RBD... Una nueva historia de amor.

5-Confiar

*DULCE*

-¿Por qué no me detuviste?- me preguntó con la voz temblorosa.

-Anahí, porque- no pude responder nada, la quité de encima y me levanté un poco tambaleante, la miré y ella estaba llorando como niña pequeña, ahogada en sus lágrimas- ¿Estás bien?- pregunté preocupada, dejando para después el sermón del beso- ¿Por qué lloras así?, Any, fue sólo un beso, ¿ok?, borrachera... cosa de nada, yo entiendo, ¿sí?.

-¡Vete!- gritó descontrolada dejándome anonadada y algo más que asustada- ¡Sal de mi habitación!.

-¡¿Pero por qué estás molesta?!- me acerqué a ella y la abracé, pero me empujó levemente- No entiendo tú forma de actuar... pero me saldré de aquí, en la mañana hablamos.

-Sí, vete- sentía que el corazón se me hacía pequeño al verla llorar sola, abrazada a sus piernas.

Si tan sólo quisiera confiar en mi, y decirme a quién ama. Eso la está matando, la está haciendo sufrir tanto como para besarme a mi en un intento de borrar a esa persona en su borrachera. ¿Por qué demonios no me dice a quién ama?.

Me dijo que amaba a una persona que ya estaba con alguien más, ¿y si es Poncho?. Esa posibilidad me dolía, me hacía sentir una punzada de algo que aún no descifraba. Él es mi novio la persona que adoro, y ella mi mejor amiga, mi hermana. Realmente no podría soportar verlos juntos en ese sentido.

Salí de la habitación con mi mente en ella, en Poncho, en su jodido beso. Caminaba mirando el suelo, hasta que choqué con algo o más bien con alguien, y ese alguien era, Maite.

-¿A dónde vas a esta hora de la madrugada?- me preguntó cruzándose de brazos, y arqueando una ceja.

-A mi habitación a dormir un poco- respondí bajo la atenta mirada de Maite.

-¿Por qué tienes los labios tan rojos?- frunció el ceño, y con su mano tomó mi mentón, para subir mi rostro un poco, para poder verlo mejor.

-No sé, supongo que residuos de labial- la miré fastidiada, e intenté evadirla para poder llegar a mi guarida, dónde podría descansar mi mente- ¿Qué te pasa?.

-Eso no es maquillaje- abrió sus ojos como platos y nuevamente frunció el ceño, pero esta vez acompañado de una sonrisa- Te estabas besando con alguien, ¿acaso acabas de tener una noche apasionada con Poncho, en la habitación de Any, y por eso no me invitaste?.

-¡Claro que no!, Poncho está en su propia habitación, además... ¿para que demonios vamos a querer hacerlo en la habitación de la campanita?.

-Pos... no sé- se ríe como tarada, hasta que deja de hacerlo. Nuevamente abre los ojos y se dirige a mi, con la boca abierta- ¿No, te besaste con Anahí, o sí?.

-Sí- le respondí en seco.

-¡¿Qué?!- sus dos manos estaban en mis hombros, y sus ojos en mi rostro- ¿Por qué?.

-Ebriedad, May, te agradecería que no le digas a ninguno de los chicos, y menos a Chris, que es un chismoso... y para la próxima, deja de ser tan observadora, es incomodo y das miedo.

-¿Te gusta, Any?- seguía mirándome anonadada y eso me hizo reír.

-¡Claro que no!- me reí y Maite hizo lo mismo- Ahora sí, sólo me faltas tú y Chris, por besar en esta banda... y podría decir orgullosa que me besé con los cinco- me volví a reír a carcajadas, pero Maite, no reía, me miraba asustada- ¡Dame un beso!- estiré mis labios, como pidiendo besos y ella salió corriendo, siendo seguida por mi. Reíamos mientras yo la perseguía, por la sala, la cocina, la sala de vídeo juegos. Reíamos a carcajadas, pero de pronto ambas caímos agotadas en un sofá.