la que ellos consideraban perfecta y aterradora...
—¡Par de idiotas! ¿Que hacen? ¡Dejen su momento de fragilidad emocional para después!—, Era la voz de June, había entrado por la puerta de Leo,—¿Que demonios han estado haciendo par de idiotas? Me tienen harta, solo tratan de escapar de todo esto. Pensé que eran mis amigos pero me han dejado atrás una otra vez. Son un par de egoístas—. Estaba furiosa y tenía sus razones, le dejamos todo el problema a ella con el fin de escapar de un destino que no queremos.
—¡Lo sentimos!—. Dijimos al unisono como solemos hacerlo de vez en cuando.
—Assh, olvidenlo, yo también haría lo mismo lo que me duele es que no me trajeran con ustedes esa escuela es horrible... Por lo pronto hay un asunto que tenemos que atender—. Leo llegaba corriendo tras de ella, era la primera vez que lo veía preocupado desde que lo conozco y mira que un año no es poco tiempo. Y ahí nos contaron todo lo que pasó en la escuela, como Asrael había llegado, y sacado el cuerpo de James de su tumba por la noche sin que nadie se diera cuenta.
—Pette, esto es malo. MUY MALO—. Me dijo exaltado.
—¿Que pasa? Volvimos a preguntar—. Ahí nos explicaron todo lo que había pasado mientras no estábamos quedamos boquiabiertos, en verdad no lo podíamos creer.
—Y eso no es todo Pette—, dijo June tras un suspiro,—Según Leo Asrael planeaba revivir a James—. Tenía muchas preguntas sobre ese asunto de revivir a los muertos. ¿Alguna especia de pozo de Lázaro quizá ? No lo podía dislumbrar más allá de los cómics.
—¡Demonios! ¿Por qué no nos dijeron antes?—.
—¿¡Será por qué ustedes estuvieron huyendo desde hace un mes par de cobardes!?—, exclamaron ambos con  severidad, —No es tiempo para esto hay que volver a la escuela Miguel tiene algo que decirnos—. Me dijo  June aún furiosa y así volvimos a la escuela sin más ni más.

Academia Divina(En proceso De corrección)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora