RBD... Una nueva historia de amor.

5-Con dolor te amo

Diez de la mañana y aún me sigo preguntando, ¿en que momento pasó todo esto?, ¿qué pasó con Anahí, anoche?. Para empezar, ¿quién demonios le dijo en dónde vivo?, eso es simple... fue Maite, o Chris.

Segundo, ¿por qué la dejé entrar aún sabiendo que estaba completamente ebria?, y ¿por qué bebí con ella, inclusive después de que me tratará pésimo en casa de Ramiro?. Muchas preguntas, y muy pocas respuestas.

-Dios, Dulce, ¿qué te metiste anoche?- bostece estirándome un poco- ¡Auch!, mi cabeza va a estallar... ¡maldición!- grité llevando ambas manos a mi cabeza- ¡Claro!, amaneces con la cruda de tú vida, hoy que debes trabajar todo el día en ese jodido vídeo... ¡quién te manda Dulce!- me regañe a mi misma bajando de la cama, y colocando una bata roja en mi cuerpo.

Caminé hasta estar frente a la cama, miles de jodidos recuerdos que no sé, si son reales inundan mi cabeza, y comienzo a sentirme desesperada.

FLASH BACK:

-Estás preciosa, Dul- sus ojos miraban mis labios como si estuviera deseando besarlos nuevamente. Era extraña su forma de actuar, me miraba con deseo, era como si la Anahí que según yo conocía no existiera. Esa mirada dulce, tierna, de una linda chica enamorada ya no estaba, podía notar perfectamente el enojo que salía de su cuerpo hacía mi, y que en ella el único sentimiento era este, "deseo, odio". No soy ignorante, y realmente me aterra lo que está sucediendo.

-¿Por qué estás aquí?- pregunté una vez más mirándola a los ojos.

-Estoy aquí, porque bebía en mi casa sola... y algunas fotos y cosas de RBD, me recordaron lo importante que fuiste para mi, y lo estúpida que fui.

-Any, yo de verdad lo siento... era realmente inmadura y te jodí de la peor manera...

-Shh, no hables, no quiero hablar... no quiero recordar eso.

Sus manos tomaron mi apenado rostro, y en cuestión de segundos sus labios chocaron con los míos.

FIN FB

-¿Por qué no logro recordar más?- toqué mis labios y suspiré recordando una vez más ese beso. Años sin tenerla, años añorandola cada noche, cada día, y cuándo al fin la tengo no lo recuerdo. ¡Excelente Dulce!. Esta vez me dirigí al espejo del baño, en dónde me estudié por completo, descubriendo así marcas en mi cuello apenas visibles, me giré y encontré un muy pequeño rasguño en la parte de mi cintura- Esto no puede ser, ¿me acosté con ella?.

Justo en ese momento el teléfono de mi casa comenzó a sonar, fruncí el ceño ya que raramente alguien me llamaba a ese número. Corrí a él, y lo miré como si fuera una bomba a punto de estallar.

-¿Sí, bueno?.

-¡Diablos hasta que contestas!- la voz de Maite, al otro lado del teléfono me devuelve la tranquilidad- Estaba llamando a tú celular, ¡pero no contestas!.

-Disculpa, May... ¿por qué te siento algo desesperada?.

-Si Anahí te busca de alguna otra manera, ¡no le hagas caso!- gritó recalcándolo- Las quiero demasiado a ambas, como para dejar que se destruyan mutuamente.

-¿De qué hablas?- fruncí el ceño.

-Ella me buscó, y tomamos un café junto a Ponchito... no quiero echarla de cabeza, pero Any, creo que quiere que le pagues cada una de sus lágrimas.

Tomé un suspiro, rebobinando sus palabras nuevamente. No puede ser, lo de anoche no puede ser producto de una venganza, simplemente no lo creo.

-May, si te digo que creo que me acosté con Any, ¿qué me dirías?.