*DULCE*
Una semana había pasado ya desde el último incidente que tuvimos en mi habitación. Desde entonces nada surgió con normalidad, en las mañanas desayunábamos en silencio y luego nos íbamos a diferentes labores que como banda debíamos de cumplir. Al caer la noche cada uno a su habitación y de ahí nadie salía más que para comer algo.
Las cosas se tensaron el doble, es decir, el grupo se dividió. Anahí, Maite y Chris, se la pasan juntos todo el día. Poncho y Ucker, ahora son uña y mugre, pasaron de pelear a convivir como hermanos de nuevo. ¿Y yo que puedo decir?, estoy sola, siendo la fruta mala que pudre a las demás.
Siento horrible estar en está posición, todos me odian. Un día me aman y al otro estoy sola, siendo apuñalada por filosas miradas como las de Poncho o las de Ucker.
Necesitaba una salida, no podía más con las malas caras de cada uno de los chicos, incluyendo a Maite y a Chris. No podía respirar en un lugar dónde obviamente ya no soy bienvenida. Sin pensarlo dos veces saqué el celular y comencé a llamar a Pedro.
-¿Qué quieren chicos?- contesta, probablemente pensando que todos realizamos la llamada- Estoy ocupado, si se les daño algo, eso lo veremos mañana.
-No, Pedro... no se dañó nada, no hay ningún problema con el departamento.
-Ah, hola Dulce, ¿que sucede?.
-Saldré de RBD- le dije sin esperar a nada, al grano.
-¡¿Qué dices?!.
-Lo que escuchaste, yo te agradezco mucho la oportunidad, pero yo ya no puedo seguir con esto.
-Pero, ¿por qué?.
-Pedro, no es un tema para hablar por celular... creo que debes reunir a la banda para que des la noticia, porque es un hecho, estoy fuera de RBD, de ahora en adelante, recogeré mis cosas y me iré de aquí.
-¡Pero, Dulce María, tú no puedes hacer eso, tú y yo tenemos un maldito contrato!.
-Dicho contrato se venció, hace un mes... no soy tan tarada- le dije recordando que se suponía que nuestro contrato como banda se vencía hace un mes. Pero por los fans y el éxito de RBD, siguió, ya que se suponía que un contrato nuevo iba a ser escrito, para sacar un nuevo CD.
-En una hora llegó al departamento.
Sin responder más nada le colgué, debía de seguir con mi vida, no podía vivir en un lugar dónde estoy rodeada de gente que me odia. Sentía una enorme nostalgia por los viejos tiempos, dónde reíamos, y nos divertíamos.
Pero ya nunca más volverá a ser así, debía dejar que fueran felices. El malestar que tanto los aflige por fin se irá de aquí, dejándolos libres por completo.
Salí de mi habitación, rumbo a la bodega que estaba en la sala de vídeo juegos. Dónde estaban todos sentados comiendo todo tipo de dulce, o diversos paquetes de golosinas.
-¡Ya llegó la que faltaba!- dijo Chris sonriéndome- Ven, hay más deliciosos dulces para ti.
-No gracias- respondí sería.
-¿Dónde está mi maleta?- le pregunté cuándo abrí la puerta y vi las maletas de todos menos la mía.
-¿Para que quieres tú maleta?- Maite se puso de pie y se acercó a mi.
-Maite, me voy, no puedo más con esto- mi voz se entrecorto y ella me miró con compasión- No soporto que Poncho, me mire así... míralo- le dije y ella hizo lo que le pedí.
-Dul, él lo comprenderá, sólo dale tiempo.
-May, no es sólo él si no también, Any... yo no sé que me está pasando con ella- mi voz estaba quebrada, sentía dentro de mi una necesidad de ser escuchada, me urgía desahogarme con alguien que no me juzgara.
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RBD... Una nueva historia de amor.
De TodoAnahí, Christian, Alfonso, Dulce María, Maite, Christopher, ¡Todos ellos son, RBD!. La historia comienza, en una gira por Sur Ámerica.... Amor, desamor, peleas, felicidad, tristeza. Cada uno debe de luchar por sus diferentes sueños, cada uno deberá...