13- ¿Hollywood?

739 32 8
                                    

*ANAHÍ*

-¿Y entonces, que es esto?- preguntó Poncho con rostro de asombro.

-El colchón de dos chicas que disfrutan más que nosotros en la cama- respondió Maite con una sonrisa feliz.

-¿En serió Dulce, con vino?.

-¡Cállate, Poncho!- de Dulce salió una sonrisa más que apenada, sonreí al ver como se sonrojaba frente a los chicos. Esta es una chica a la cuál amaré por el resto de mi vida, sin ningún problema, por toda la eternidad.

Suspiré al recuerdo de esa noche, de ese día con las burlas de los chicos en la sala de nuestra casa. Han pasado seis meses para ser exacta desde la hermosa propuesta de Dulce. Nada entre nosotras a cambiado, nos amamos más que nunca, somos más que felices, y tenemos la vida perfecta.

Siempre había añorado vivir todo esto con ella y al fin lo estoy logrando. Dicen que los que ríen de último ríen mejor, y empiezo a sospechar que esto es cierto, pues bueno de llevar una carga pesada, pasé a caminar entre nubes de colores.

-¡Sí!, ¡sí!, ¡sí!- los gritos provenientes de la sala hicieron que saliera de mis pensamientos y corriera tan rápido como podía hasta el lugar de dónde dichos gritos se hacen presentes.

-¡¿Qué pasa, que son esos gritos, mi amor?!- sonreí al mirarla saltar como una niña chiquita.

-¡He conseguido el papel de mis sueños!- abrí mis ojos como platos ya que desconocía de que papel me estaba hablando- ¡Quita esa cara, caray!.

-¿Cuál papel, de que me hablas?- me acerqué a ella para mirarla seriamente. Estaba completamente eufórica, casi llorando de la emoción.

-¡He conseguido un personaje en una película de Hollywood!.... ¡¿puedes creer lo feliz que estoy?!- sus ojos brillaban como diamantes, mientras yo no terminaba de comprender.

-Espera, espera... para tú tren un momento...

-¡Any, no seas agua fiestas!.

-No- la señalé y la miré mal- ¿En que momento hiciste casting para una película?, ¿por qué no me dijiste nada?... ni siquiera estaba informada de que tenías ese tipo de sueños.

-¡No te molestes!- toma mis mejillas y me besa de manera rápida- Por favor- sonríe pero yo no lo hago- Alista tus maletas que nos vamos, Any.

-¡Dulce, yo no me puedo ir!- le grité completamente molesta- ¡Yo también tengo trabajo, y el mío está aquí!, no dejaré las giras de mi nuevo disco. En este momento no puedo viajar a los Ángeles, estás loca.

-¡Eres una egoísta!.

-¿Egoísta?- respiré profundo y me giré para no mirarla más- No soy egoísta, simplemente yo no me puedo ir, Dulce. Tengo mi trabajo, mis fans, una gira por Latino América.

-También tienes a una prometida- su voz se quebró, así que volteé para mirarla, encontrando sus lágrimas a flor de piel- No es justo.

-No... no es justo, estás pensando sólo en ti- negué con la cabeza- No puedo ir contigo.

-Any, por favor... 

-No, Dulce, no.

-Es una gran oportunidad para mi.

-¡Sí, Dul, para ti, no para mi!.

La miré y corrí para alejarme de ella, quería gritar, llorar y seguir llorando. Todo estaba perfecto, y ahora no se cuánto nos duré la felicidad. Trataba de ahogar mi molestia en las afueras de nuestra casa, pensando en como hacer para que no se vaya, hasta que una figura conocida se acerca a mi con una sonrisa en el rostro.

RBD... Una nueva historia de amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora