*ANAHÍ*
-Any, todo saldrá bien, prometo que averiguare lo que siente ella por ti para eso soy tú amiga.
-No, May... yo tengo que ser valiente por primera vez en la vida y afrontar lo que siento por ella, soy yo la que debo hablar con ella, de lo que pasó- Maite me examinaba con su mirada, y con una sonrisa me hizo saber que estaba de acuerdo con lo que le dije, pero que de igual forma ella haría su parte.
-Está muy lindo el ambiente hoy, la naturaleza está hermosa- dice observando el trasero de un apuesto hombre.
-May- me río- Por estos días no ando muy concentrada en ese tipo de naturaleza- ella se ríe y lleva la cerveza a sus labios- El amar a Dulce, me desconcentra de los hombres por completo, y créeme que me gustan mucho- me río y Maite hace lo mismo mirándome.
-Any, creo que debemos volver a casa, tienes una platica pendiente con Dulce y yo también.
-No es necesario que hables con ella, enserio- le digo y niega con la cabeza.
Después de recibir su última sonrisa, nos pusimos de pie para irnos del club. Los nervios se apoderaron de mi en cuanto subimos al auto rumbo al departamento. No sabía como hablar con ella, no sabía como mirarla a los ojos después de que probablemente le haya dicho que la amo.
Un día todo parece estar bien, todo parece regresar a la calma, y luego te encuentras siendo lanzado a través de un jodido precipicio que no parece tener fin.
Así me siento, que seré lanzada desde un precipicio en cuanto hable con Dulce. En mi interior una batalla de años estaba siendo liberada, o más bien sería liberada en cuánto cruce palabras con ella.
Dolor, miedo, angustia... todo esto estaba sucediendo en mi interior hasta convertirse en una horrible y pesada bola en mi estómago. Más el terror que se retuerce en mis huesos.
Una vez habíamos llegado al departamento, Maite se metió a bañar y yo aproveché para platicar con ella, lista o no debía de hacerlo, tenía que poder ser sincera.
Caminé hasta la sala en dónde la escuchaba platicar con Ucker, muy feliz mente. Lancé mi bolso al sofá y me pare frente a ellos frunciendo el ceño.
-Dul, ¿podemos platicar?- le pregunté mirándola directamente a los ojos. Ella me miraba de forma extraña, era como si tuviera miedo a lo que pudiera decirle.
-¿Ya?- pregunta.
-Sí- sonreí.
-Bebé, ahorita seguimos nuestra platica- le dice sacudiendo su cabello, sentía nauseas cuándo se ponían cariñosos, odiaba verlos juntos.
-Aquí te espero preciosa, no iré a ningún lado- le dice guiñándole un ojo.
Dulce, me tomó de la mano cosa que ahora hacía a diario, siempre me tomaba de la mano y me llevaba hasta cualquier parte de la casa. Nos encaminamos hasta su habitación, que la tenía completamente hecha un desastre.
-¿Qué carajo?- digo observando el desorden con una sonrisa.
-No he tenido tiempo.
-¡Eso es mentira!- me reí.
-Bueno sí, es mentira, pero guardarme el secreto, ¿sí?- sonreí, ella lleva su mano a mi mejilla- Ya sé lo que quieres platicar, y estoy lista para ello- se sienta en una silla y me toma de la mano para que haga lo mismo, una vez sentada la miré a los ojos.
-Dul, no recuerdo nada de anoche, no después de que comenzamos a beber en la pista de baile.
-¿No recuerdas nada?- me mira con el rostro sorprendido- Any, ¿es broma?.
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RBD... Una nueva historia de amor.
De TodoAnahí, Christian, Alfonso, Dulce María, Maite, Christopher, ¡Todos ellos son, RBD!. La historia comienza, en una gira por Sur Ámerica.... Amor, desamor, peleas, felicidad, tristeza. Cada uno debe de luchar por sus diferentes sueños, cada uno deberá...