Capítulo 3

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Salí de la habitación con el pecho totalmente al descubierto. De camino a buscar a Yumi, escuche unos silbidos en el jardín donde estuve ayer y cuando fui, ví a Yumi practicar con una katana de madera pero tan fina como una real. Cada golpe o movimiento rápido que hacia con ella, dejaba un silbido en el aire de la rapidez y la forma de cortar el aire de la katana produciendo ese sonido.

Yumi: Ahora te dedicas a espiar a las chicas?

Okami: No. Solo observaba tu técnica. Es muy básica.

Yumi: Puede ser. Pero tampoco tengo con quien combatir, por lo que hago simples movimientos básicos de ataque y técnica.

Okami: Y porque no pruebas contra mi?

Yumi: Jajaja. No querría hacerte daño.

Okami: No querría hacertelo yo a ti.

Yumi: Jajaja. Que mono eres.

De pronto, escuche un silbido que iba directo hacia mi. Era un silbido casi inaudible, pero me agache a tiempo para esquivar lo que era una aguja de madera muy fina.

Okami: No esta mal. Pero no tienes nada mejor?

Yumi: Porque no vienes y lo compruebas?

Cogí una espada de madera igual que la de Yumi y me coloque delante de ella. Yo mantenía la espada recta con ambas manos mientras que ella la sujetaba con su brazo mecánico en su cintura por la izquierda mientras que mantenía la mano derecha encima de la empuñadura sin llegar a tocarla.

Okami: No vas a colocarte en guardia?

Yumi: Quien dice que no lo este ya?

Okami: Muy bien, ahí voy!

Me lance al ataque con un corte descendente recto desde la cabeza, pero ella en un rápido movimiento poniendo su espada en horizontal con la empuñadura mirando hacia la derecha, paro el golpe y no se quedo ahí, sino que empujo la parte de la hoja con la otra mano de manera que me golpeo en el cuello.

Yumi: Te parece que lo hagamos a tres golpes?

Okami: Uno a cero pues.

Volví a colocarme igual y volví a lanzarme al ataque con el mismo movimiento pero en diagonal desde mi derecha, pero lo bloqueo con la base de la hoja que estaba pegada a la empuñadura y me golpeo en la frente con la misma. Acto seguido, dando una vuelta sobre mi mismo, lance un corte horizontal desde la izquierda esta vez, pero lo bloqueo poniendo su katana con la punta hacia abajo y haciendo un circulo, condujo la mía hacia el suelo y tras golpearme con su hombro y desequilibrarme, me hizo un barrido tirandome al suelo y colocando la punta de su katana en mi cara.

Okami: Okey... Tres cero. Tu ganas.

Yumi: Aun no te he golpeado.

De pronto, puso la punta de su katana hacia arriba y la soltó dejándola caer en mi tripa.

Yumi: Jajajaja. Ahora si, tres a cero.

Okami: Agh... Era eso necesario?

Yumi: No, pero me apetecía jaja. Venga, arriba.

Me extendió la mano para ayudarme, pero al ir a levantarme, me resbale y sin querer la arrastre conmigo quedandose ella encima de mi con su cabello colgando y rozando mis hombros.

Yumi: Esto no sera algún truco tuyo para otra cosa no? Jeje.

Okami: No, no! Me he resbala-

Mis palabras y mi boca se vieron detenidos al sentir sus labios en mi mejilla.

Yumi: Ahí tienes tu beso. Pero si lo querías, solo tenias que pedirmelo tonto.

Okami: Yo no-

Yumi: Shh. No lo estropees anda.

Nos íbamos a levantar cuando escuchamos un grito en el porche.

Kisara: PELO CHICLE!!!! NO! LE! TOQUES!

Kisara vino corriendo a por Yumi para quitarla de encima de mi, pero en un rápido movimiento, me coloco encima de ella de manera que me lleve yo la patada de Kisara en el abdomen.

Kisara: Ángel!! Lo siento! Lo siento! COMO TE ATREVES MALDI-

Cuando escuche un silbido y las palabras de Kisara enmudecer, ví que Yumi tenia el filo de la espada de madera en el cuello de Kisara.

Okami: Es buena con la katana, yo no me metería mucho con ella cuando tenga una en la mano Ki.

Kisara se echo hacia atrás y vino a ayudarme a levantarme.

Kisara: Maldita pelo chicle... Si tuviese el poder de invocar la mía... Te haría pedazos...

Yumi: Otra vez sera pequeña. Primero hay que crecer y fortalecerse para ganar a una maestra.

Kisara: Maestra!? Tu!? Jajaja! Te podría ganar hasta con los ojos vendados!

Yumi: Quizás en unos cuantos años. Te veré luego Ángel!

Kisara: NI TE ACERQUES A EL! ME OYES BIEN!?

Yumi: Claro, pero no pienso hacerte caso.

Ví como Kisara estaba apretando sus puños con mucha fuerza, tanta que hasta la temblaba el pulso. Cuando me di cuenta, el tatuaje que tenia en la parte izquierda de la cadera comenzó a crecer y a formar una especie de enredadera por su pierna. Cuando eso comenzó a pasar, mi acto reflejo fue agarrar el puño de Kisara y pegar su espalda contra mi pecho y pasarar un brazo por su vientre a modo de abrazo.

Okami: Relajate Ki. Estoy bien, no pasa nada. Vámonos anda y te cuento lo que he soñado.

Kisara: Vale...

Nos dimos la vuelta y a penas dimos tres pasos, la cosa se torció al decirnos adiós Yumi, de manera que note un fuerte empujón de Kisara para apartarme y una vez lo hizo, salio corriendo hacia Yumi con la intención de atacarla. No es que no confíe en la destreza de Yumi con la katana, pero cuando Kisara se exalta demasiado negativamente, pierde el control sobre sus poderes y sobre su cuerpo, por lo que no me quedo otra opción que usar mi poder para detenerla. Fije mi mirada en Kisara y utilizando mi poder, logre detenerla a tiempo. Hice que viniera de nuevo hasta mi y que se fuese de allí conmigo y hasta que no salimos del palacio, desactive mi poder sobre ella.

Okami: Estas bien?

Kisara: Lo siento... No se que me ha pasado...

Okami: No te preocupes tonta. Pero debes tener mas cuidado con tus perdidas de control. Recuerda los trucos que te enseñe para relajarte.

Kisara: Cierro los ojos, dejo la mente en blanco y respiro profundamente hasta escuchar el latido de mi corazón hablarme. Escucho lo que me tenga que decir y abro los ojos.

Okami: Correcto.

Kisara: Tu como te encuentras? Se que has usado tu poder conmigo... Y se lo que eso conlleva para ti...

Okami: Por mi no te preocupes. Solo estoy algo cansado. Me iré a la cama un rato y veras que se me pasara.

Kisara: Te acompaño.

Okami: Me parece bien.

Kisara y yo volvimos a entrar y nos fuimos directos a la habitación mas cercana, en este caso la de Jenn, quien estaba dentro leyendo.

Kisara: Jenn, podemos usar tu cama? Bueno... Puede el usar tu cama?

Jenn: Que clase de juego pervertido has creado ahora Ángel?

Kisara: No es lo que crees. Veras... Me... Me he vuelto a salir de control... Bueno... Ángel me ha parado a tiempo con su cazamarionetas y me ha llevado fuera para que me relajase... Ha sido culpa mía, lo siento.

Okami: Ya te he dicho que no ha sido...

Mis ojos comenzaron a pesarme tanto que no pude evitar caer rendido a plomo al suelo.

El ultimo linaje arcanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora