Anahí, Christian, Alfonso, Dulce María, Maite, Christopher, ¡Todos ellos son, RBD!.
La historia comienza, en una gira por Sur Ámerica.... Amor, desamor, peleas, felicidad, tristeza. Cada uno debe de luchar por sus diferentes sueños, cada uno deberá...
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ANAHÍ:
-¡Poncho!- grité agitada escupiendo mi vino, al ver en un noticiero, a la reportera decir que Alfonso y yo teníamos algo.
Odio que hagan este tipo de acusaciones, son falsos, ¿no saben que pueden dañar una relación?, como la de él con Dulce, no es justo que inventen algo que no es cierto. ¡Odio que hablen de mi!.
-¡¿Qué son esos gritos?!, ¿qué pasa?- él frunce el ceño y comienza a reírse de mí- Estás pálida.
-¡Qué no te burles, tarado!- llevé mi mano a su hombro y lo golpee- ¡Mira la tele, idiota!- le grité, ya que se seguía riendo de mi.
-Sí ya escuché , en la habitación de nosotros teníamos puesto ese programa... ¡esa vieja no sabe ni que inventar!, mejor no te amargues, toma más vinito, relajate, mujer.
-Bueno, tienes razón- le sonreí y comencé a girar- ¿Cómo me veo?- le pregunto con una sonrisa.
-¿Esperas a alguien?- él sonríe y entrecierra un poco los ojos.
-Pues para que te digo que no, sí, sí- suspiro- Conocí al hombre, más sexy de este mundo y voy a salir con él.
-¡Como siempre!, ¿ya deberías quedarte con alguien en serio, no crees?- él frunce el ceño algo molesto y me reí por ello. Le sirvo una copa de vino y se la entregó.
- Relaja tus chacras, Poncho, es sólo un chico... una cita- sonreí y eleve la copa- ¡Salud!.
-¡Salud!- lleva su copa a los labios y una soñolienta Dulce aparece frente a nosotros.
-¿Tan temprano y ya con un vino abierto?- pregunta, se veía pálida, el cabello lo tenía para todas partes, totalmente despeinada. Sonreí al verla así y ella se ríe por mi rostro- ¿Por qué estás vestida así, Anabanana?.
-¡Saldré con el chico más sexy de todos!- grité emocionada abrazando a Poncho- Es alto, atento, ¡tiene unos músculos, que me muero!, y sin mencionar su tan gran trasero- hice con mis manos la forma de su trasero, Poncho me miraba con cara de asco, mientras que Dulce reía a carcajadas negando con la cabeza.
-¡Eres una perra!- me grita Dulce acercándose a mi-¿Qué temos aquí?- entre cierra los ojos y mueve mi cabello un poco- ¡Un chupetazo!, ¿lo hizo tú chico sexy, no?.
-Ehh... no- me reí. Ella abrió su boca incrédula.
-Si tus fans te vieran, se sentirían avergonzados- se quejó Poncho- Debes darte tú lugar como mujer.
El ambiente se tornó tenso de un momento a otro, la mirada de Dulce cambió, me miraba con rabia y a Poncho también. No sabía que decir, claramente no entendía su enojo tan repentino, Poncho tampoco dejaba de mirarme molesto.
-¿Quieres defender a una amiga o estás celoso?- le preguntó de pronto Dulce, haciendo que él la mirará- Anahí, no es una niña que no sabe lo que hace, si le da la gana acostarse con veinte, es muy su bronca, ¡no la tuya, Alfonso!.
