Primer día de clases: la maldicion de los incomprendidos

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Al siguiente día era la ceremonia de apertura, en nuestras puertas los encargados nos dejaron nuestros uniformes, jamas lo había visto que nadie lo use hasta la ceremonia de ingreso.
El mio se componía de: una camisa blanca de manga larga con las iniciales de la escuela SMA, una gabardina de color escarlata con las costuras doradas, los botones eran grises, el pantalón era azul, los zapatos negros y la corbata era azul con una raya roja.
Por otro lado el de Rose se componía de: una blusa blanca de manga larga, su saco era azul y estilizado, sus costuras así como los botones eran plateados, la falda era gris hasta por encima de las rodillas, también llevaba una pañoleta roja con un solo pin azul sosteniéndola al rededor del cuello y sus zapatos eran negros; además llevada medias largas hasta debajo de la falda.
En cuánto estuvimos listos caminamos hasta la puerta y nos dirigimos hacia el salón principal cuando salimos de la habitación todos se nos quedaban viendo extraño... Y es que ¿Qué harían un hombre y una mujer en la misma habitación? Yo también habría estado sorprendido.
-¿!Que miran!? Es mi compañero. ¿¡Y qué!?-. Como ya sabrán Rose tenía la mecha corta, rara vez podía quedarse callada y menos cuando tenía los ojos de todo el mundo en ella.
-¿¡Queee!?-, Sonó al rededor del pasillo -¿¡compañeroooo!?-, dijeron todos en el pasillo -¿Cómo puede ser posible?-. Casi de inmediato empezaron a murmurar. Lo más probable es que tenían teorías locas sobre lo que le hice a Elizabeth anoche.
-Cállense-, dije ya exasperado- si creen que me gusta vivir con esta rubia chillona están equivocados, es molesto no poder dormir en boxer y además no se calla ronca, así que sí pensaban que dormida se callaría están en un error.
Rose se puso tan nerviosa y avergonzada que ni siquiera pudo responderme al insulto.
-Im... im...-. tartamudeaba nerviosa-yo no lo pedí y aun no quiero-. Tal vez exageraba, pero era molesto oír a todos murmurar.
-Ya quisiera él que le hiciera caso-. Por poco olvido el caracter de la rubia. O tal vez simplemente me estaba acostumbrando.
-Si aja, alguien tan insoportable como ella, ni en broma-. Obviamente me había provocado. Tenía esa capacidad increíble para hacer que de una u otra manera, no pudiera ignorarla.
-Bueno, bueno. ¿¡Qué pasa aquí!?-. Una voz inmediatamente opacó a las demás, hasta el punto de acallarlas por completo.
Los alumnos que habían entrado años antes, se corrían abriendo una brecha hacia nosotros. Era una increíble demuestra de respeto total.
Vino hacia nosotros una figura alta delgada y castaña llevaba el uniforme de los profesores, un pequeño libro en su diestra además de lentes de aumento polarizados, caminaba firmemente hacia nosotros. La manera en que sostenía el libro me recordaba a un anime que había visto de pequeño.
-Esta clase de comportamiento no sera aceptado en está institución, ustedes dos tienen que demostrar que pueden ser un buen equipo y llevarse bien entendido-, dijo con severidad aquél hombre. Yo quedé impresionado por como reaccionaron los demás,-Buenos días soy el profesor Crane, Sebastian Crane-. Dijo cordialmente aquél larguirucho hombre.
-Buenos días profesor Crane mi nombre es Petter, Petter de angora-. Le extendí la mano para presentándome
-Sé perfectamente quien es usted señor De angora, al igual que usted señorita Rose. Dijo con algo de decepción, aún así me dió la mano
-Entonces a de estar al tanto de nuestra situación-. Dije con tono sarcástico. ¿Sí sabía cuál era nuestra situación, por qué le extrañaba nuestra actitud?
-Si e insisto en que de hecho es un buen experimento social, ya que es evidente que aunque no se soporten entre sí, se tomaron confianza rápidamente y soportan vivir juntos, ya que ninguno deserto la primera noche. Además dejaron su habitación acomodada entre ambos.
-¿O sea que..?-. ya tenía una ligera sospecha, pero no pensé que llegarían a esos extremos.
-Así es, los he estado vigilando, no les diré por cuales medios, pero no son cámaras. Pueden revisar si quieren, no hay ni una sola.
-Bueno ambos hemos decidido, que si estamos obligados a hacerlo, vamos a hacerlo bien-. Estaba algo orgulloso. Rose por su parte solo se dedicaba a sonrojarse y balbucear. Supuse en ese momento que no estaba muy acostumbrada, a estar cerca de los hombres y mira que estar dormitorio de los hombres, durmiendo con uno debe ser difícil.
-A partir de ahora seré su profesor de teología, además me encargare de vigilarlos a ambos. De aconsejarles para que todo este embrollo sea menos difícil de llevar.
-Si señor, será un placer trabajar con usted-. Estaba muy nervioso, aún así le respondí.
-i... Igualmente-. Me siguió la aun más nerviosa Rose.
Seguimos caminando hasta el salón principal. Naturalmente nos sentamos uno junto al otro, después de todo no conocíamos a nadie más. Esto claro despertó miradas extrañas, era obvio que el rumor se estaba expandiendo por toda la escuela.
Una vez ahí conocimos uno a uno a los profesores dar su discurso el último de ellos fue el profesor Crane.
-Estudiantes hoy empezamos un año mas de vida de esta institución solemne. Espero que puedan usar a mi persona como se debe, para adquirir conocimiento no se distraigan con banalidades; den lo mejor de si mismos, eso es lo único que en realidad vale, aprender... Eso es lo que cuenta, de nada vale memorizar cosas si nunca aprenderás nada de ellas. Ahora me da felicidad el estar aquí frente a ustedes. Sin más que decir nuestro director-. Me pareció un discurso algo escueto, pero que más da, tampoco es como sí quisiera escucharlo mucho.
-Bienvenidos todos ustedes a la aventura de sus vidas.
Días de alegrías, tristezas y emociones que no puedo describir. Solo ustedes mismo pueden darles sentido por que. ¿Qué sería la vida sin aventuras y sin altibajos? No sería vida, sería fofa y aburrida. Ahora cada uno de ustedes tiene un diferente punto de vista de esto, hay quienes tuvieron que tomar algo de mala gana. De hecho como ya sabrán hay dos compañeros de ustedes, que están pasando por una peculiar situación. Quisiera aclarar algo sobre eso: ellos no eligieron esta situación. Ninguno de ustedes lo hizo, esto se hace mediante a un examen básico de compatibilidad, que dicta según sus personalidades y habilidades quienes serían un mejor equipo... Claro entre los de su mismo género obviamente. En su caso en particular pasó que, había una chica que no encajaba con ninguna otra y un chico que no encajaba con ningún otro chico en absoluto, simplemente cada resultado con estos dos daba error. Al fin cuando se nos ocurrió ponerlos juntos, ambos perfiles encajaban uno con el otro con nadie mas en el resto de la escuela. Esto sumado a qué uno de ustedes pidió estar solo por razones clínicas. Así que en vez de tomarlo como algo sucio, deberían tomarlo como algo mas bien romántico, ya que en contra todas las probabilidades, el destino de las ingenió para juntarlos-, Yo no podía creerlo tanto Rose como yo estábamos rojos de la vergüenza. Todos nos volvieron a ver. Supongo que teníamos algo en común, ninguno de los de los dos estaba acostumbrado a ser el centro de atención. -Segundo el único lugar no vigilado de su habitación es el baño. Además podremos ver si entran al mismo tiempo, esto para evitar accidentes hormonales que seamos sinceros pueden pasar-, era un comentario totalmente fuera de lugar, solo hizo que empezarán a murmurar ridiculeces sobre nosotros de nuevo... Claro el director hizo caso omiso al ruido que hacían el salón.
--Siguiendo con mi discurso: espero que todos y todas encuentren aquí algo que jamás obtendrán en otro lado. Sin mas que decir deben tener hambre. Sean felices y que San Miguel los proteja-. Creo que el discurso pudo haber sido más corto sin tanta redundancia y sin mencionarnos a nosotros en el. Después de todo a nosotros que sí nos incumbe nuestra "particularidad" no nos dio explicación alguna.
Con esto todo el mundo se levantó y dirigió hacia el comedor. Era hora del desayuno, nos sentamos juntos, sin hablar solo comíamos e intercambiando miradas de desaprobación el uno al otro. Cuando llego hasta nuestra mesa una pequeña joven castaña, de rizos cortos hasta un poco mas abajo de los hombros, bastante delgada, un poco mas alta que Eli y de ojos pardos. Yo simplemente pensaba en que querría con ambos después de todo... Bueno estábamos en boca de toda la academia y las cosas que debieron haber dicho, no me las imaginaba muy bonitas.
-Debe ser difícil vivir juntos cuando no se agradan en absoluto-. Era una frase extraña para empezar una conversación. Pero que más daba, todo en esta escuela era extraño, además la chica era muy bonita y tenía una sonrisa muy cordial y sincera.
-¡Es un infierno!-. Odiaba cuando hacíamos eso... Dios como lo odiaba, no sé como nos las ingeniabamos para hacerlo.

-vaya después de todo no se llevan tan mal ya hasta saben lo que el otro dirá-, sonreía de manera traviesa al vernos frunciendo el ceño el uno al otro,-yo soy June... June Frost y voy a ser su compañera de clase a partir de hoy espero que seamos amigos-. La chica se sentó a nuestro lado .
-¡no!...!No nos llevamos bien en absoluto!-. Grito casi al punto de quiebre ya era suficiente por hoy para ella. La verdad yo también empezaba a cansarme y apenas había comenzado nuestro día... Este iba a ser un largo año escolar.

-Mucho gusto June, me llamo Petter de angora y el ratón rubio con colapso nervioso es Elizabeth Rose-. No sé por qué insistía en pelear con ella... Supongo que ya no sabía como dejar de hacerlo
-je, je, je-, era más bien una risa sarcástica, -dime Rose ¿Cómo se siente tener a un hombre tan estúpido, en tu habitación?-. June inmediatamente después arremetió con un golpe.
-Auch.¿¡Por que hiciste eso!?-. Tenía bastante fuerza para ser tan delgada, si me había dolido.
-Por que se me dio la gana-. La pequeña chica al parecer había tomado confianza muy rápido... Otra molestía esto era el colmo, no iba a tener amigos normales.¿Verdad?
-¡Ja,ja,ja! Te lo mereces por idiota-. Bueno al menos uno de nosotros se había relajado más. A mí mucha gracia no me hacía.
-Si, eres muy idiota.
-sí me sigues pegando lo seré aún mas-. No sé por que acate a seguirle el juego en vez de enojarme.
-Ja, ja, ja, ja-. Estaban llorando de risa. La verdad como que muy buen chiste no me parecía... Pero que más daba, yo era la víctima así que no podía opinar. Rose había encontrado una cómplice para hacer mi día imposible. Es curioso la mayoría nos evitaba por nuestra situación, había sido así desde que abrimos la puerta y más luego del la explicación totalmente innecesaria del profesor. Ya eran las diez de la mañana y solo estábamos nosotros no conocíamos a nadie más.
El resto del día pasó, sin percances, nos fuimos a dormir tranquilos, sin contarle a nadie lo de la noche anterior, ni siquiera a la pequeña June.

Bueno hasta aquí llego el cap espero que les guste y si ven algo que creen que deba mejorar digan me estoy abierto a comentarios y sugerencias esto apenas es el comienzo esperen y les daré acción se despide Kardia

Academia Divina(En proceso De corrección)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora