2-El secreto

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*ANAHÍ*

¿Alguna vez han sentido ese vacío después de acostarte con alguien a quién no amas, ni quieres?, pues yo sí lo he sentido, muchas veces, no hay manera de llenarlo. Los chicos pueden ser lindos, cariñosos, guapos, sexys, pero por alguna razón no me enamoro de ninguno. Maite, dice que eso es porque hay personas, que no se enamoran y de esa forma son felices.

Quizás sea cierto, he tenido varias conquistas en lo que viene del mes, lo que pone a Poncho molesto, dice que no me respeto como mujer... y quizás sea cierto. Mi último novio casi formal fue Ucker, duramos unos meses y después de eso nos dimos cuenta que sólo como amigos funcionamos, por más que él y yo nos complementamos súper bien.

Cuándo tú quieres a una persona, respetas, valoras, amas, etc... esa persona ni te alza a ver, y si es tú pareja, te lastima hasta niveles extremos. Pero si tú no los volteas a ver, y no le das alas, ahí si los tienes comiendo de la palma de tú mano.

Son contradicciones de la vida que no entiendo, y quizás por eso aún no encuentro a nadie que sepa hacerme feliz.

-¿Qué haces, enana fea?- dejé de ver el suelo en dónde se encontraba sumida mi vista mientras pensaba. Para encontrarme con Ucker en boxer y sonriendo de esa manera que las chicas encuentran adorable- ¿Any?.

-¡Bebé!- suspiré y golpeé a un lado del sofá para que él tomé asiento- Sólo pienso, bebé... ¿crees que soy muy zorra?- lo miré con suplica y él estalla en una risa.

-Sólo no eres de tener relaciones, no sirves para compromisos, ¡bebita!- le hago un puchero digno y él se ríe nuevamente.

-Es que Poncho dice que soy...- no me dejó acabar cuándo me tapó la boca.

-Cualquier cosa que diga ese idiota de ti es falso, ¿sabes por qué?, porque él te quiere para él, no para alguien más.

-Claro que no, bebé, él lo dice porque me quiere bien, como amiga y no sé, quizás, sí esté fallando yo por ese lado, debería de cambiar un poco, hasta Dulce dijo que soy facililla.

-Bebita, tú eres perfecta como eres... ni él ni nadie, puede cambiar tú forma de ser, además no tienes compromisos con nadie, ¿por qué empezar a hacer caso de lo que diga Poncho?.

-Pss, no sé.

Después de una larga plática con Ucker decidí salir al gimnasio dónde estarían Dulce y Maite esperándome. La mañana había transcurrido rápido, de camino al gym, me compre un helado de fresa, dónde encontré a una que otra fan, bastantes tiernas por cierto.

Mientras conducía comía mi helado, la calle estaba algo abarrotada de autos, desesperados por pasar. Para cuándo llegué al gimnasio, Chris estaba alzando las pesas y Maite estaba fingiendo hacer lo mismo mientras babeaba por él. Por otro lado estaban Poncho y Dulce casi fajando en las bicicletas, fruncí el ceño algo incomoda, ya que me genera un tipo de no sé qué, verlos de esa manera.

Estábamos terminando una gira por Sur América, nos encontrábamos en Brasil, teníamos más o menos una semana de estar aquí. Ofrecimos un gran concierto hace ya seis días, luego fuimos a varios canales para ser entrevistados, y ahora estamos esperando a mañana para dar nuestro último concierto para abandonar este lugar tan hermoso, por fin.

El lugar es acogedor, la gente super linda, pero el dormir en hoteles nunca a sido algo muy de mi agrado.

Suspiré profundo, e ignoré a Poncho y a Dulce. Caminé directo a dónde estaban Maite y Chris.

-Hola- salude colocando mis tenis color verde.

-¡Hasta que llegas, Ana!- grita Chris- ¡Dile a Maite que dejé de mírame el trasero!.

RBD... Una nueva historia de amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora